A veces quisiera desconectarme del mundo, de mis amigos, de mi familia, de todo. Me sumerjo en los libros y por un rato me tranquilizan, pero después me recuerdan que todo lo que leo es una fantasía y no puedo escapar de mi vida. Cuando sucede esto, me dedico a escribir lo que quisiera que sucediera; el gusto me viene cuando alguien más lee mis palabras y la envuelvo en mis ilusiones, alejandola de su realidad. Terminan agradeciendomelo pero, a decir verdad, ellas son las que me ayudan recordandome que cualquier persona con peleas internas pueden poner pausa a la batalla, reunir esfuerzos y regresar con toda la actitud de vencer.
Gracias a aquéllas personas.
P.d. Esto también es una ilusión.
-Astrid Urcid.