Dos meses después de ese incidente las cosas fluían mejor de lo que se lo esperaba, aunque esperaba que tanto su inquilina como ella se sintieran incomodas por la situación Jane se encargo de quitarle peso, claro nunca dejaba de hacer bromas al respecto y aunque esa noche había confesado que la desea no volvió a tocar el tema, tampoco desde ese día se volvieron a tener ese tipo de contacto tan intimo. Sus padres durante ese tiempo trataban de hacer que la oji-miel entrara más en confianza logrando que contara algunas anécdotas de su pasado además de confesar su fecha de nacimiento pero nunca tocaba temas muy profundos lo cual la estaba volviendo loca por la curiosidad, no entendía porque le costaba tanto desenvolverse, pensaba que tanto ella como su familia habían demostrado ser lo suficiente confiables para poder -por lo menos- saber su verdadero nombre, al parecer estaba muy equivocada.
Sus amigas le habían acogido como una más de su grupo, de en vez en cuando pasaban por su casa para visitar a Jane, la mayorías de veces ella aceptaba pero una que otras declinaba la oferta, según ella "no quería interrumpir sus actividades" aunque sospechaba que era por otras cosas. Dinah -la cual había recibido una lección por parte de su inquilina- siempre le insinuaba que la oji-miel estaba flechada por ella pero siempre le negaba las cosas, lograba desarmar los hechos de su amiga con simples explicaciones, aunque Dinah nunca se daba por vencida.
Mientras las cosas con su novio iban bien, nunca le conto que le fue infiel ni mucho menos pero se encargo de reparar ese "daño" complaciendo a su novio en todos los aspectos, notaba que él no entendía sus acciones pero tampoco se quejaba así que las cosas aun fluían con normalidad.
Eran justo las doce del medio día cuando llego a su casa junto a su hermana después de una jornada normal de clases, ambas atravesaron la puerta principal inundándolas de inmediato el olor de la comida recién hecha, su hermana salió disparada hacia la cocina pues sabía que Jane estaba ahí cocinando como siempre lo hacía desde que había llegado a su casa. Dejo su bolso en el piso para ir a la cocina con menos peso, camino de manera perezosa hasta la cocina escuchando como su hermana se reía al igual que su inquilina lo que hizo que se apresurara, al llegar encontró a su hermana sentada en la encimera de la cocina aun riendo, su inquilina de inmediato la observo con una pequeña sonrisa y se acerco hasta donde estaba solo para besarle la mejilla para saludarla.
—Andas muy animada— dijo al ver la actitud de su inquilina, aunque siempre estaba alegre hoy se le notaba más de lo común—. ¿Quién te llamo para que estuvieras así?
—Pero que comes que adivinas fresita— le respondió la oji-miel con una gran sonrisa dirigiéndose hasta su hermana—. Me llamo la mujer más importante de mi vida, la mujer que amo, admiro y respeto. —No debió pero no lo pudo evitar, los celos la invadieron de inmediato, nunca había visto a su inquilina así de feliz estando a su lado o su hermana, se le notaba un brillo diferente en los ojos. —Realmente extrañaba la voz de mi madre. — Bueno decir que se sentía ridícula era poco. —Hoy hacía tres meses que no hablaba con ella.
—Me alegra que te hayas contactado con tu madre— dijo mientras sonreía, nunca había visto esa actitud en la oji-miel y en cierta parte le parecía tierno—. ¿La extrañas?
—Más de lo que crees. Cuando estaba en mi país tampoco la veía mucho que digamos pero al menos sabía que estaba cerca— dijo de manera melancólica pero aun así mantenía la sonrisa—. Bueno basta de hablar de mí, mejor vamos a comer que ya esta lista la comida.
Ayudo a su inquilina a servir la comida, su hermana ayudo a llevar los vasos mientras la oji-miel hacia un jugo para pasar el almuerzo. Observaba de reojo a Jane, notaba lo feliz que andaba y eso le causaba que también estuviera feliz por ella, sabía que era tener a sus padres lejos, lo sentía cuando ellos se iban a sus viajes de negocios pero no lo podía comparar con lo que sentía la oji-miel, en cierta parte le ayudaba a valorar más lo que tenía, valoraba el tiempo que pasaba con sus padres y su hermana, estar con Jane le hacía ver algunos aspectos de su vida que nunca había tomado en cuenta. Durante el almuerzo tanto su hermana como ella comentaban como había ido su día mientras su inquilina escuchaba atenta cada una de sus palabras, cuando terminaron todas decidieron tomarse un rato en la piscina, por una vez no le habían dejado tanta tarea y podía disfrutar un rato. Mientras iba a su habitación sintió su teléfono vibrar.
ESTÁS LEYENDO
My Warrior Writer [Camila Cabello]
Fanfiction- ¿Y crees que eso bajara un poco mi autoestima? - Pregunto imitando la sonrisa de la chica más alta-, pues déjame decirte que estás perdiendo tu tiempo. -No, en realidad sé que detrás de toda esa fachada de abeja reina que cargas se oculta algo más...