Mi vida sin ti

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Zoe

( dos semanas después de el pov de Sasha )

Me desperté sintiendo a Louka acurrucado a mi lado. Siempre se pasaba a mi cama a media noche. No importaba lo bien arropado que lo dejara cada noche rodeado de sus muñecos favoritos. Mi inteligente hijo se pasaba casi todas las noches a mi cama él solo. A menos que estuviera agotado de jugar todo el día con Karla mi niñera de confianza y hermana de Evan.

Me levante despacio para no despertarlo y me fui a duchar. Elena me esperaba con el desayuno preparado

_ Buenos días mi niña. Hoy es el gran evento_ me dijo entusiasmada

_ si es hoy_ dije con una sonrisa. Mi empresa de fotografía inauguraba una gran exposición. Eran fotografías inmensas que exponían los detalles más significativos de Nueva York. Había sido promocionada en los diarios más importantes y me habían entrevistado en varias revistas del rubro. Me consideraban una fotógrafa innovadora y audaz. Amaba mi profesión. Después de resolver las cosas en la empresa y poner a la cabeza a Miller solo iba a las juntas directivas una vez al mes para informarme de todo y después de desligaba si problemas. Miller era un hombre de familia y confiable.

Mi estudio de fotografía tomo vuelo rápidamente al correrse la voz de que mis producciones eran fuera de lo común. Al poco tiempo estaba recibiendo trabajos para exclusivas revistas y esta exposición me había tomado más de un año en prepararse pero sería espectacular.

Karla llego con Louka en brazos. El me abrazo y me dio un sonoro beso diciéndome

_ Mami... latte_ era su forma de pedir leche con chocolate, mi niño era muy inteligente.

_ Buenos días_ dijo Karla entusiasmada_ hoy es el gran día_

_ Si eso le decía niña_ le sonrió Elena mientras le servía el desayuno.

_ espero que todo salga bien_ suspire

_ saldra genial_ dijeron las dos al unisono y me rei.

Mire a Louka comer sus galletas. Era la viva imagen de Sasha. Su cabello rubio rebelde, sus ojos claros transparente. Sus rasgos. Era una foto perfecta de su padre.

Su padre. El hombre al que aun amaba y del que no había sabido nada en dos años.

Dos años en los que me enfoque en mi hijo y mi carrera. Alejándome de hombres que quisieran algo conmigo porque la decepción con Taylor me había dejado un mal sabor. Dos años muy sola en cuanto a amor. Solo guardando el recuerdo de Sasha y viéndolo en los ojos de mi hijo cada día.

_ niña, ve a prepararte te esperan en la galería y después debes arreglarte, me quedare con el esta noche_ dijo Elena con cariño. Ella se había mudado a vivir conmigo en cuanto supimos que estaba embarazada. Me dio todo el amor que necesite y su apoyo.

Me vestí con un jean botas bajas y un suéter. Arregle mi pelo. Lo había cortado corto hacia un tiempo atrás. Era más práctico para trabajar y según Lila me quedaba sofisticado.

Ella había inaugurado su salón integral de belleza hacia un año y medio atrás y éramos socias, yo había puesto el capital y ella el trabajo. Un trabajo impecable, y muchas famosas se atendían allí.

Evan era mi mano derecha en la empresa. Era un fotógrafo excelente y un negociante feroz.

Estaba en pareja con Alain , un francés que había venido de visita a Nueva York hacia un año y paso por nuestra galería con unos amigos. Se conocieron con Evan esa misma noche y tuvieron un tórrido romance por semanas. Cuando Alain volvió a Francia Evan quedo devastado. Pero no le duro mucho. Alain volvió dos semanas después diciéndole que estaba enamorado de él sin remedio y que se instalaría en Nueva York para estar juntos. Era un astuto corredor de bolsa y entro a trabajar en un importante bróker de un amigo de los padres de Evan. Eran una pareja hermosa y dulce. Y los mejores tíos que Louka podría tener.

Lila rodaba de amor en amores pero era feliz con su forma de vida. Algún día llegaría el hombre que conquistara su inquieto corazón.

Llegue al estudio y ya Evan tenía a todo el mundo en los últimos preparativos.

_ nena al fin llegas, voy a matar a alguien si tengo que dar una orden mas_ dijo exageradamente

_ no te preocupes Ev yo me encargo de aquí, vete a ver a Adrien y nos vemos en la noche ocho en punto aquí_ me dio dos besos y salió.

A las cinco ya estaba todo listo. El servicio de comidas ordenado, las bebidas enfriándose y el servicio de seguridad preparado.

Volví a mi casa a cambiarme. Elegí un vestido negro con espalda descubierta. Saque de la cajita el broche de diamantes que Sasha me habia regalado tiempo atras y lo coloque en un costado del vestido. Me peine mi corto cabello de forma sensual y Lila me maquillo profesionalmente.

Al llegar a la exhibición los periodistas me fotografiaron y me hicieron preguntas al azar. La pregunta que todos siempre hacían era quien era el padre de mi hijo a lo que yo no respondía nada.

Solo Elena, Evan Lila Arthur y Karla sabían que Sasha era el padre de Louka y si alguna vez volvía a verlo él lo sabría y elegiría si ser parte de la vida de mi hijo o no. Yo tenía el corazón demasiado roto para dejarlo entrar a él o a cualquier hombre de nuevo en mi vida. Aunque si alguna vez volvia a tenerlo de frente no me creia tan fuerte como para rechazarlo.

En la exposición todos me felicitaban. Había al menos 200 personas paseando por el salón y disfrutando del evento. Evan estaba emocionado. Habíamos vendido diez de las 25 fotografías. No es que necesitáramos el dinero  la mayoría iba a una fundación de ayuda a personas que se recuperaban de accidentes de tránsito y necesitaban apoyo psicológico y económico que Arthur y yo habíamos creado en honor a mis padres.

La reunión fue un éxito y la fotografías fueron compradas en su totalidad. Había una que me había sacado Evan una tarde. Yo estaba mirando un paisaje y me di vuelta cuando él me llamo. Mi cara estaba en primer plano y mis ojos se veían grandes y expresivos. Parecía adolecente otra vez. El cartel de venta tenía las siglas S. V. por un momento pensé en Sasha pero era imposible. No había sabido nada de él en dos años y no lo había visto tampoco aquí aunque había tanta gente que me perdía fácilmente. Estábamos terminando la reunión y nos despedíamos de todos cuando de pronto veo a Evan mirar sobre mi hombro y palidecer. Me doy vuelta y me quedo congelada.

Allí estaba. Guapo. Elegante. Con una traza del chico rebelde que me había dejado dos años atrás... me miraba un hombre con todas las letras. Mirándome con hambre, con deseo y con algo que no pude explicar. Sasha. Y todos mis sentimientos guardados celosamente por dos años despertaron furiosamente.





El precio de tu amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora