Capítulo 1

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Angelina sabía que eso no iba a durar mucho tiempo, que Troy la enfrentaría en algún momento, y que ese momento se acercaba cada segundo. Ella también extrañaba a Troy, pero no podía permitirse estar con el, o al menos no se lo permitían y una parte de ella estaba de acuerdo: la racional. Ella había causado tanto daño, no quería que nadie descubriera lo desastrosa que era.

Ella estaba en su cuarto, mirando al techo, con su celular en la mano, esperando otro mensaje de Troy, cuando su padre entró en la habitación.

-¿Cuándo llegaste?-le preguntó severamente.

-Hace dos horas y media-respondió ella aún mirando el techo.

-Mírame a los ojos cuando me hablas.

Ella obedeció.

-¿Cuándo llegaste?-repitió nuevamente.

-Hace dos horas y media.-volvió a repetir ella.

-No me avisaste.

-Recuerdo perfectamente que esta mañana me dijiste- gritaste- que no querían saber nada de mí.

-Pero eso fue esta mañana, idiota, no te me hagas la inteligente, porque solo eres una inepta que lo hace todo mal.

-Lo tendré presente para la próxima-susurró ella. Pero él debió oírlo porque se acercó a ella y le pegó una bofetada que se oyó en toda la casa.

-Te dije que no te me hagas la inteligente, no sé como te sigo llamando mi hija.

Lágrimas corrían por las mejillas de Angelina. Su padre, al verlas, se sintió satisfecho y volvió con su esposa a la sala. Angelina continuó llorando silenciosamente en su cama, oyó sonar su celular, estaba segura de que era otro mensaje de Troy. Tomó su celular y vió el mensaje.

Te extraño.

Ella estuvo a punto de contestarle: "Yo también, como no tienes idea" pero se forzó a no hacerlo aunque cada parte de ella se lo pidiera a gritos.

Solo continuó llorando en su cama.

Al siguiente día en la escuela no se dirigieron la palabra.

Ni el siguiente.

Ni el siguiente.

Ni los siguientes siete días.

Ninguno se dirigía la palabra, pero sí las miradas. Se observaban en la entrada, se observaban en clase, se observaban en el almuerzo, se observaban en la salida, se observaban sigilosamente cuando el otro no lo hacía, y sus miradas nunca coincidían.

***

Troy todos los días la esperaba en la escalera, con alguna esperanza de que eso cambiara, y todos los días ella pasaba de largo, haciendo que su pobre corazón se rompiera más cada día que pasaba. Él creía que cada día que pasaba no podía ser peor, pero si era peor. El creía que vería al siguiente día su hermosa sonrisa extendiéndose por su rostro, pero al día siguiente no ocurría. Nunca dejó de enviarles mensajes aunque ella siempre lo dejaba en visto.

Estaba feliz con que aunque sea los leyera.

Al décimo primer día de su competencia de miradas furtivas, Tyler, un amigo de Troy,
le habló durante el almuerzo.

-Dios mío ¿qué no vas a ir a hablarle de una vez por todas?-le preguntó cuando vió a Troy con la mirada enfrascada en Angelina.

-No-dijo. Todavía la miraba.

-¿Porqué?

-Porque, para mí, ella debe tener la primera palabra.-todavía la miraba.

-¿No te parece que ella no la quiere tener? Ni siquiera le habla a Taylor.-Tyler y Taylor eran hermanos gemelos.

"Luz en la oscuridad"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora