— ¡No idiota, es mío!
— ¡Yo lo vi primero, damelo pendeja!
— ¿Me dijiste pendeja? ¡Pues tú eres una banana inflada!
— ¿Ahora soy la banana inflada?
— ¡Pues ¿qué no ves tus cachetes?!
Llevábamos dos horas peleando Dan y yo por chocolate.
— ¡Niños! —Grito mi madre estresada, o eso veía yo.
Ni si quiera la escuchamos, y seguimos pelando.
— ¡Kelsey, Dan! ¿pueden callarse un momento?
Cuando escuchamos nuestros nombres, me dispuse a quedarme callada, luego Dan y yo nos quedamos viendo, sabíamos que íbamos a salir castigados de está. Jack empezó a reír como si un mosquito lo haya picado. Nosotros solo estábamos viendo a un par de padres furiosos, mientras que Jack seguía riéndose, otra vez la foca retrasada.
—Dan, llevas un día y ya te portas mal —. Le reclamo mi padre
—Y tú —, Sonreí al ver a mi padre — Deja tus molestias ya. Y Ahora comer.
Los dos asentimos y continuamos con la comida.
—Jack, ¿puedes dejarte de reír? —Le pidió mi madre ya calmada.
Este obedeció y siguió comiendo.
Pasamos 30 minutos comiendo en silencio, Dan, Jack y yo nos mirábamos a cada rato para solo insultarnos con señas. No sé cómo, pero lo hacíamos. Termine mi desayuno y me paré de la silla para ir justamente a mi habitación. Subí las gradas directo a darme un baño.
Hoy era sábado, hoy tenía que pasear con mis hermanos, recorrer toda la ciudad con dos hermanastros que apenas conocí ayer. Salí de la ducha a ponerme la ropa, hoy me pondré algo cómodo y para el calor.
Bajé con un bolso en mis hombros, así llevaba cosas personales. Y ahí estaban mis hermanos ya listos.
—Vamos —.Contesté
Los dos asintieron y salimos de casa, si no antes de despedirnos de nuestros padres. Fuimos al parque y Jack se quedó jugando bola con unos niños de 7 años. Y yo me quede con Dan. Quise hablar primero pero se me adelantó:
— ¿Hay una sala de juegos por aquí? —Preguntó Dan
—Si, a unas cuadras. Esperemos que Jack termine de jugar con esos niños y vamos —. Contesté
— ¿Kelsey?
— ¿Dime?
— ¿Te gusta el pan?
Cuando no tienes de que hablar, y Dan sale con eso.
—Sí, ¿por qué?
—No nada, olvídalo —. Se escuchó una risita nerviosa.
Después de que Jack terminará de jugar con esos niños regresó, pero lastimado. Dan y yo nos reíamos por ver a Jack lastimado, como niños de 7 años lo van a lastimar. A veces siento que también es un niño.
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Viviendo con mis hermanastros [Sin editar.]
Humor¿Quién se imaginaría que un día te des cuenta que tienes dos hermanastros por parte de tus dos padres? Creó que me volvería más loca de lo que estoy, pero pensándolo bien, tampoco es una trágica noticia. Hasta posiblemente me llevaría bien con ellos...