Jamás podrás ser de otro.

456 25 9
                                    

Hyuk por un momento pensó el apaciguar el impacto y realizar movimientos suaves; no quería lastimarlo mucho pues, si lo hacía, debería esperar más de lo que estaba dispuesto para volver a yacer junto a él, pero aquella mordida en su hombro fue lo que necesitó para despejar su mente de "ideas estúpidas".- ¡Maldición! -comentó debido al hueso quebrado en su anatomía, mas lo peor no había llegado pues, de pronto, la entrada adversa se encogió más de lo que debía. «Maldito puto» insultó mentalmente, intentando contraponerse a esa presión para no ser expulsado. Las palabras del can se hicieron presentes, ahora se sentía más provocado que nunca.- Aulla, sabueso. -y así fue como, de un golpe, se introdujo completamente en su amante, clavando sus filosos dientes en su propio labio inferior hasta dibujarle dos agujeros morados. Por fin podría hacerle al contrario lo que por incontables años no le hizo: marcarlo por completo, por fuera y por dentro.-

~·~

Volvió a cerrar sus ojos, sus manos se apretaron más alrededor de sus cabellos y para que hablar de sus dientes, se enterraban una y otra vez en su piel, dónde fuese, dónde aún no ha roto, un verdadero aullido escapó desde lo más profundo de su garganta.-¡MALDITO HIJO DE LA GRAN PUTA! -Parló dejando de mordisquear ¿Quería partirle? Sabía que los primeros movimientos dolían pero éste imbécil le había partido en dos, sus dedos una vez bajó su mano se enterraron en su espalda comenzando con ello un subir y bajar, sus ojos cerrados los mantenía esperando que ya llegara el placer, jadeaba cómo un can completamente agotado, pero cómo le fascinaba sentirse así, alzó la vista buscando la impropia, apenas la encontró pegó su nuca a la pared del cubículo.- Bésame. . . Alimentate otra vez, quiero sentirte así
¡Clavame tus putos dientes!

~·~

Al oírle gritar no pudo evitar el sentirse enteramente satisfecho, el hacerle poner así era una de las cosas que recordaba que más disfrutaba. Esa ira mezclada con extraño placer le incitaba a moverse, lento al salir y algo rápido al entrar, permaneciendo estático por unos segundos antes de repetir. Las manos contrarias iniciaron un nuevo trabajo en su piel, marcando la misma con sus dígitos. De un momento a otro recordó algo: él no se agotaba, nunca.- Recuerda... dime cuando ya no aguantes y me detengo. -Comentó lento, dejándose llevar por la idea de hacer el amor con ese chico que, claramente, pasaba de ser un pensamiento a ser real. La oferta del foráneo se presentó y, para no morder el resto de su cuerpo aún, se acercó a su boca y pinchó su labio bajo con sus colmillos.- Haré ambas, disculpa si tu labio queda morado. -replicó y, sin dar lugar a respuesta, ultrajó esos rojizos heridos, moviendo los propios sobre estos en busca de crear un desaforado beso. Mientras su lengua se movía como loca en busca de atrapar toda la sangre que escapaba, su entrepierna subía y bajaba con mayor velocidad; la sangre del muchacho lo llevaba al frenesí y sabía que terminaría lastimándolo, pero luego se encargaría de los cuidados, como siempre lo había hecho.-

~·~

Era tan jodidamente feliz cuando él cumplía todos sus putos caprichos que podía perder los cabales ya por completo, porque para seguir pidiendo más cosas quería decir que aun mantenía aunque fuese el dos por ciento de su raciocinio, se aferró bien a él omitiendo sus gemidos, los odiaba sentía que eran de nenitas pasivas y no ¡ÉL NO ERA UNA NENA PASIVA! cerró sus ojos ensimismado en aquel beso que el le regalaba no fue capaz de contestar al primer comentario pero si, si le diría cuando ya no pudiese más, para su lamento, DongHae si tenía un maldito punto de cansancio aunque para su felicidad era a larguísimo plazo, movía su pelvis como podía ,quería sentirlo por completo y sin pero alguno, daba igual el lugar público y cuantas veces había alcanzado a percibir el golpeteo de la puerta, aunque estuviesen en un cubículo la entrada principal el muerto se había encargado de cerrarla cuando entro, que aunque en su momento odio, ahora era lo mejor que podía haber hecho.
Besó aquellos labios completamente absorto por el placer que este le hacia sentir, ¿Como podía no necesitarle si cuando estaban juntos todo era posible, hasta lo mas impuro? Puto vampiro que se le había desaparecido.- Mierda. . .Más rápido ¿O te cansaste? -Irónico solo para hacerlo enojar, es que era su esencia, ser un hijo de puta.-

~·~


Nuevamente no pudo evitar sentirse algo preocupado por cómo lo había penetrado, ¿y si el daño era un tanto grave? Tal vez, tal vez no, a pesar de ser un lycan tenía un par de características estándar humanas mas cuando el adverso respondió a su beso nada le importó, absolutamente nada. Podía partirlo a la mitad ahora mismo y aún así presentía que ambos lo disfrutaban. Su cuerpo, en un actuar casi inconsciente, inició un vaivén un tanto más veloz, reduciendo el tiempo de inmovilidad en el interior del contrario, ya estaba siendo tiempo de arremeter cual salvaje. Su boca succionó entre movimientos la sangre del labio herido adverso, adentrando por instantes sólo el herido para drenar un poco más. Cuando la distancia se marcó y el joven habló, la necesidad de tirarlo al suelo y follarlo como si fuesen, irónicamente, perros pasó por su cabeza, pero el espacio reducido le agradaba más. Sin responder llevó sus brazos a rodear la cintura contraria y, finalmente, redujo el descanso de las estocadas a cero para así penetrarle progresivamente, intentando en cada fugaz estocada llegar más profundo. De la nada una idea se presentó y, sin consultar, se sentó en el retrete cerrado y llevó una de sus manos a la entrepierna ajena mientras con la otra lo mantenía estable.- ¿Quieres más rápido? Entonces empieza a brincar, sabueso. -culminó, llevando su boca directo al pezón izquierdo opuesto, el cual estaba dispuesto a lamer y remorder, pero no dañar como aquel labio semi-morado.-

~·~

Apenas se percató del ritmo mas incesante del chico una sonrisa apareció en su rostro, no menor pero tampoco súper amplia, pues él arremetía contra su cuerpo de manera tan placentera que sus aullidos comenzaban a escaparse sin permiso ¿Seguía siendo tan enérgico y morboso su querido catrín? ¡Que cosas hablas Hae ! de inmediato se devolvió al mundo donde estaba, claramente seguía siendo un sucio y eso le ponía desaforado, el cumulo de sangre se agolpó en su vientre bajo de inmediato que sintió esa mano envolverle su virilidad, el pene clavándose en su culo mejor que nunca, ¡a brincar se había dicho!, se aferró aun más a sus hombros,dejando caer su cabeza hacía atrás para darle acceso completo a ser mordisqueado, lo que más disfrutaba después de las embestidas, saltó rápido ansioso de no parar, de sentirse lleno otra vez, cerro sus ojos jadeando no permitiendo que casi se le cayese la baba, de cuando en vez se dedicaba a apretar sus músculos anales para que mordiese más fuerte.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 23, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El reencuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora