Un mes muy extraño estaba pasando, su inquilina se estaba comportando muy cariñosa desde la segunda noche que habían dormido juntas, siempre cuando llegaba de la escuela junto a su hermana la recibía a ambas con un fuerte abrazo y un beso en la mejilla, por lo general solo recibía así a su pequeña hermana, también la ayudaba en sus deberes siempre cuando podía, la mayor siempre quería pasar tiempo con ella haciendo cualquier cosa, a veces solo salían al patio trasero solo para acostarse en la grama para hablar sobre cualquier tontería o simplemente entraba a su habitación con algunas golosinas y colocaba una película cualquiera. Era simplemente raro su comportamiento e incluso cada vez estaba más segura de que las teorías de Dinah no estaban tan descabelladas, aunque no le molestaba mucho aquellos detalles, era como si con Jane la sacara por un minuto de toda su realidad, como si todas sus preocupaciones se desaparecieran; con ella no era la hija de unos empresarios importantes, no era la chica popular del instituto o la novia perfecta, solo era ella, una chica común de diecisiete años y eso le agradaba demasiado, aquel sentimiento de estar con una persona que trata de comprender tú situación, que te escucha cuando hablas sobre tus problemas o pensamientos es algo que le agradaba de Jane, el que ella la escuchara pacientemente cuando se desahogaba era algo terapéutico y hacia que su día a día fuera más alegre. Incluso llego a confesarle lo que le había hecho a su ex-novio, algo que solo sabían sus mejores amigas con total seguridad, ya que lo que se decía eran solo rumores, Jane simplemente escucho todo con total calma y cuando termino de relatar los hechos solamente soltó una pequeña risa pero después le dio un pequeño sermón por haberlo hecho, aunque nunca la juzgo o la miro con desprecio.
Aunque algunas veces se sorprendía por lo espontanea que era la mayor, una vez la hizo despertarse casi a las dos de la mañana, lo recuerda porque fue una noche que jamás olvidaría.
***Flashback***
Sintió como la despertaban con unos suaves toques en su hombro, soltó un gruñido tapándose la cara con la sabana, no quería dejar su cama ahora pero al parecer alguien era muy insistente, ya que esta vez sintió como se colocaban encima de ella, eso le hizo abrir los ojos pero aun así se mantuvo completamente quieta ante la presencia de su inquilina.
—Vamos Camila sé que estas despierta— dijo la mayor arrebatándole la sabana de su cara y pudo notar como la oji-miel estaba con ropa de salir haciendo que la mirara de manera confundida.
— ¿Qué quieres? O mejor dicho, ¿a dónde vas? —Pregunto observando la sonrisa que tenía la más alta.
—Vamos a la playa— dijo simplemente la escritora mientras la observaba, le dirigió una mirada incrédula mientras negaba con la cabeza—. Por favor, prometo que no te vas arrepentir de nada.
— ¿Te estás escuchando? Jane son casi las dos de la mañana, es una locura— dijo mientras se sentaba en la cama y prendía la luz de su lámpara aprovechando de mirar el reloj de su mesa de noche comprobando su teoría, al encarar a su inquilina noto lo cerca que estaba pero al parecer la mayor estaba muy cómoda pues no se movía del sitio.
—Es una locura que quiero hacer contigo— le respondió Jane mientras la miraba, noto el color casi dorado que cargaba sus ojos en aquella ocasión y eso le hizo perderse unos minutos—. Lo vas a disfrutar.
—Lo que vamos a disfrutar después es un buen resfriado— dijo volviendo a la realidad tratando de apartar a la mayor con sus manos pero esta la hizo acostarse de nuevo colocando sus manos por encima de su cabeza quedando completamente atrapada—. Déjame Jane, si quieres ir, ve tu sola.
—Puedo convencerte de otra manera.
Observo como la escritora se iba acercando a su rostro lentamente, ella por instinto cerró los ojos esperando los labios ajenos pero estos nunca llegaron, al contrario sintió como el lóbulo de su oreja estaba siendo tomada delicadamente por los dientes de Jane haciendo que soltara un suspiro pesado, al instante tuvo que retener un gemido al sentir la lengua de la mayor recorrer la zona de su cuello.
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My Warrior Writer [Camila Cabello]
ספרות חובבים- ¿Y crees que eso bajara un poco mi autoestima? - Pregunto imitando la sonrisa de la chica más alta-, pues déjame decirte que estás perdiendo tu tiempo. -No, en realidad sé que detrás de toda esa fachada de abeja reina que cargas se oculta algo más...