1.8 | Past.

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Dylan

Su rostro estaba relajado, respiraba de forma pausada y parecía en paz.

Recorrí con mis ojos avellana su pálido rostro, miré sus cejas delgadas, sus pestañas largas y oscuras, sus mejillas hundidas y un tono ligeramente salmón.

Bajé un poco más mi mirada y encontré sus labios.

Eran finos, rosados, hasta parecían dulces.

Me quedé hipnotizado mirándolos y me sentí patético, pero aún así no podía evitarlo.

Inconscientemente me acerqué, sin apartar la vista de ellos. Lentamente, intentando no despertarla, rocé suavemente la punta de su nariz con la mía.

Rápidamente negué con la cabeza y me alejé, ¿Cómo tenía la intención de besarla cuando estaba internada?

Me recosté en la incómoda camilla e intenté dormir, me dolía mucho el cuello y la espalda, cada parte de mi cuerpo. Por las mañanas salía a dar una vuelta por el hospital, para estirar mis piernas y necesitaba un baño urgente.

Habían pasado cuatro días y mañana le darían el alta, ella estaba mejor y no tenía la misma mentalidad que antes.

Aunque sabía perfectamente que las heridas seguían, que el dolor no había acabo y que la tristeza la seguían atormentando.

Debía saberlo, merecía saber qué le paso.

Decidí alejar todas las dudas y pensamientos sin fin, para cerrar mis ojos y poder dormir.

ווווו×

Sentí un doloroso ardor en mi cuello y lentamente abrí mis ojos, escuché los ruidos de la gente caminando por los pasillos y oí el canto de los pájaros fuera del hospital.

Me levante lentamente de la camilla y pasé mis manos por mi cara para despertarme.

Dirigí mi mirada hacia la chica que me miraba con intensidad, las ojeras bajo sus ojos y la piel pálida chocaban como una obra de arte.

Sus ojos marrones casi verdes estaban adornados por pestañas largas y tupidas, su pelo estaba atado en una coleta medio alta, dejando ver su rostro a la perfección.

- Hola.- Dije con un tono suave y media sonrisa.- Debo verme horrendo.

Ella soltó una débil risa, pero su casi inaudible carcajada hizo que mi corazón latiera de forma rápida.

- No, te ves lindo cuando despiertas.- Dijo sonriendo, le devolví la sonrisa y vi como sus mejillas tomaban un color carmesí.

- Iré a la cafetería a buscar algo, llama a las enfermeras si quieres.- Dije mientras me levantaba y me dirigía a la puerta.

- Dylan, espera.- Llamó débilmente, me giré y vi como juntaba sus manos.

- ¿Qué pasa? - me acerqué y metí mis manos en los bolsillos de mis jeans.

- Y-yo...Quería agradecerte por todo lo que hiciste por mí, nadie antes me había cuidado así, me salvaste la vida y creo que nunca podré terminar de agradecertelo. Gracias por quedarte conmigo, ve a casa y descansa.- Dijo con una sonrisa, agarré una de sus manos e inconscientemente la acaricié.

Vi como tembló ante mi tacto y algo cálido se esparció por mi pecho.

- Puedo quedarme, no hace falta. Puedo ir a casa mañana, no quiero dejarte sola.- Y era la verdad, necesitaba una ducha, descansar y comer algo que no sea café del hospital pero quería quedarme con ella.

Suicide | Dylan O'brienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora