La ley temporal se oponían a los deseos de So Min para que el sábado por la noche no llegara. A pesar de todos sus intentos por poder salirse con la suya, había intentado ponerse mala o encontrar una escusa en sus estudios, pero la insistencia de sus amigas y los imparables mensajes de Seung Jo no le habían dado la oportunidad para poder librarse del partido. Así que a las dos de la tarde So Min estaba sentada al lado de Hyun Woo mientras comían en el restaurante del hotel del padre de este. Llevaban casi una hora hablando de acciones, subidas y bajadas y términos que vagabundeaban en la mente de So Min a pesar de entenderlos todos. Quizás por una vez en su vida la educación estricta de sus padres le ayudaría en algo y su madre se opondría a la idea de perder horas de estudio en un partido de fútbol.
So Min no entendía esas reuniones familiares, si es que se le podían llamar así, donde lo más familiar que tenían eran cuando sus padres coincidían en que tenían suerte de tener hijos tan eficientes y capacitados. El resto de la comida eran simplemente conversaciones de números, ganancias, perdidas, o estado del terreno donde Hyun Woo y So Min apenas hablaban así que se comunicaban por gestos o miradas que solo entendían ellos, haciéndose reír el uno al otro.
- Nosotros nos tenemos que ir ya - anunció Hyun Woo cerca de las seis de la tarde.
- ¿A dónde vais? - preguntó el padre de So Min mirando a su hija con una ceja enarcada.
- Oh...hay un partido de fútbol hoy, van todos los de clase - explicó So Min- Pero sé que tengo que estudiar así que no creo que...
- Oh, venga So Min - su tío exclamó entrando a la conversación- Olvídate por un momento de tus responsabilidades y ve con los chicos, Hyun Woo siempre se queja de que nunca estás con ellos.
- Claro cariño, ya has estudiado mucho por esta semana. Diviértete -añadió su padre con una sonrisa de comprensión. Si en su casa había alguien que le entendía en cierto modo era su padre, a pesar de ser estricto no llegaba al nivel atosigante de su madre y siempre era el primero en ceder- Mañana será otro día.
So Min sonrió y miró a su madre quien se dedicó a asentir sin decir una palabra, muy en el fondo le gustaba verle fastidiada porque sabía que era contraria a que su hija desperdiciara el tiempo de ese modo, incluso aunque no quisiera ir al partido.
- ¿Dónde vas? - le preguntó su primo cuando vio como iba para el lado contrario - El autobús está por ahí .
- Oh, es que no voy al partido - explicó- Tengo que estudiar mucho y la verdad, no me apetece veros perder - añadió sonriendo.
- Primero - dijo con voz seria alzando su dedo índice- No vamos a perder, ¡tenemos a Ji Min y a Tae Hyung! Y segundo - alzó otro dedo- Tú te vienes con nosotros, ¿qué hablamos ayer?
- Pero, ¡no me apetece! - insistió quejándose.
- No me hagas obligarte, So Min, que tienes dieciocho años - añadió en tono serio. Su prima se encogió de hombros y se giró para irse. Hyun Woo resopló y se dirigió hacia ella para cogerla por la cintura.
- ¡Hyun Wooa suéltame ahora mismo! - gritó intentando deshacerse de él- ¡Ya no eres el mayor!
- Pues vente conmigo al partido - le pidió. So Min asintió dejando de patalear y resignada anduvo hacia la parada de autobús- Así me gusta, que sigas haciéndome caso.
Después de que Hyun Woo pasara por su casa para cambiarse ambos fueron hasta donde habían quedado con el resto de sus amigos. Cuando llegaron Soo Young y Tae Hee eran las únicas que esperaban, So Min corrió en seguida a abrazar a sus amigas. Fueron minutos después cuando Seung Jo llegó, el corazón de So Min empezó a palpitar muy rápido y le pidió para si misma que se tranquilizara antes de que se notara. Cuando el chico llegó a ellos se dirigió directamente a So Min,quien le sonrió algo nerviosa, y sin que nadie se diera cuenta le cogió de la mano apretándosela suavemente, de nuevo la sensación de un sudor frío recorriendo su espalda e hizo que su piel se erizara. So Min se deshizo de su mano sutilmente achacándolo a que estaban rodeados de gente. Tae Hee, que al parecer hablaba con Ji Min más de lo que So Min se esperaba, les informó de que él y Tae Hyung estaban en la pista del parque esperándoles. De camino al parque Seung Jo no se separó ni un milímetro de So Min y aunque estuviera hablando con Hyun Woo tenía sus cinco sentidos puestos en la chica.
ESTÁS LEYENDO
De repente tú [ V, Kim Taehyung BTS]
ФанфикHan So Min, de 18 años, tenía muy claro cual sería la meta en su vida, llegar a ser una pianista de prestigio. Para ello practicaba más de 4 horas diarias desde que tenía tres años. Nada ni nadie podía impedirlo, ni si quiera el hecho de estar en e...