Briana. [PAUSADA]

8-Conociendo a Dann.

Me ha traido de nuevo a mi ciudad, aunque está oscureciendo la gente mepuede reconocer; intento ocultar mi rostro con la espalda de Cody ycon el pelo, no quiero que nadie me vea y se lo digan a mis padres.Vamos a menos velocidad, está buscando algún sitio, sino no iríadespacio.

-Ya me puedes soltar- me dice con tono divertido después de aparcar.

Yo lo suelto y me acomodo el pelo, analizo la zona donde estamos,me resulta conocida. En ese momento me doy cuenta de que estamos enfrente de la casa de Siamon.

-¿Qué hacemos aquí?- le pregunto colocándome a su lado.

-Estamos esperando- dice mientras vuelve a revisar su móvil-ahora guarda silencio.

Pronto se hace de noche, es una noche cerrada, no hay estrellas y ni siquiera se ve laluna, lo único que iluminan las calles son las farolas. El tiempopasa despacio, los minutos se tornan hora y el frío poco a poco meva calando los huesos.

-¿Se puede saber que estamos esperando?- le pregunto un pocoirritada.

Él simplemente me mira y me manda a callar con un "shh". Perocuando pensaba contestarle que no aguantaba más, alguien aparecióentre las sombras.

-¿Estás seguro que fueron ellos?- le pregunta el chico que acabade aparecer a Cody.

-Es lo más probable Dann- le contesta Cody separandose de lamoto.

El chico me resulta conocido, es un chico bastante joven, tendráunos 16 años, de ojos azules y pelo castaño. Entonces su recuerdollega a mi mente, él estaba en esa casa, es el que debe de saberdonde está Siamon, él es el hijo del señor que se lo llevó. Meadelanto a Cody y me dirijo a paso rápido al chico.

-Tú tienes que saber donde está, mejor dicho, tú sabes dondeestá Siamon- le digo cogiéndolo del cuello de la camiseta.

-Yo también me alegro de verte- me contesta sarcásticamentemientras se quita mis manos.

-Dímelo- le contesto en un grito.

-No te recordaba así, pensé que eras más sumisa- me contestacon el mismo tono sarcástico.

-No tenemos tiempo para esto, necesitamos averiguar si fueronellos los que me robaron la dirección- interviene Cody antes de quepudiera contestarle.

-Tienes razón, entremos.

-Espera, ¿qué hacemos con ella?- le pregunta Cody señalándome.

-Yo me se cuidar solita- le respondo muy segura de mi misma.

-Ya la has oído, vamos.

Los dos se dirigen a la casa, abren la ventana, entran y sepierden en la oscuridad. Yo me vuelvo a acercar a la moto y me apoyoen ella, el silencio es ensordecedor, no se escucha un sólo ruido.No me puedo quedar aquí sin hacer nada. Me dirijo a la casa y meacerco a la ventana, la cual aún sigue abierta. Observo elinterior, todo está tranquilo, no se escucha ningún movimiento. Melo planteo un momento pero, finalmente, decido entrar. Voy caminandocon cuidado por el interior de la casa para no hacer ruido, pero metropiezo con algo por lo que caigo al suelo. Tanteo con las manospara encontrar lo que me ha hecho caer, es una maleta, mejor dicho mimaleta, no recuerdo haberla dejado aquí. La cojo entre los brazos yme levanto, me vuelvo a dirigir a la ventana y salgo. Me acerco a uncallejón cercano y busco en la maleta algo de ropa. Elijo unosvaqueros negros algo anchos, un camiseta rosa, me coloco una de las pocas  sudaderas que tengo y, finalmente, me vuelvo a poner mis vans blancas. Siempre he sido una chica de usar ropa ancha.

Cuando salgo del callejón la moto ya no está. Busco por losalrededores pero no la veo, se han ido y me han dejado aquí. Tiro lamaleta con brusquedad contra el suelo y me cojo la cabeza en unintento para tranquilizarme, estoy otra vez en el principio, no puedeser.

-Joder- grito al no saber que hacer.

-Una señorita no debería de hablar así- dice una voz detrásde mí.

Me giro lentamente, preparándome para huir si la situación lorequiere. Ante mi se encuentra el chico de antes, ese tal Dann, peroCody no viene con él.

-¿Dónde está Cody?- le pregunto confusa.

¿Le habrá hecho algo?

-Ese es el menor de los problemas, ahora te vienes conmigo- mecontesta acercándose a mí.

Doy pequeños pasos hacia atrás al mismo tiempo que el los dahacia a mí. Cuando estoy preparada hecho a correr como loca calleabajo, me giro pero él no me sigue.

¿Dónde se metió?

Cuando vuelvo a girar mi cara hacia el frente me choco con algo,mejor dicho con alguien, y caigo al suelo. Levanto mi vista y me loencuentro de pie en frente de mí con una sonrisa divertida.

-No te puedo llevar si te resistes, así que no me dejas de otra-me dice mientras se encoge de hombros.

Se lanza rápidamente hacia mí y en un abrir y cerrar de ojosestoy totalmente a oscuras.