Capítulo 4

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*Más tarde*

Corría sin apenas respiración por medio de aquel tenebroso bosque. Buscaba una salida. Pero nada. Todo eran árboles y más árboles. No sabía decir ni cuando tiempo llevaba huyendo. ¿Cuántas horas? Demasiadas. Me parecía increíble que aun tuviera fuerzas para correr. Los gritos de aquellas criaturas me perseguían. Cada vez los sentía más cerca de mí. Sería cuestión de minutos que lograran alcanzarme. Tenía la suerte de haber logrado escapar del coche en el que me habían llevado a este lugar. Pero estaba desorientada. Y ellos demasiado enfadados..

Entonces veo la cabaña de madera. No puede ser. La misma cabaña en la que querían encerrarme en un principio, o al menos, no paraban de comentar algo acerca de una cabaña muy "apta" para mi. Tiemblo. No puede ser. Eso significa que estaba corriendo en círculos. Me detengo en seco. Me desespero cada vez más. Esto no me puede estar pasando a mí.

Siento que un fuerte brazo masculino me agarra por la espalda y me arrastra hacia la cabaña. Estoy acabada. Sea lo que sea que quieran hacer conmigo, ya nada se lo impedirán.

El hombre de negro me retiene enfrente de la puerta, que tiene pinta de ser muy antigua y está completamente cubierta por enredaderas. No me apetecía nada verla por dentro. Por detrás se acercan los otros dos hombres encapuchados y uno de ellos se dispone a abrir la puerta. Lo hace e intento divisar algo en el interior pero está demasiado oscuro. El hombre que me sostiene, me empuja hacia el interior y antes de dejarme dentro, me da una pequeña linterna mientras suelta una irritante carcajada. Sigo sin entender nada. La acepto sin más remedio. No alumbra apenas pero prefiero eso antes de quedarme completamente a oscuras.

Cuando los hombres se aseguran de sellar la puerta para que no pueda escapar de ninguna manera, se dan la vuelta y se marchan.

Intento que el miedo no se apodere de mi, pero, en circunstancias como esta, es imposible. Alumbro con la linterna en todas las direcciones con la esperanza de ver algo que me de una pista de el lugar en el que me encuentro, aunque no hay ni muebles.

En la pared de la derecha, consigo ver con la tenue luz de mi linterna, las típicas pintadas que se suelen ver en edificios abandonados o muros. Aunque, estas tienen su toque especial ya que se encuentran escritas en un idioma que no sabría identificar.

Avanzo al fin unos pasos y alumbro hacia delante. Hay algo justo enfrente de la pared, un bulto es lo único que distingo. Me acerco algo más y al instante, me tapo la boca con la mano, mientras, ahogo un grito. Retrocedo torpemente chocando con mis propios pies. Caigo de espaldas y al hacerlo, la linterna se escapa de mi mano y se apaga.

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⏰ Última actualización: Sep 21, 2019 ⏰

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Viviendo entre extraños //EDITANDO//2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora