Capitulo 14: Historias Cruzadas

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Hace mucho tiempo atrás en una época olvidada...

-Bastet, está sucediendo de nuevo.

-Ese no es problema mío, te lo dije Miguel, no puedes encerrar la maldad en un solo envase. El poder lo consumirá. Y ahora esa pobre alma se verá obligada a quemarse junto a él.

-No era cualquier envase, era la única que podría, sabes que era lo que tenía que suceder el Anciano lo ha decidido así.

-¿No te das cuenta cierto? El Anciano no puede asimilar que otro de sus preferidos haya caído en desgracia, y por algo que tuvo culpa él. No quiere desterrar a otro. Pero lo que hace poco puede cambiar la situación. El encierro que he hecho necesita de mucha energía para mantenerse.

-No ha sido todo obligado, ella lo ha aceptado ha dado visto bueno antes de que empezáramos todo esto.

-Ella es obediente como deben ser todos los ángeles y lo amaba no podía perderlo, pero no aguantará.

-¿Y tú?

-¿Yo que?

-¿Alguna vez has amado a alguien? –dijo Miguel, acercándose muchísimo a ella.

-Miguel... Miguell... -se escuchaba a un niño corriendo agitadamente hacia ellos, se separaron, los dos sabían quién era pero esperaban que no fuera lo que pensaban -Señor Miguel, Amentet actúa como...-y lo deja como tratando de digerir lo que va a decir.

-¿Cómo quién? –dijo Miguel desesperado.

-Como... Akem pero, pero...

Los dos volvieron a ver al niño que acaba de entrar con noticias que ya sabían pero no quería escuchar.

-Avísale a los demás Marcus, diles que ocupamos que regresen. Es tiempo de hacerlos olvidar.

Y la tristeza en los ojos del chico rebelaba lo mucho que le dolería todo aquello.

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En la actualidad durante un sueño profundo...

Dead

¿Fiestas? Demonios odio las fiestas, siempre tiene esa extraña sensación para mí.

-¿Regresaste después de todo, no? –dice un tipo con máscara blanca y mostacho sobre ella.

-¿Perdón?

-Regresaste a morir con este pobre loco –dice riendo como desquiciado.

-Lo siento creo que me confunde...

-Oh querida, olvidas pero recuerdas... recuerdas pero olvidas... debe de ser muy triste...

Lo siguiente que sé es que estoy montada en un carrusel dando vueltas, mirando a la gente de la feria y ahí está. Ahí está el tipo con la máscara blanca y el horrible mostacho, vestido de rojo con sus botones de oro y pantalones negros, vigilando. Pareciera que me habla pero no lo entiendo.

Y luego está ahí al frente de mí, sobre el carrusel.

-¿Quién eres?

-Alguien que te ama. –dice el muy idiota.

-Yo ni te conozco.

-¿Pero me amas?

-¿Qué? No, qué demonios.

-Vamos querida, déjame recordarte lo hermosamente loco que es el amor...

Está tan cerca, tan cerca de mí. Y brota de sí como un magnetismo, es inevitable que me acerque... Y una parte de mi quiere besarlo, muy en contra de mi mente, mi cuerpo quiere acercarse.

Dead Is Not deadWhere stories live. Discover now