¿Tu otra vez?

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¡Algo dulce, sí, eso podría al menos apaciguar el mal humor de Donghae, en unos minutos ya se había despejado en poco, a pesar de ir echo una furia, se había calmado, entró a la cafetería que le quedaba de paso, pues su cama la añoraba más que a cualquier cosa, pidió doble porción del pastel de frambuesas, pagó, volteó pidiendo para llevar, el lugar estaba apestadisimo, conversar con alguien no estaba dentro de sus planes, recibió su bolsa iba de salida ¡¿Esto es una putisima joda!? ¿Alguien me está bromeando? Rodó sus ojos apretando su mandíbula, el papel andante estaba sentado allí, tomando café, no volvería ha hablarle, le daría más pronto que tarde un buen golpe por tanta ira que le ha echo sentir, salió del lugar a paso lento, canalizando su mala energía pues necesitaba al menos un poco de concentración antes de romper el vidrio de un solo puñetazo.-

~·~

«Sólo es beber y luego vomitar... ya lo has hecho antes.» se replicó a sí mismo, tomando la taza con su izquierda y acercándola a su boca; pocos segundos pasaron antes de dejar la infusión nuevamente en la tabla de madera y cubrir su boca con su diestra, casi percibiendo las arcadas atacar. Era mucho para él, o por lo menos por hoy. Alzó su mirar sólo para distraerse y allí se encontró con el "acosador", ese muchacho extraño con el que se había cruzado todo el puto día.- Imbécil. -susurró, siguiéndole con la mirada, esa mirada de cazador que solía tener por las noches; estaba seguro que el color de sus ojos había vuelto a la normalidad, pero no por eso la intensidad de su mirar era menor. Lo único que podía admitir en ese instante era el sentir que la presencia ajena le provocaba, pero no comprendía aún en qué sentido.-

~·~

Caminó ya por fin dejando de pensar un poco, si, un poco en él, ésta vez no tomaría autobús, caminar era lo que necesitaba, sus ojos ardían cómo mil llamas y sus labios rosados por alguna extraña razón se habían acentuado, metió la mano en su bolsillo no sintió su billetera ¡Mierda! Volteó inmediatamente chocando con un cuerpo, alzó la vista para pedir las disculpas correspondientes después de acunclillarse para tomar su bolsa que había caído.- Oh..lo siento, no ha sido internacional -Entró nuevamente al lugar, se acercó al mesón y la chiquilla sonriente le extendió su pertenencia.- Muchas gracias, preciosa, hasta pronto. -Nuevamente intentando no desviar la vista hacia ese idiota, salió tomando un profundo suspiro con sus ojos cerrados.- Maldito cómo se me cruce una vez más le parto la cara. -Maldijo caminando a paso lento hacia el baño, porque si, de tanto mal rato no había ido al baño en todo el día, ni de amanecido había meado, entró dejando su bolsa en el lavabo yendo de inmediato a "relajarse".

El reencuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora