1-Pesadillas.

2.7K 124 3
                                    

Estoy sola, a mi alrededor se extiende el bosque, Siamon me ha dejado aquí y ahora no se volver. Empiezo a caminar sin rumbo fijo, necesito salir de aquí como sea. El único sonido que se escucha es el de las hojas crujir a cada paso que doy. El frío repentino que se apodera del bosque me hace estremecer, los pelos se me erizan y el pulso se me acelera.
-Calmate Briana, todo va a estar bien- me digo a mi misma para tranquilizarme.
Un ruido hace que pare, miro a mi alrededor pero nada, no hay nada. Una neblina espesa empieza a cubrir el bosque, la cuál dificulta mi visión pero no me detengo y sigo caminando en la misma dirección.
-Briana- dice una voz femenina pero no distingo en que dirección.
Sigo caminando sin prestarle atención, estar sola me esta empezando a afectar.
-¿A dónde vas Briana?- vuelve a hablar a aquella voz.
Salgo corriendo en dirección contraria a donde la he oído, si es una sicópata no podrá alcanzarme, seré más rápida que ella y llegaré a un sitio seguro. Pero choco con algo, mejor dicho, con alguien.
-Auch- digo cuando caigo de culo al suelo.
Levanto la vista y frente a mí veo a un chico de unos 20 años, alto, moreno y musculado. El cual me mira con curiosidad.
-Ayudame por favor, alguien me persigue- le digo levantándome del suelo y acercándome a él.
-¿Ayudarte?- me dice y luego suelta una risita- ¿Por qué tendría que ayudarte?
-Sabes, dejalo, me voy sola- le dijo mientras me alejo de él chocandole el hombro.
Pero antes de alejarme, me coge de la camisa y tira de mi hacia atrás con tanta fuerza que acabo chocando con un árbol. Cuando me levanto ya estoy rodeada de lobos, a parte del chico quién me sigue mirando con una sonrisa. En ese momento, llega una chica de pelo negro y ojos grices, quien se coloca frente a mí.
-Briana, ¿sabes quién soy?- dice mientras me coloca un mechón del pelo.
-No- digo con voz temblorosa.
-La personificación de tu peor pesadilla.
Acto seguido se abalanza contra mí y todo se vuelve negro.

Me levanto con un grito que sale desde el interior de mi alma, estoy sudando y tengo el pulso acelerado. He vuelto a tener la misma pesadilla, noche tras noche revivo la pesadilla que he vivido en mis sueños, noche tras noche me levanto gritando y con los nervios a flor de piel por culpa de esa loca. No ha habido ninguna noche durante estos dos meses en las que no me haya pasado. Esto me esta afectando, no puedo sacar de mi mente lo vivido pero, sobretodo, no puedo sacar de mi mente la imagen de esa mujer siendo descabezada por Siamon. Esto es una tortura, me obligo a mi misma para dejar de pensar en él pero mi corazón me dice lo contrario, aunque no quiera lo necesito, necesito saber que está bien.

-Bri, ¿estás bien?- me pregunta Charlotte sentándose en mi cama.
-Sí, solo fue una pesadilla, tranquila- le digo quitándole importancia al asunto.
-Llevas muchas noches así y no quieres contarme lo que te pasó, ¿cómo quieres que este tranquila?
-Ya te he dicho que no paso nada, ahora acuestate a dormir- le digo tirando de la manta para sacarla de la cama.
-De acuerdo pero que sepas que puedes contar conmigo para lo que sea- me dice para luego darme un beso en la frente.

Se que puedo confiar en Charlotte pero no puedo decirle nada, no puedo delatar a Siamon diciéndole a ella lo que es y mucho menos puedo decirle lo que paso, me tomarían por loca, dirían que me drogaron y me lo imaginé, pero creerme preferiría mil veces que fuera una simple alucinación, que todo lo que paso fuera irreal y que, a pesar de todo, Siamon estuviera junto a mí en estos momentos, acompañandome.
La alarma de mi móvil suena y la apago lo más rápido que puedo para que no se despierten los demás, son las cinco de la mañana y si me preguntarán porque estoy despierta a esta hora, no tendría respuesta para ello. Voy al armario, cojo unos jeans negros, una playera blanca y mis vans del mismo color y me voy al baño para bañarme. Una vez termino, me recojo el pelo en un moño alto y vuelvo a mi habitación. Cojo la pequeña maleta que tengo preparada desde hace unos días, coloco la pequeña nota de despedida encima de mi almohada y me voy. Me voy en busca de lo que me dicta el corazón.

Briana. [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora