Capitulo 12. Celos

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¡Regrese! ¿Me extrañaron?

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Los rayos del sol me dan directo a la cara, echo la manta sobre mi rostro pero aquí dentro se siente un calor terrible, me incorporo sobre el asiento buscando a Jiyong pero no está en el carro. Miro por la ventanilla acostumbrando mi vista del sol y por fin lo veo, está parado observando el mar, su espalda brilla bajo el sol por culpa del agua parece que se ha metido a nadar un rato.

Sonrió sin poder evitarlo, salgo del carro, envuelvo bien la manta sobre mi cuerpo desnudo y camino hacia donde esta él despacio, no quiero asustarlo ni que deje de pensar en eso que lo tiene tan entretenido. Jiyong no es un hombre musculoso ni bronceado, no tiene unas nalgas de espanto pero así me gusta, delgado, blanco como la luz de la luna, lleno de tatuajes y sobre todo me gusta esa personalidad suya.

Me gusta cuando sonríe, me gusta cuando se enoja, me gusta cuando le sale su lado tímido pero creo que lo que más me gusta y me pone son esos celos que tan seguido le dan, si me encanta cuando se pone todo loco y quiere marcar su territorio como cualquier macho alfa. Me encanta ese Jiyong.

Cuando llego hasta donde está, envuelvo mis brazos alrededor de su cintura, brinca un poco pero cuando ve que soy yo se relaja de nuevo. No digo nada solo beso su mejilla, después observo el mismo paisaje que él. Sus dedos acarician todo el contorno de mi brazo y siento como se me eriza la piel.

— ¿Cómo dormiste princesa? —pregunta girándose hacia mí.

—Mal —vuelvo abrazarlo—, tu carro por muy bonito que se ve por fuera es horrible por dentro. —suelta una carcajada, pasa sus brazos por mi cintura y me pega hacia él.

—Te prometo que la próxima vez te llevo a un hotel 5 estrellas.

—Ah ¿Y a ti quien te digo que habrá una próxima vez?

— ¿Ah no? —junta su frente con la mía.

—No.

Una risa de lo más cristalina sale del fondo de mi garganta. Jiyong me carga y camina conmigo hacia el mar, el agua nos llega a la cintura y tengo una pequeña idea lo que este hombre quiere hacer es por eso que me abrazo más a su cuerpo.

—No Jiyong, el agua esta helada.

—Pues que mejor recuerda que odias el calor. —Y sin más se sumerge conmigo.

Después de pelear con él por unos segundos, los dos acabamos riéndonos y aventándonos agua, trate de escapar pero no lo logre, nos besamos, acariciamos y pues no pude evitar que por segunda vez me entregara a él. Gracia a dios o lo que sea que exista, en esta parte de la playa la gente no ronda mucho así que nadie nos vio porque de lo contrario podríamos haber ido presos por andar de exhibicionistas.

Tener sexo en la playa tenía que tacharlo de mi lista de Cosas por hacer antes de morir y todo gracias a Jiyong

El camino de regreso a casa lo hacemos sin que Jiyong me suelte de la mano, siente que tal vez voy a saltar por la ventana, o tal vez tenga miedo de que diga que todo esto es una equivocación pero por ahora no lo siento así. Por ahora lo único que quiero es pasar tiempo con él. Tal vez cuando mi cerebro vuelva a coordinar bien y mis neuronas revivan, talvez y solo talvez ese día le diré que digamos toda la verdad y que pase lo que es destino nos tenga preparados.

Cuando llegamos a casa y voy abrir la puerta, me abraza impidiéndome que pueda meter la llave en la cerradura, da besos en mi cuello los cuales hacen que mis piernas tiemblen y mi tarea sea mucho más difícil, todo es besos, risas, caricias, abrazos, que ni siquiera nos percatamos de que el carro de nuestros padres esta estacionado.

Amor Clandestino 「G-Dragon」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora