Eres mi lluvia, la que me limpia del pasado, la que me refresaca de sueños y me devuelve el cielo.
Llegas en medio de una tormenta y eres la suave brisa que me acompaña, rompes la dureza y me regalas tu brillo, me tomas de la mano, me llevas a la dulzura y me sumerjes en risas; te quitas las espinas y me lanzas las más deliciosas fragancias de rosas púrpuras.
Me enseñas a suspirar y a sonreír, me proteges de la soledad y sólo me permites estar con la felicidad y la ternura, gracias Amor.
—Astrid Urcid