Capitulo IV.

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William se recuperó considerablemente en estos días, ya puede levantarse sin problemas y ayudarme a cargar el agua. Lo he estado enseñando a usar el cuchillo, él debe aprender a defenderse.

-Si te encuentras con un infectado, lo que debes hacer es golpearlo o empujarlo para luego, ¡Clack!-hice como si enterraba el cuchillo en algo. - se lo clavas en la cabeza.-él afirmo enérgicamente y tomo un cuchillo, practico varias veces y lo hizo bien, mejor de lo que pensé, era rápido y parecía hacerlo con fuerza.

Luego de un rato nos tomamos un descanso para almorzar.

Estábamos almorzando unos no tan ricos granos con algo de carne dura. Es un verdadero manjar en la situación en la que se encuentra el mundo.

Escuche unos gruñidos y golpes que venían de la parte delantera de la casa, me levante bruscamente sobresaltando a William, él me miro asustado.

-Quédate aquí. - deje mi plato en la mesa, tome mi cuchillo, lo guarde en mi bolsillo y fui a observar desde una ventana, pude ver como pasaban aproximadamente unos 20 o más infectados por la calle, y unos cuantos estaban golpeando la puerta de nuestra casa. -mierda. -susurre. Si los otros infectados se daban cuenta de que había unos que estaban interesados aquí, iban a querer venir pensando que habrá algo y seguramente nos rodearían.

Fui a la cocina y mire seriamente a William.

-No hagas ruido, hay varios infectados afuera y debo eliminarlos, no te muevas de aquí. - busque mi mochila y tome una de las armas, no era muy buena disparando pero era un buen momento para practicar un poco. Salí rápidamente por la puerta de atrás, rodee la casa mientras sostenía el arma con fuerza.

Ya debería estar acostumbrada a matar infectados pero aun así después de todo este tiempo, aun lograban ponerme los pelos de punta. Y es que, ¿A quién no? Con su cuerpo en descomposición, su terrible hedor y su hambre interminable por carne fresca; díganme a quien no le pondría nervioso eso.

Al llegar a la calle pude ver como ya casi todos los infectados rodeaban la casa, apunte nerviosa y jale el gatillo del arma, no llegue a ver si había logrado darle a uno, pero el sonido del disparo llamo la atención de todos y estos se acercaban a mí. Apunte a uno de ellos y esta vez logre darle en la cabeza, cayó al suelo.

Seguí disparando, pero mi puntería no era nada buena, solo había usado un arma pocas veces, prefería usar el cuchillo. Los infectados estaban cada vez más cerca y ya comenzaba a entrar en pánico, la gota que derramo el vaso fue cuando se me acabaron las balas.

-Mierda. - Ya enfrente de mi tenia a uno de los infectados, lo empuje y guarde el arma para rápidamente sacar mi cuchillo, cuando volvió a acercarse lo golpee en la mandíbula con el mango del chuchillo, causando así que su cuello ya en un estado avanzado de descomposición quedara permanentemente volteado, no vacile ni un momento y clave el cuchillo en su cabeza. Lo saque rápidamente, pase por encima del cuerpo y camine hasta el próximo infectado, lo tome de la camisa que llevaba y hundí con gran facilidad el cuchillo en su cráneo.

Luego de unos momentos ya había eliminado a la mitad de los infectados. Solo quedaban ocho pero cinco estaban considerablemente cerca de mí, no podía dejar que me rodearan, así que me fui corriendo pasando a esos cinco para ir por los otros tres, tumbe a uno al suelo y rápidamente me deshice de él, a los otros dos deje que se acercaran lo suficiente para tomarlos por la cabeza y golpearlos entre si repetidas veces, hasta tener solo papilla en lugar de sus cabezas.

-Asco. -limpie mis manos en mis pantalones y voltee para enfrentar a los cinco restantes, pero ya los tenia demasiado cerca, había sido lenta al matar a los otros tres. Retrocedí nerviosa y tropecé con uno de los cuerpos, caí al suelo y ya podía ver como aquellos cinco se abalanzaban sobre mí, rápidamente rodé sobre mi costado y me levante, los infectados ya estaban en el suelo, si no me hubiera movido con rapidez ya me estarían devorando. -Hoy no malditos. - patee a uno de ellos fuertemente en la cabeza dejándolo aturdido en el suelo por otro rato mientras que los otros 4 venían hacia mí, gruñendo y con sus mandíbulas abiertas, listos para morderme. Clave rápidamente mi cuchillo en cada una de las cuatro cabezas, ahora solo quedaba uno de ellos y este ya no estaba tan aturdido, se estaba levantando. Volví a patearlo en la cabeza y cayó al suelo nuevamente, aplaste rápidamente su cabeza con mi bota*.

Solté un pesado suspiro de alivio, ya los había eliminado a todos. Entre a la casa y me observe en el espejo, estaba hecho un desastre, mi pantalón y mi camisa estaban asquerosos, llenos de sangre salpicada y suciedad de esos infectados, mi cuchillo estaba lleno de sangre al igual que mis manos y mi bota tenia restos de la cabeza del último que elimine.

Definitivamente necesitaba un baño, no podía permitir que William me viera en este estado, no quería asustarlo.

Como él estaba en la cocina, fui directamente al baño, revise si había agua limpia para bañarme y al verificar que así era, fui al cuarto por ropa limpia, y ahí estaba William.

- ¡Katia!-corrió hasta mí y me abrazo, su cabeza reposaba en mi estómago »igual que cuando él me abrazaba« impulsivamente mis manos viajaron a su cabello y comencé a peinarlo con cariño-gracias a Dios que estas bien- me apretó más fuerte y pude sentir su preocupación. Lo aleje de mi rápidamente y me repetí mentalmente varias veces »William no es él, Katia, entiéndelo«

-No te preocupes. -dije distante, observe su rostro y este estaba sucio por haberse pegado a mi camisa. -Ahora tu también necesitas un baño, ve a bañarte. - asintió y fue al baño tal y como se lo ordene.

Me senté en la cama y me quite las botas, tome un poco de crema y frote mis pies con cuidado.

William realmente se había preocupado por mí, y yo me preocupe por él. Había sentido su cariño sincero cuando me había abrazado pero yo no podía dejar de pensar en el pasado, William me recordaba demasiado a alguien que había sido muy importante para mí, y eso a veces dolía. Recordar aquellos tiempos me hacía daño, me llenaban de tristeza por todo lo que había perdido con tanta facilidad. Y esa tristeza me hacia débil.

Rápidamente tome una decisión, debía deshacerme de William si realmente deseaba olvidar el pasado, superar el dolor y seguir siendo fuerte.

Y sabía exactamente qué hacer con él.


*Sus botas no son botas simples, son botas grandes y pesadas de esas que utilizan en las empresas de campo.

Si les gusto voten♥

Subiré dos capítulos a la semana, uno los lunes y otro los jueves. ¡Gracias por leer!:3



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