Capítulo octavo

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Me hallaba en una habitación totalmente blanca, no habían ventanas, todo estaba vacío, no había ningún tipo de decoración; tan sólo yacía un espejo que cubría completamente una de las paredes. Así que pronto me levanto del frío suelo de mármol y me observo detalladamente en el gran espejo.Mi cabello rojo estaba recogido en una trenza en la que llevaba incrustadas flores pequeñas de colores, y me sorprendió demasiado que llevara puesta una corona plateada que tenía tres diamantes incrustados y era brillante. Y como dejar de lado mi rostro, éste llevaba un pequeño toque de maquillaje de tonos pastel. En mi cuerpo tenía puesto un vestido de encaje en forma de corazón en la parte delantera color beige, fuera de esto el vestido era largo y de estilo vintage; me había fascinado de alguna manera aquel vestido.

Mis pies estaban descalzos...pero no entendía era ¿cómo había llegado a ésta habitación? Y ¿Qué hacía allí?.

De repente pronto noto que ya no me encontraba sola, y estaba en lo cierto...ya alguien más estaba aquí, miré el espejo y detrás de mi se hallaba un chico de unos veintisiete años, era rubio, alto y delgado, no logré detallar del todo bien su rostro... Pero tenía el presentimiento de que era alguien familiar.

A pesar de estar con alguien desconocido, no tenía miedo, el chico tenía un aura diferente pero era agradable. Sin pensarlo, el rubio me colocó su mano fría en mi hombro derecho que estaba desnudo. Me volteo y me encuentro con unos pálidos ojos azules mirándome fijamente a los míos.

- hola...- dijo con una voz suave y serena. Suspiré y observo con detalle su rostro, no me había percatado de lo guapo y atractivo que era. Él parecía un príncipe de cuentos de hadas, así sonara algo cliché pero así lo era... Un guapo príncipe pero rockero.

- hola, ¿quién eres? Y ¿dónde estoy?- dije en susurros. Sentía arder mis mejillas, él realmente era guapo.

Él me miró y esbozó una sonrisa.

- soy Kurt Cobain, bienvenida. Al parecer eres un ángel o algo por el estilo, no? - dijo divertido el rubio. Y estaba actuando como una completa estúpida y más estúpida me siento por no haber reconocido al maestro del grunge; el rubio pronto me saca de mis pensamientos - y, ¿tú nombre?.

Él me miró fijamente con sus hermosos ojos mientras esperaba a la expectativa mi respuesta.

- Anna...Hume, ¿dónde estoy?- dije luego de varios minutos eternos en silencio absoluto. Y Kurt por su parte se echó a reír.

- ya lo verás Anna, nos veremos lo más pronto posible... Ya lo entenderás después- dijo sarcástico y desapareció del lugar.

Y yo volví a caer inconsciente en el suelo y todo se nubló de negro.

Destino a lo Evidente  (Kurt Cobain) [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora