Capítulo quinto.

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- no importa, madre...yo te amo, nadie podrá apartarme de ti, así aparezca aquella mujer que dice ser mi madre biológica, pero yo jamás te dejaré sola. Te lo prometo - dije rompiendo en llanto y abracé fuerte a mi madre.

Ella tomó un largo suspiro y me observó detenidamente.

- hija, pero eso no es todo. Hace poco llamó la hermana de María, tú madre. Me dijo que tu padre está buscándote, debes huir lejos, Anna. Tú padre es un hombre malvado que si te llegase a encontrar te obligará a que vayas con él y te haría daño - ella se secó las lágrimas y suspiró - Anna, debes irte. Lamento tanto por dejarte mi niña, pero me temo que no podré ir contigo.

Pronto mi mundo al que pensaba que pertenecía se derrumbaba en miles de pedazos hasta quedar cenizas, todo lo que había a mi alrededor eran sólo mentiras. Todo era una puta mentira de la cual yo ya no pertenecía, por eso ahora mismo huiría de éste mundo irreal, que nunca existió ni existirá para mi.

Estaba decidida, iba a ir hasta el año mil novecientos noventa y uno, para salvar de la muerte a Kurt Cobain, y para entender realmente que había sucedido en mi vida. Quería saberlo todo, quería vencer a Green y salvar a mi cantante favorito. Todo estaba planeado, nada ni nadie podía detenerme,

- está bien, me iré ahora mismo pero nunca más quiero volverte a ver, no quiero saber más de ti, no eres mi madre después de todo. Nunca me encontrarás, Elizabeth - dije fríamente tratando de no soltar alguna lágrima, si mostraba mi debilidad sabía que me arrepentiría de huir - puedes matarte buscando por toda faz de la tierra pero jamás podrás encontrarme. Podrás morir en el intento. Adiós y que tengas una vida próspera - y con esto concluí, fue lo último que le dije a Elizabeth.

Subí pronto a mi habitación, tomé algunas de mi cosas personales y las eché cuidadosamente en un morral negro, lo suficiente grande para sobrevivir.

Mi destino ahora era: cementerio River. Yo no quería que nadie volviera a saber de mi ni mucho menos a dónde me iría; ni siquiera Stefany debía de enterarse dónde iba a estar, sabía perfectamente que ella armaría un escándalo y me retrasaría mi viaje por el tiempo. Decidí que lo más pertinente era dejarle una nota que jamás se me olvidaría de mi mente y alma, la nota decía algo así:

" Stefany, sabes que te quiero demasiado, eres mi mejor amiga, confidente, compañera, cómplice, y ahora te has convertido en mi hermana. Lamento tanto por dejarte sola, pero aquí ya no puedo estar. No me iré para siempre, no es un adiós es un hasta luego. Cuídate, y nunca me olvides. Te echaré mucho de menos...con amor y cariño, Anna".

Doblé la nota por la mitad y de esta forma la dejé sobre la cama. Cogí mi morral negro y salí de mi casa sin mirar atrás, no podía regresar, así lo deseara no podía regresar ahora, ni quería hacerlo de nuevo.

Todo fue una maldita mentira después de todo, yo haría hasta lo imposible para descubrir toda la verdad, yo no necesitaba ayuda de nadie... Yo misma lo haría y podía hacerlo sola.

Destino a lo Evidente  (Kurt Cobain) [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora