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Piérdeme el respeto.
III. ella lo sabia. Nos tendió una trampa.
Me acurruque más contra el pecho de Harry, bajo la sabana de mi cama. No había nada que temer, nada por qué preocuparse en ese momento y lo quería disfrutar al máximo. Mi madre había salido de improvisto ayer por la noche, no sabía cuándo iba a volver y la verdad es que no me importaba porque así pasaría más tiempo con Harry.
La mañana se nos fue en eso, en mimos, caricias, susurros, todo parecía ser perfecto. Ronronee, mientras me colocaba sobre él, con mis piernas envolviendo su cadera. Y mi cabeza en su pecho.
Acaricio mi espalda y nos quedamos ahí abrazados toda la mañana.
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Nunca había estado en un club nocturno, la música me ensordecía, las luces de colores brillaban por todos lados y la gente se movía como un mar, apenas dejándonos pasar.
Encontramos nuestra mesa rápidamente con ayuda del mesero, Harry le dijo algo, el asintió y se retiró. Cuando se volvió hacia mí, tendió su mano en el aire y yo la tome gustosa. No podía dejar de reír, aunque ya sabía que Harry no tenía idea de cómo bailar hacia el intento por mí, después de un rato yo hacia todo el trabajo, bailaba prácticamente pegada a él y él simplemente tenía que quedarse parado rodeándome con sus brazos. Mi mirada nunca abandono sus ojos verdes, miradas intensas, roses ocasionales, seducción e inocencia a la vez, todo eso desprendía a como avanzaba la noche.
"Vamos a casa." Susurre sobre su oído, enrede mis dedos sobre su cabello y tire un poco de el. "Hazme el amor." Bese su cuello y me pegue más a su cuerpo. Sentí como se estremeció y como sus manos se tensaban en mi cadera, no dijo nada, me tomo de la mano y salimos del club, cuando estuvimos fuera el aire helado me hizo temblar y Harry envolvió un brazo a mí alrededor.
No podía dejar de observar su perfil mientras conducía, tal vez era el alcohol o que estaba tan excitada, que mis manos se colocaron en su muslo, las subí hasta que toque su miembro por sobre su pantalón, Harry dio un manotazo sobre el volante que hizo que el carro se descontrolara un poco, reí entre dientes al saber el efecto sobre él, lo acaricie mientras lo observaba atenta, apretó su mandíbula y los dedos sobre el volante, sabía que le gustaba e iba a seguir cuando estaciono el auto. Una de sus manos tomo las mías y me alejo.
"Mila, ¡no!" Me tomo de los hombros alejándome completamente de él. Sentí como mi corazón se apretó en mi pecho, al verlo a los ojos, estos estaban fijos en mí, y por su ceño fruncido presentía que estaba molesto. Irritado.
Temblorosa mire por la ventana, mordí mis labios y sin verlo a la cara, salí de su coche.
Me maldije por ser tan tonta, por pensar que el me deseaba, pensaba que iba a dejar a tras todo ese asunto de que él es mayor y yo menor. Pero estaba equivocada, él ni siquiera vino tras de mí, y tragándome el nudo en mi garganta abrí la puerta principal, sin darle si quiera una mirada al auto frente a mi casa.
