Sueños.

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Qué angustia, qué inquietud, qué desasosiego. El desvelo. Lo odio, odio su implacable acoso, odio su persistencia, su falta de respeto hacia mi persona, su poca delicadeza... No lo sé. No sé si estoy soñando o si estoy despierto. Multitud de ideas concurren en mi cabeza, muchas ideas. Ideas brillantes pero desordenadas e ideas de lo más absurdo. Pequeñas historias que parece que existen pero luego son mentira, un cúmulo de circunstancias que jamás podrían darse en la realidad pero que en ese momento son posibles.
Todo es posible y uno se pregunta por qué al día siguiente todo es
imposible. La diferencia debe estar en que el exceso de cordura nos frena, pero no lo sé. El desvelo en el fondo es poder hacer todo; es esa mezcla entre lo real y lo superfluo, entre lo posible y lo imposible. ¿Y si no estoy despierto?¿y si no estoy desvelado?. No descarto estar soñando que me he desvelado. Mañana será otro día y estaré cansado por no haber pegado ojo, pienso. Pero bien pudiera ser que esté inmerso en el más profundo de los sueños en que todo parece tan real como la vida misma. ¿Es el desvelo, desvelo?. Voy al colegio y veo a mis amigos pero ocurren cosas raras porque hay amigos de antes y de ahora, amigos míos pero que entre ellos no se conocen. Pero ahí están todos juntos. Y de pronto comienzo a volar entre el asombro de todos. Bajito y a ras del suelo, pero vuelo y siento una sensación que nunca había experimentado. Ahora estoy soñando, sin duda alguna. Pero quizá no. Quizá sea mi verdadera vida y cuando sueño es cuando vivo.

¿Despertaré algún día de verdad?. El "no lo sé" sigue pesando como una losa. Doy vueltas y más vueltas. Tengo calor y sed. Me levanto y bebo. No se oye una mosca. Cada vez queda menos para el amanecer y no he dormido. Me crispa los nervios pero no lo puedo evitar. Incluso saber a ciencia cierta que todo es un sueño, cosa nada clara, no me tranquilizaría porque quiero dormir. Quiero dormir y no puedo. Quiero vivir y no sé si estoy viviendo. No quiero morir y, a lo mejor, estoy muerto. ¿Es la vida un sueño de sueños?¿son los sueños los que dan vida a la vida?. Definitivamente, me despierto, como cada día, y vuelvo a la rutina, esa rutina que provoca la sensación de realidad ya que los sueños son historias variopintas que nada tienen que ver con la rutina. Tengo los pies en el suelo y me zambullo en lo que convencionalmente denomino vida, o sea, en la rutina. Y dejo de pensar porque lo que me rodea me despista y porque prefiero no pensar, que es más cómodo. Me creo todo lo que veo y no me planteo nada sobre su existencia porque no lo sé.






La vida hecha tinta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora