Capítulo 10

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¿Saben lo que es volver a tus tierras sabiendo que todo lo que amas ya no está? ¿Qué de un momento a otro puedes perder a alguien y no puedes hacer nada para detenerlo? Mientras unos vienen otros jamás volverán, la vida es así de injusta con nosotros. Cuando nos queremos dar de cuenta ya no tenemos a quienes nos apoyaban, a quienes fueron un pilar en nuestra vida, a los que le estuvieron en las buenas y en las malas con nosotros, los únicos que vieron la peor parte de nuestras vidas. Al darte cuenta de estas cosas un gran vacío entra a tu corazón y sin quererlo pierdes tú capacidad de amar, causado por el dolor y la soledad.

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Había pasado ya dos meses y medio desde que había vuelto a Venezuela, todo estaba a un peor de lo que recordaba, la escasez abundaba al igual que las enfermedades y la falta de medicina ayudaba a que las personas murieran más rápido debido a la debilidad de sus cuerpos, millones de niños morían debido a la desnutrición, ancianos que no consiguen sus medicamentos de la tensión padecían cada vez más seguido, personas con enfermedades grabes como cáncer, SIDA o leucemia no conseguían ninguno de sus tratamientos y por obvias razones su vida se acortaba. Le dolía ver aquello pero sabía que esta vez no podía hacer nada para ayudarlos porque esta vez había vuelto de manera egoísta, solamente para sus propios beneficios y los conseguiría así tenga que perder la vida para obtenerlo. Su vida ahora se encontraba vacía, ya no había motivos para seguir a excepción de su amada Camila pero sabía que al enterarse de su verdadera historia acabaría por apartándose de su vida, dejándola sola tal cual como lo merecía; no merecía su amor, no merecía ninguna de sus caricias sin embargo se permitió sentirlo aquella noche porque era egoísta, quería sentir solo por una noche lo que se siente ser amado por última vez, pues sabía que no lo volvería sentir, no en esta vida.

Su vida cayó en picada desde que recibió aquella llamada, aquella maldita llamada que pondría fin a todo lo que conocía y gracias a esa llamada ahora se encontraba ejecutando su plan para por fin terminar la vida de aquel quien la hizo sufrir tanto.

***Flashback***

Estaba ordenando un poco la casa de los Cabello, aunque tuvieran una señora que se encargaba de eso le gustaba ver que todo estuviera completamente en orden, tal vez fuese su entrenamiento tan estricto que hacia revisar todo dos veces y dejar todo de manera impecable, también sentía que era la manera de recompensar a la familia, se sentía culpable al mentirles todo el tiempo, no era la mejor recompensa pero ayudaba en alivianar su culpa.

Se encontraba justo en el cuarto de Camila justo cuando comenzó a sonar su celular, era una llamada de un número privado lo cual le pareció extraño ya que tenía todos los números de sus familiares registrados y eso realmente era algo de qué preocuparse.

— ¿Hola? —Pregunto mientras salía de la habitación de la castaña y se dirigía a la suya —. ¿Quién habla?

¡ATENCIÓN! — Y con solo con ese grito le basto para reconocer a su tío/teniente coronel y colocarse en posición aun con el teléfono en la oreja —. Puedes descansar — Se relajo al instante pero eso no le tranquilizaba del todo.

Bendición — dijo mientras se sentaba en su cama.

—Dios te bendiga Jayden— contesto su tío pero algo en su tono de voz le decía que algo no iba bien — Hija... No tengo buenas noticias para ti.

— ¿Qué pasa tío? ¿Ocurrió algo? — Pregunto de inmediato preocupándose, sabía que si su tío la llamaba y le decía que no tenía buenas noticias era porque había ocurrido algo grave.

—Jay primero necesito que te calmes y que estés sentada, porque lo que te tengo que decir no es algo fácil de soportar — dijo su tío Edgar llenándola más de preocupación—. Para mí no es fácil decir esto pero... Jayden tus padres y tú hermano... Ellos.

My Warrior Writer [Camila Cabello]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora