Por amor al arte. (Profesora & Alumna)

Juegas con fuego

Mi resaca era como de España a Australia dándole la vuelta al sol. Consigo reunir todas mis fuerzas para levantarme a las 5 de la tarde, voy directa al baño y el reflejo que veo en el me asusta.
¡Diooos!¿Esto es mi cara? - exclamé mientras me acercaba al espejo.- necesito un baño.
Lleno la bañera, mientras tanto pongo a Toteking en iTunes, adoro el disco de Heroe. Mientras me desnudo coreo con lo poco que quedaba de mi voz la canción Voy A. Me meto en la bañera y me enchufo un cigarro, necesitaba esto. Escucho todo el disco mientras estoy en la bañera, a la hora y media pienso que ya es suficiente. Al salir de la bañera me miro al espejo, en realidad estoy en forma, tengo abdominales y un buen culo, pero no me gusta llevar ropa ceñida, no me siento cómoda.
Me visto, me planteo si cenar algo antes o después de mi tutoría, no había leído nada de lo que Nia me habia escrito en mi ordenador así que simplemente me hago un café y enciendo mi ordenador. No encuentro sentido en ninguna de ellas así que después de revisarlas me dirijo hacia la universidad.
Llego alrededor de 10 minutos tarde ya que me entretuve en la puerta leyendo Herido Diario. Volví a tocar la puerta como el miércoles pasado, aunque esta vez obtuve respuesta.
Pasa Beca, acomodate en la silla-  Nia señala la silla.
Buenas noches Nia, he leído las páginas que me indicaste- le digo mientras dejo mi mochila en el suelo y saco el portatil.
Me quito la chaqueta ya que la calefacción en ese despacho estaba muy alta.
¿Y qué conclusiones has sacado de ellas?- me indica mientras cierra su portátil y establece contacto visual conmigo.
No he entendido nada de las páginas que me enseñaste, son chino- le digi a modo de crítica mientras me reclino en la silla.
Nia se levanta de la silla, se acerca a la mía y presiona con un dedo el inmenso chupetón de mi cuello.
Parece que anoche alguien se lo pasó bien con tu cuello, ¿no Beca?- Me dice a una distancia muy cercana de mi mejilla con un tono algo molesto.
Puede estar tranquila profesora, solo es con usted con quién sueño por las noches- sonrió mientras susurro a un escaso milimetro de sus labios, prácticamente los rozo mientras nuestros ojos no dejan de tener contacto visual. Estoy muy tentada de besarla, podría hacerlo en ese preciso momento. Pero no lo hice.
¿Por qué eres así Beca?-me interroga la profesora mientras se apoya en el escritorio de su despacho.
Me gusta jugar con fuego- le informo mientras toco su pierna- una vez me dijeron que quien no juega con fuego se hiela.
El fuego también quema Beca, tenlo en cuenta- me espeta a modo de reproche, pero hago caso omiso.- cambiando de tema, necesitaré que vengas a más tutorías, te veo demasiado perdida.
Espero que tú seas capaz de encontrarme- le comento guiñandole un ojo. Es entonces cuando mi estomago me traiciona y comienza a reclamar comida. No había comido nada en todo el día y necesitaba algo.
Parece que tienes hambre- dice antes comenza a reír a carcajadas-  ¿quieres cenar algo?
¿Contigo?-pregunto mientras mi cara se vuelve de un rojo intenso.