Briana. [PAUSADA]

10-Ángel.

Salgo de nuevo al pasillo acompañada de Susan; lacasa está muy silenciosa, sólo se escuchan el sonido de nuestrospasos y mi respiración. Susan va con la mirada perdida, sin prestarmucha atención a su alrededor, en sus ojos se nota un destello de tristeza.

-¿Cómo es que vives con Dann?- le pregunto despuésde pensarlo un poco, para romper el silencio.

Ella me mira analizando la pregunta y luego esbozauna leve sonrisa, que le da un toque melancólico.

-Es una larga historia- me contesta y hace una pausa-y tú formas parte de ella.

-¿Yo?

-Sí, tú. Fuiste la pieza esencial que empezó elefecto domino que cambio mi vida.

-Tú también estabas en esa casa, ¿verdad?- le digomirando al suelo.

-Esta es tú habitación, en el armario tienes ropa yel baño es la puerta de en frente- me contesta cambiando de tema.

Asiento y abro la puerta.

-En una hora te vendrán a buscar, estate lista- me dice finalmenteantes de irse.

Entro a la habitación y cierro la puerta tras de mí.Es bastante grande, en el centro se encuentra una cama matrimonial deestilo barroco y a cada lado una mesa de noche, pegada a la pared hayuna peinadora del mismo estilo y a su lado se encuentra el armario.Me acerco hasta el espejo y me miro, estoy totalmente despeinada y miropa está sucia, busco en el armario algo cómodo que ponerme peronada se adapta a mi estilo, así que finalmente me decido por unleggin negro y un jersey largo de color beige, del cajón elijo laprimera ropa interior que veo y dejo todo encima de la cama. Luego debañarme me visto y espero a que vengan. Los minutos pasanlentamente, cómo si nunca se fueran a acabar, el sol ya se haterminado de poner y la noche se ha apoderado del entorno.

Unos pasos llaman mi atención, me levanto de la camay me dirijo a la puerta pero antes de llegar esta se abre, por ellaentra un Cody bastante golpeado y un señor al que no conozco.

-Vamos, ya es la hora- me dice Cody en un tonobastante serio.

-¿Dónde habías estado?- le pregunto una vezdejamos mi habitación.

-Ocupado- se limita a contestar.

Vamos caminando en silencio; odio el silencio y enesta casa es lo único que hay, además parece como si mispensamientos sonarán, cómo si salieran de mi cabeza, y no me gusta,para algo son pensamientos.

Empezamos a bajar las escaleras hasta llegar alprimer piso, luego de allí nos dirigimos a un gran comedor donde seencuentran Dann, Susan y Charlotte.

Esperen, ¿Charlotte?, ¿qué hace ella aquí?

Sin darme cuenta mis piesme llevan hasta Dann y le doy una cachetada. Este se levanta, meagarra del cuello y me eleva.

-¿Qué se supone quehaces?, niñata insolente- me dice con rabia.

-¿Qué hace ella aquí?-le pregunto entre cortadamente por la falta de aire.

-La trajimos para que note sintieras sola, no le hemos tocado ni un pelo- me contesta Cody yasentado en la mesa.

Miro otra vez a Dann,quien sigue haciendo presión en mi cuello. La vista se me empieza anublar, en cualquier momento perderé el conocimiento pero,finalmente, cede y caigo al suelo. Tarda un poco hasta que mirespiración agitada se empieza a normalizar, Charlotte me ayuda alevantar y a sentarme en una silla.

-Ahora que ya estamostranquilos, ¿podemos empezar?, no tengo ganas de verles la cara aninguno- dice Susan rompiendo el silencio.

-Bueno, todos estamos aquípor la misma razón, qué es sacar a Ángel de su encierro- empieza ahablar Dann.

-Yo no sé quién esÁngel- les digo con la voz aún entrecortada.

-Ángel es tu queridoSiamon, niña tonta- me dice Susan de repente.

Analizo poco a poco laspalabras, Ángel es Siamon, entonces todo este tiempo hemos estadohablando de la misma persona, siempre ha sido él, no hay otrovampiro. Entonces ¿por qué quiso ocultar su verdadero nombre?

Noto como alguien me mueve y vuelvo en mí.

-¿Estás bien?- mepregunta Charlotte en bajito.

Yo asiento levemente ypresto atención a lo que están diciendo.

-Pues decidido, mañanapartiremos, preparaos está noche, será un trayecto largo- comunicaDann antes de levantarse.

Seguido de él se levantanlos demás y también se van.

Porfin lo voy a ver de nuevo, ya no hay vuelta atrás, Ángel.