Capítulo catorce.

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Estaba estupefacta aún no lograba entender absolutamente nada. Pronto reaccioné y me dio impotencia por no haber ayudado a mi amiga cuando ese hijo de puta le había puesto una mano encima. Dejé mis miedos ahora mismo en lo más profundo de mi ser y con paso firme me dirigí hacia la horrible escena.

- oye tú, bestia del infierno, ¡¿cómo te atraves a ponerle tus sucias manos a mi amiga?! -dije con ira, mientras él tensaba su mandíbula y apretaba fuerte sus puños. Sabía que el sólo hecho de entrometerme iba a traerme un enorme problema, aún así no me importó nada. ¡De ninguna manera Ángela merecía ser tratada de esa manera, vil y cruel!

- Esto no es tu maldito asunto, zorra de mierda -dijo desafiante, ya estaba irritada por la sola presencia de ése imbécil...No aguantaba más ésta situación...Todo sucedió tan rápido, dije una sola palabra de la cuál me arrepentiría toda la vida.

- ¡come tu jodida mierda! -dije con un tono frío y hostil, pero mi gran orgullo no duró mucho porque de repente siento un puño en mi estómago que me dejó casi sin respiración, luego observé como me halaban el cabello de la manera violenta nunca antes vista... No podía hacer nada, estaba vulnerable, todo estaba perdido... Éste hijo de puta quería acabar conmigo lo más pronto posible...

A lo lejos se escuchaba unos gritos desesperados de Ángela, mientras que mi cuerpo era ligeramente maltratado de la peor manera posible, era la presa y estaba atrapada a manos del depredador. Observo los ojos del depredador y en él noto un dolor indescriptible y luego recorro mi mirada hacia sus manos...Él intentaba torpemente sacarme mis jeans... No había ya caso intentar luchar cuando sabía perfectamente como iba a terminar todo... Lágrimas empezaron a brotar de mis ojos y caían por mis mejillas cada vez que visualizaba lo que había a mi alrededor...Los gritos de Ángela eran cada vez más fuertes y aún nadie llegaba aquí a salvarnos de tanta oscuridad... Quizás no había nadie en casa.

- ¡ayuda por favor, alguien que me escuche! -dijo Ángela desesperada.

Nada...Aún...Nadie nos salvaría...Mi cuerpo no podía resistir más...

- ¡¿Qué sucede?! -dijo la melodiosa y hermosa voz de Kurt al otro lado de la puerta...y mi mundo volvió a tomar color... Me sentía a salvo ahora.

Intenté secar mis lágrimas con mi mano izquierda y grité con todas mis fuerzas.

- ¡Kurt, ayúdame por favor! Soy...-iba a decir mi nombre y recibo una cachetada del hijo de puta, haciéndome cerrar la boca.

-¡cierra tu puta boca, perra! -dijo el depredador de forma amenazante, y por mis mejillas se volvían a deslizar lágrimas... Y aumentaron más cuando siento un fuerte golpe en mi cabeza... Dejandome inconsciente...

Nada...ya no había...salvación...

Destino a lo Evidente  (Kurt Cobain) [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora