Todos los caminos conducen a ti [CDM]

Pequeños Momentos

Se veía preciosa con aquel vestido morado oscuro. Se observó por cuarta vez en el espejo y sonrío, ese era el vestido.

La falda le llegaba un poco más arriba de la rodilla y tenía unos listones en la parte de atrás para ajustar el corset, lo cual lograba que se ajustará perfectamente a su cuerpo y resaltara sus curvas. Además contrastaba con el tono de su piel y le gustaba el efecto que le daba.

Fer salió del probador en el momento en que Lysandro iba pasando y accidentalmente lo golpeó en el costado.

-Perdón, lo siento mucho-se disculpo Fer mientras se acercaba a él. Lysandro retrocedió un poco, sintiendo como si ella invadiera su espacio personal.

-No es nada-dijo Lysandro-sólo un accidente, le pasa a cualquiera.

Fer se volvió a acercar preocupada, se sentía un poco tonta, acababa de lastimar al que sería su anfitrión por un par de semanas.

-¿En dónde te pegue?-preguntó-dime que no fue en la cabeza.

Ante la cara de preocupación que tenía la chica Lysandro soltó una pequeña risa. Fer lo miró sorprendida, parecía tan serio y distante que le creía incapaz de reír. Su risa le gustó, era grave y sonora.

-No, no fue en la cabeza, a penas y me has golpeado en el brazo, no fue grave-sin saber muy bien porque, Fer sintió algo en el estómago cuando lo vio dirigirle una sonrisa. ¿Le habría sentado mal el frappe?

La sensación desapareció tan pronto como llego pues Grace apareció con un vestido azul cielo.

-No creo que este sea mi vestido ideal... No me gusta cómo me queda de la cintura-iba diciendo la chica cuando observó a ambos y se quedó callada. Estaban juntos, muy juntos y Lysandro parecía a punto de sonrojarse, al igual que Fer-¿interrumpo algo?

-No-dijeron ambos al mismo tiempo y se apartaron.

Lysandro se marchó y dejó a ambas chicas solas.

-¡Te ves increíble!-exclamó Grace con una sonrisa-Sólo hacen falta los antifaces para la fiesta.

Isura salió del último probador con un vestido blanco con rosa pálido en la falda. Se veía preciosa, pero Lysandro ya no estaba para verla.

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Esa había sido la idea más extraña que había tenido jamás en la vida pensó Fer mientras acomodaba su ropa y su vestido recién comprado en el pequeño armario vacío del cuarto de visitas.

Al menos Lysandro parecía agradable y era muy atractivo.

Suspiro y alejo esos pensamientos de su mente, a él le gustaba su amiga. No había nada que intentar ahí y sin embargo sintió como la sensación en su estómago aparecía de nuevo y con mayor intensidad cuando oyó la voz del chico al otro lado de la puerta.

-¿Estás bien? ¿Necesitas algo?-preguntó Lysandro-Estaba pensando en preparar té y me preguntaba si querías.

-Estoy perfecta-afirmó Fer mientras se acercaba a la puerta y abría. Sus ojos se encontraron con lo de Lysandro y sintió como se aceleraba su pulso. Maldición, eso no estaba bien. Sabía que no debía continuar por ese camino, pero una parte de ella quería seguir a su lado así que accedió-y si... me encantaría un té.

-Ya le ofrecí uno a tu amigo, pero no quiso salir de la habitación, ¿acaso le caigo mal? ¿hice algo para molestarlo-preguntó Lysandro confuso y eso le pareció algo sumamente adorable a Fer.

-Para nada, es sólo que Armin es algo... antisocial-dijo Fer, restándole importancia al asunto-de hecho me sorprende que haya accedido a acompañarme... estoy segura de que no habría venido de no ser por sus propios asuntos.

-¿Qué propios asuntos?-preguntó Lysandro mientras se acercaba un poco más a ella y la miraba a los ojos. Ansiaba oír las razones por las que ese chico había viajado a ver a Is. Ansiaba saber qué sentía él por ella.

Fer sintió como si quisiera perderse en esos ojos para siempre. Maldita sea, eran preciosos.

-Bueno... pues...-se debatió entre decirle la verdad o no, al final no quiso lastimarlo-no es nada.

Lysandro suspiró y se alejó de ella, causando una extraña decepción en Fer. ¿Por qué lo quería cerca de ella? Fer intentó ordenar sus pensamientos, sin éxito alguno, mientras lo seguía a la cocina. Le era imposible pensar con claridad cuando Lysandro estaba cerca de ella. No entendía porque a Is no le gustaba Lysandro, era simplemente maravilloso, aunque era mejor de esa forma para ella, si Is no lo quería, ella podría intentar algo con él.

-¿De qué quieres tu té?-preguntó Lysandro mientras sacaba una caja de madera con decenas de bolsas de té.

-Frutos rojos está bien-dijo mientras tomaba el sobre y jugueteaba con él. Lysandro tomó uno de menta y dejó la caja sobre la barra de la cocina y sacó unas tazas negras para ambos.

-Entonces, ¿desde cuándo eres amiga de Isura?-preguntó Lysandro en busca de un tema de conversación.

Fer sonrió, le gustaba estar con él y esos pequeños momentos que compartían, de algún modo le parecían mágicos. Se acababan de conocer y de algún modo se sentía tan cómoda a su lado.

Tal vez se debía a esa mirada tan maravillosa, que le parecía llena de secretos a descifrar... Tal vez se debía al sonido de su voz le resultaba tan relajante... Tal vez se debía a que simplemente había algo en él que la había atraído al primer instante en que sus ojos se encontraron con los de él y que entre más los veía más se encontraba pérdida para siempre en su mirada; lamentablemente era una tontería sentirse así. Una tontería completa... Al final del día Lysandro seguía enamorado de su amiga y tener sentimientos por él sólo iba a traerle problemas... Sólo iba a lastimarla.

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