LA AGONÍA DEL CAOS

Fui infinita, lo fui todo.

Estoy cansada,
Estoy harta,
Estoy mal,
Estoy depresiva,
Estoy suicida,
Estoy bulímica,
Estoy anoréxica,
Estoy anémica,
Estoy llorando,
Estoy, estoy, estoy...

POR DESGRACIA.

Mis pesadillas y mis miedos dejaron de ser dragones o princesas encerradas en la torre mas alta de un castillo vigiladas por criaturas fantásticas de cuentos ingenuos. Mis monstruos ya no salían de cuentos, ya no existía el príncipe azul que vendría a rescatarme y  viviríamos mundo diferente.

Sabia perfectamente que este no era un puto cuento de hadas ni de princesas, ¡JODER! Mi padre fue el primer hombre en no sólo romperme el corazón, también fue el primero en largarse de mi vida, el primero que rompió todas sus promesas, el primero en hacer que otra persona tomara mi lugar.

Todo empezó por él, todo empezó por ti papá, aveces siento que te odio, pero te quise como a nadie, cometí la estupidez de quererte más que a mi propia madre, aguante tanto por ti, y te largaste como otros tantos después de ti.

Me dejaste sola no supe que hacer y sali a buscarte y me encontré con él, me fallo la mente, me fallo la piel, me equivoqué.

Mas tarde choque con su mirada y de pronto se hizo nada lo nuestro.

Mi vida ya no contaba con mil hadas y con genios que cumplian absurdos deseos, ya no anhelaba vivir en un castillo de cristal, ya no soñaba con el amor.

"El secreto de la felicidad es aceptar que la vida no siempre es justa"

Disculpen mi manera tan sutil de presentarme, fue un momento de impotencia. Comencemos, llevo por nombre Lizeth, si, Lizeth, un nombre fuerte pero capaz de encajar en quien lo lleva escrito en la frente. Soy la típica engreída muchachita de 15 años, a decir verdad no tiene mucho que cumplí los tan esperados 15. Cualquiera pensaría que estoy en la mejor etapa que podrían imaginarse, gente incrédula, pues no es así, esta es la peor.

Sabia que tendría problemas pues al segundo día de que nací estuve apunto de morir por una deshidratación, pero por algo me quede aquí. Los días pasaban, los meses acompañados de los años también. Tenía la vida deseada, la familia perfecta, los padres que cualquiera quisiera tener, una casa pequeña y humilde pero de ensueño, mi mundo era el indicado. 

"Pero demasiado bonito para ser verdad." 

Todo esto tuvo su principio cuando tenia 4 simples años, demonios!! era aun una niña pequeña y mis padres se divorciaron, al comienzo no entendía el porque, sinceramente sigo sin entenderlo por completo. En fin, este suceso desato demasiada estabilidad en esta familia, solo eramos mi papá y mi hermana Karen que es 3 años mayor que yo y mi mamá y yo, sé que se preguntaran ¿porque escribí los nombres separados?, no es error ortográfico, así era la situación; el juez decidió que mi papá tendria la custodia de mi hermana y mi mamá la mía. ¿ A quien se le ocurre separar a una niña de 4 años de su hermana de 7?, IRREVERENTE ¿no lo crees?. Pero bueno, fue mala idea se los dije, comencé a enfermarme a ponerme triste, yo quería a mi hermana y de un día a otro un juez me la quita?? que les sucede.

Pasaron meses y mis padres tenian discusiones no se los negare, pero eso no es lo que espera una niña a los 4 o 5 años, o al menos yo no comparo ese ideal, regreso mi hermana a vivir con nosotras, pero esperen, falta alguien:

- ¿y papá?.- Le pregunte a mamá con asombro.

Ella agacho la cabeza y me contestó - Hoy no vendrá pequeña, vete a dormir-.

Explíqueme alguien como eso no le destruye el corazón a una niña, ese no fue mi caso yo tenia fe de que el vendría al día siguiente o al siguiente; Fue una mala suposición, él jamás regresó.