Por amor al arte. (Profesora & Alumna)

Novata

Mi nombre es Rebeca, tengo 18 años y todo el mundo me llama Beca. Mi estarura es media, mi aspecto físico no suele destacar ya que siempre llevo pantalones anchos y camisetas holgadas.
Este año es mi primer año en la universidad, como dirían, soy un pollete o la novata. Estudio en Historia del Arte, sí ya sé que no tiene salidas y bla bla bla pero no pensaba estudiar una carrera que no me gustara.
Es mi primer día de clase y me tiemblan hasta las pestañas, no conozco a nadie porque acabo de llegar a Barcelona. Entro en la facultad.
Hola, buenas tardes- Me sudan hasta las manos- ¿Me puede indicar donde está el aula F2.9 por favor?
La secretaria muy amablemente me da instrucciones sobre un pequeño plano y me dice que tengo que subir al segundo piso.
Me vuelvo a colocar mis cascos y subo las escaleras, cuando casi estaba el chico que iba delante de mí resbala y cae. Un grupo de chicas no para de reirse de él, me acerco.
Ey, ¿estas bien?- Le pregunto mientras apoyo mi mano en su hombro.
Sisi, gracias -Me mira y me sonríe.
Me llama la atención que entramos en la misma aula, será mi nuevo compañero. "Vaya entrada triunfal ha hecho" Me río para mis adentros y tomo asiento.
Miro mi móvil, la profe aún no ha llegado y ya lleva un cuarto de hora de retraso, yo que pensaba que era la impuntual. Entra una profesora que viste como si se gastara el sueldo en Desigual, con unos estampados horribles, una "locaelcoño" vamos.
Empieza a hablar sobre que nos va a dar clase del arte egipcio y empieza a divagar sobre la cosmogonía.
Definitivamente se ha fumado toda la maría dela facultad de filosofía -suelto en un susurro.
El chico que había conocido en su percance con las escaleras me escucha y empieza a reir sin parar.
Solo podías soltar tú eso- comenta entre risas cuando ve que he sido yo la del comentario.- Mi nombre es Georgi, sí como la gomina.
Lo miro y no puedo evitar reír a carcajada limpia. ¿ENSERIO?
Mi nombre es Beca- consigo decir cuando no me falta el aire.
Entre esta conversación entra la siguiente profesora. Todos guardamos silencio y miramos hacia el escenario.
Mi nombre es Nia y seré vuestra profesora de Introducción a la Historia del Arte- proclama como un discurso bien ensayado.
La profesora no es muy alta, mide como 1.65 m, con un pelo escalonado y con flequillo, aparte de unas gafapasta. En la cuestión del cuerpo es que la verdad no estaba nada mal y era mona, pero sobretodo, era una peofesora joven y eso siempre da morbo.
La mirada de Georgi y la mía se cruzan, estabamos pensando lo mismo: la profe tiene un polvo. O dos. O quince.
El resto de los profesores no llaman mi atención, un hombre gordo y una morena de unos 35.