Tre

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Ya habían pasado seis años desde entonces.

Era el primer día de clases de nuevo, pero ahora de tercero de secundaria.

Llegué faltando dos escasos minutos para que dieran el timbre, cuando se suponía que debíamos llegar diez antes, como mínimo.

Estaba enojado con mi hermano porque era su culpa que se me hubiera hecho tarde, pero me tranquilice con solo verte.

Me esperabas en la entrada de mí salón y en cuanto me viste corriste a abrazarme.

Te extrañé, Alex. Mis vacaciones no son lo mismo sin ti. Susurraste en mi oído aún sin soltarme.

Mi corazón latía más rápido y agradecí que el lugar no estuviera tan iluminado para que mi sonrojo fuera menos visible.

¿Cómo podías hacerme sentir tanto con una simple acción y unas cuantas palabras?








Cada vez que me dices amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora