16-El Hospital.

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Salgo corriendo para alejarme de ambos. A medida que voy avanzando la espesura del bosque mengua. De un momento a otro llego a la carretera sin asfaltar que lleva hasta la casa de John. Camino despacio, alerta de cualquier ruido proveniente del bosque. Los pies me duelen y la cabeza me va a estallar. A lo lejos ya se distingue la silueta de la casa por lo que empiezo a acelerar el paso. Entro con cuidado hasta llegar a mi habitación y me echo en la cama.

-Por fin llegas- dice una voz desde una esquina de la habitación.

Me levanto sobresaltada con el corazón latiendo a mil y me giro hacia el lugar de donde proviene la voz.

-¿Qué haces ahí?- le pregunto a Susan, quién se acerca a la cama.

-Tranquila pequeña aventurera, se te va a salir el corazón. Aunque el sonido de la sangre corriendo por tus venas no es para nada desagradable- me contesta mostrándome sus grandes colmillos.

-¿Me vas a decir que haces aquí?- pregunto intentando mantener la tranquilidad.

-Ya sabemos donde está Ángel, saldremos en cuanto oscurezca. Será mejor que te bañes,hueles horrible.

Tras esto sale de mi habitación. Tardo un poco en asimilar sus palabras pero finalmente lo consigo. Dentro de nada lo volveré a ver, nada ni nadie me lo podrá impedir. Ya no.

Salgo de bañarme y vuelvo a mi cuarto, encima de la cama se encuentra un traje de color negro junto con una nota.

-Espero que sea de tu talla, y sino te lo pones igual. Susan. Tan amable como siempre- digo con sarcasmo.

Un aullido suena a lo lejos llamando mi atención. Me acerco a la ventana con el fin de encontrar la dirección de donde provenía. En ese momento me acuerdo de Cody, en la forma en que lo dejé solo en aquel bosque sin saber si podría con Leonar. La culpa nace en mí y mi preocupación por él se hace patente.

Tras ponerme el traje, salgo corriendo de la habitación en busca de Dann, él podrá ayudarme a buscar a Cody.

-Dann, necesito hablar contigo- le digo con la respiración agitada.

-Calma-dice acercándose a mí- ¿qué sucede?

-Es Cody, lo dejé en el bosque, tenemos que ir a buscarlo.

-¿Buscar a quién?- pregunta una voz detrás de mí.

Me giro con rapidez y allí lo veo. Frente a mí. Con el mismo traje que yo llevo puesto y un rasguño, pequeño aunque profundo, en el cuello. Sin pensarlo dos veces le doy un abrazo, el cual me devuelve. La calidez del abrazo hace que mis nervios disminuyan y me otorga un poco de tranquilidad.

-Lamento haberte dejado allí. Estaba confundida, no sabía que hacer- le digo cuando me separo de él.

-No te preocupes, era un asunto entre hermanos- me contesta con una sonrisa amable.

-Basta de tanto sentimentalismo, debemos irnos- dice Dann haciéndose notar en la estancia.

Ambos asentimos y lo seguimos hasta el vehículo. Allí nos espera Susan sonriendo, cosa que nunca le había visto hacer. Empezamos nuestro largo camino, un camino que comenzamos hace mucho tiempo.

Despuésde muchas horas en coche llegamos hasta lo que parece un hospital. El edificio es lo suficientemente grande como para perderse dentro de él. Su fachada blanca nos da una sombría bienvenida y el sonido de las hojas de los árboles que se mueven por la acción del viento hace que el ambiente se vuelva mucho más terrorífico.

-No se ve a nadie protegiendo la entrada- digo mientras lo sigo observando.

-Nunca nada es lo que parece- me contesta Dann- Necesitamos una forma de entrar que no llame la atención.

-¿Cuál?- pregunto con curiosidad

-Tú, pequeña aventurera- me contesta Susan y acto seguido me clava unas tijeras en la pierna.

Un dolor agudo recorre todo mi cuerpo y la confusión sustituye todos los demás pensamientos. De un momento a otro me encuentro fuera del coche en brazos de Dann, quien camina hacia el lugar seguido de los demás. La sangre recorre mi pierna y empieza a gotear el suelo,dejando un rastro a medida que nos acercamos. De pronto las luces principales del recinto se encienden y por la puerta sale lo que parece ser un doctor.

-Necesitamos ayuda- grita Dann con preocupación.

Es un gran actor, al igual que los demás quienes tienen impregnada la preocupación y el temor en su rostro. Mientras que yo solamente miro a todos lados desorientada por el dolor.

-Entrad, rápido- dice con el mismo tono el doctor.

Una leve sonrisa se dibuja en mi cara. Ya estamos dentro.

Briana. [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora