No terminaba de asimilar la noticia de que viviría con "una chica sumamente linda y agradable" cuando está me tiro al piso.
-Tu debes de ser Isura-dijo Grace bajando de las escaleras del edificio, con tan mala suerte que tropezó y cayó sobre mi-Mi nombre es Grace-dijo levantándose y ofreciéndome la mano para ayudar a levantarme.
Bueno, mi tía tenía razón en lo de linda. Grace era una chica de complexión petit con un largo y ondulado cabello castaño claro y ojos verdes. Tenía rasgos finos y una sonrisa perfecta, que hasta donde entendí era resultado del trabajo de mi tía.
-Mucho gusto-dije-al parecer yo seré tu nueva compañera de piso.
-Si y no sabes el gusto que me da, es tan aburrido vivir sola, y además es más caro pagar el piso para dos personas por mi misma... Pero que tonta, seguramente estas cansada por el viaje y yo aquí entreteniéndote con tonterías, déjame llevarte a tu cuarto-dijo con una sonrisa y comenzó a ayudarme con mis maletas.
Entre Grace, tía Agatha y yo no nos tomo mucho tiempo subir todo a la habitación. Debo admitir que era una habitación bastante amplia y bonita. Tenia una cama individual, un escritorio, un ropero y un librero. Los muebles eran blancos, y las paredes estaban pintadas de un color aguamarina claro con detalles en lila.
-¿Te gusta?-pregunto Grace mientras se sentaba en la cama-La Doctora Agatha ha escogido los muebles, pero yo he escogido la pintura y unas amigas me han ayudado a pintar, todos estábamos muy emocionados por tu llegada.
-Me gusta bastante, pero me sorprende que mi llegada causé tanto alboroto, yo esperaba más bien pasar desapercibida.
-Eso es porque vienes de una ciudad grande, aquí es diferente... No puedo decir que conozca a todos, pero al menos a la mayoría de los chicos de mi edad y no somos muchos precisamente... La llegada de una chica nueva es toda una noticia, y más por ser quien eres-dijo como si fuese lo más normal del mundo.
-¿Ser quien soy?-pregunte sorprendida-si pudieras explicarme quien soy te lo agradecería, estoy un poco perdida al respecto.
-Para empezar eres nieta de Madame Ferret y Messie Rashleigh... Tu abuela construyo este complejo de departamentos para los alumnos del Sweet Amoris. Era muy amiga de la directora del colegio y tu abuelo ayudo en la construcción de este. Sin mencionar que eres la sobrina de la Doctora Agatha, todo el mundo la conoce aquí. Es la única dentista de la zona, sin mencionar los extraños atuendos que suele usar cuando trabaja con niños. Pregúntale a cualquier niño o adolescente que haya nacido aquí sobre el hada de los dientes y te dirá que es la Doctora Agatha.
Aquello me tomo por sorpresa, yo estaba planeando pasar desapercibida en aquel instituto, pues odiaba ser la chica nueva, y ahora me venía enterando que iba a ser prácticamente imposible lograrlo.
-Dios, muero de hambre. Te dejare para que acomodes tus cosas y después iremos al centro comercial para conseguir comida ¿está bien?-dijo Grace mientras se levantaba de mi cama.
-Esta bien... Supongo-dije mientras abría mi maleta y descubría con satisfacción que mis libros no se habían maltratado en el camino.
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-Te dije que esas eran las mejores pizzas de todo el país, de no ser porque jamás he salido del país me atrevería a decir que del mundo enteró-dijo Grace mientras caminábamos por la plaza. Yo aún me encontraba sorprendida de que tanta pizza hubiese cabido en el pequeño cuerpo de Grace.
Yo sólo reí ante su comentario mientras una tienda de discos normales y de vinilo llamaba mi atención.
-¿Podemos entrar?-pregunte.
-Si quieres, pero primero planeaba entrar a ver en la tienda de ropa de Leigh-dijo, pero al ver mi mueca sólo sonrió y continuo-también puedes entrar y esperarme en lo que voy a ver rápidamente la tienda.
-Gracias-dije y comencé a caminar hacia la tienda, en verdad que no tenía ganas de ver ropa, menos aún después de pasar más de una hora acomodando toda la que tenía.... Oh no, definitivamente no quería más ropa por el momento.
-Ahora veamos, ¿dónde está el rock en español?-me dije a mi misma mientras empezaba a ver los discos. Entonces divise a un chico de cabello rojo con una camiseta con el logo de la tienda.
-Disculpa...-comencé a decir para llamar su atención.
Tarde un poco en lograrlo ya que se encontraba acomodando los discos recién llegados en sus lugares correspondientes. Cuando por fin lo logre el simplemente me barrio con la mirada y me lanzo una mirada incrédula.
-Lo siento princesita, aquí no vendemos pop ni bobadas de esas-dijo mientras regresaba su atención a los discos.
-¿Perdón?-exclame incrédula. Él era peor que la rubia con la que me había topado en el aeropuerto.
-Lo que oíste princesita... Esta tienda no es para ti-en esa ocasión ni siquiera se dignó a mirarme, manteniendo sí vista fija en los discos.
-Vine en busca de algún disco de Héroes del Silencio o de Los Toreros Muertos y con un poco de suerte alguno de Winked skull-así que no me voy a marchar hasta que me enseñes alguno-dije autoritaria.
Entonces si que llame su atención, el volteo a verme con una sonrisa.
-Ahora si que te escucho. Con tu pinta no supuse que escucharas música de este estilo.
-¿Mi pinta? ¿Qué tiene que ver en todo esto el como me visto?-pregunte sorprendida, mis gustos de música eran muy amplios, ¿cómo se suponía que vistiera como cada uno de ellos?-Hasta dónde sabía lo necesario era traerlo en el iPod, no en la ropa-dije mientras sacaba mi iPod del pantalón y se lo enseñaba.
-La novata tiene carácter ¿no?-dijo con una ligera sonrisa y antes de que me diera cuenta él tomo mi iPod y comenzó a buscar en mi música. Nota mental: ponerle contraseña a mi iPod.
-Supongo que si he pasado de princesita a novata es porque he subido de categoría ¿no es así?-dije en espera de que me devolviera mi reproductor de música.
-Tal vez-dijo mientras me dedicaba una sonrisa digna de todo un Playboy.
No te sonrojes, sobretodo no te sonrojes.
No hubo tiempo para hacerlo porque Grace llego.
-Isura, tengo alguien a quien presentarte-dijo mientras arrastraba del brazo a un chico con un aspecto... Un poco peculiar.
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Todos los caminos conducen a ti [CDM]
FanfictionTu vida es un desastre tras otro. No ha sido suficiente con encontrar a una de tus amigas besando al chico del que estas enamorada, si no que también te enteras que tus padres planean mudarse del otro lado del mundo, a un país del que ni siquiera ha...