14-Anónimo.

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Un escalofrío recorre mi espina dorsal, su sonrisa deja al descubierto sus grandes caninos color marfil y sus ojos inyectados en sangre nos miran con frivolidad. Doy pequeños pasos hacia detrás hasta colocarme a la altura de Cody y le agarro la mano, en un intento de encontrar un poco de serenidad.

-John, necesitamos hablar, ya sabes de qué- le dice Dann, haciendo que la atención se centre en él.

-Dann, yo también me alegro de verte- le contesta este con sarcasmo- entra a mi despacho, pero solamente tú.

Dann entra y las puertas se cierran tras él. Margaret nos lleva hasta un gran salón y nos deja a los tres allí, luego desaparece. El tiempo pasa lentamente, los minutos se tornan horas y a cada segundo mis nervios aumentan. La claridad se empieza a colar a través de las finas cortinas que cubren los grandes ventanales, haciendo que las siluetas de los árboles se dibujen en las paredes. En ese momento una chica aparece frente a nosotros. Lleva puesto un vestido que le llega hasta las rodillas y atado a su cintura un pequeño delantal.

-¿La señorita Susan?- pregunta con una débil voz que me produce ternura.

-Soy yo, ¿que deseas?- le contesta Susan con sequedad.

-Se está haciendo de día, el señor Smith me ha pedido que la acompañe a su habitación, allí estará mejor.

Susan asiente y se levanta del sillón donde se encontraba. La chica da media vuelta y empieza a andar, Susan la sigue desde cerca, antes de desaparecer por el pasillo se da media vuelta y nos echa una última mirada en forma de despedida. El silencio vuelve a invadir la estancia, pero el repentino sonido del reloj de cuco marcando las seis hace que me levante de un salto del sillón. De fondo se puede escuchar la risa de Cody quien me observa desde la ventana.

-¿Te hace gracia?- le pregunto mientras le miro con enfado.

-No sabes cuanta, te tenías que haber visto la cara.

Me levanto del sillón y me dirijo hacia él con intención de pegarle pero un grito llama nuestra atención. Salimos de la sala y empezamos a caminar en la dirección de la que provenía el grito. Pronto todo vuelve a quedar en silencio, solo se escucha el sonido de nuestros pasos a lo largo del pasillo.

-Les estaba buscando, el desayuno está listo- dice una débil voz detrás de nosotros.

Me giro con rapidez y diviso una pequeña silueta femenina, entonces me doy cuenta de que es la misma chica que se había llevado a Susan antes.

-No deberías aparecer así- le reclama Cody acomodándose el cabello.

-Lo siento, no volverá a ocurrir. Si me permiten les guiaré hasta elcomedor- dice y acto seguido empieza a andar.

Yo me adelanto a Cody y me sitúo al lado de ella.

-Yo me llamo Briana, ¿y tú?

-El señor Smith no me permite entablecer una conversación con los invitados que no se encuentre dentro de los límites establecidos- me contesta sin apartar la vista del frente.

Esa actitud me recuerda a la de Lucas en el coche, ¿tanto miedo le tienen a ese John para seguir sus normas al pie de la letra?¿puede ser tan malvado como aparenta? Realmente no me inspira nada de confianza.

-Bueno,el no está aquí ahora- le contesto con una sonrisa.

-Él está en todos lados.

De pronto se detiene y abre dos grandes puertas que dan a un gran comedor, el cual se encuentra vacío.

-Podeís sentaros, ahora les traigo el desayuno.

Cody entra en el comedor y se sienta en una de las sillas que están más cerca del ventanal. La chica vuelve a emprender la marcha y yo voy detrás de ella.

-¿Te puedo hacer una pregunta?-le digo colocándome a su lado.

-Por supuesto señorita.

-¿Qué fue el grito de antes?

-No debo meterme en las cosas del señor, y por su bien usted tampoco debería- me contesta esto último mirándome a los ojos.

Después de desayunar nos dirigimos a nuestras habitaciones, las cuales se encuentran en el segundo piso. La que me han asignado se encuentra al principio de este, es amplia y está decorada en su totalidad por dos tonalidades, rojo y dorado, además del color tostado de la madera de los muebles que se encuentran en ella. En ese momento me doy cuenta de que hay una nota encima de la cama. Me acerco, la cojo con cuidado y empiezo a leerla en voz alta.

-"John es un impostor, no creas nada de lo que les diga. Sé que note fías de él y haces muy bien en no hacerlo. Si quieres averiguar toda la verdad ven al bosque a las 12 del día, cuando el sol está en todo su apogeo, así evitaremos que visitas indeseables nos encuentren. Otra cosa, no le digas a nadie a donde vas ni siquiera a tus amigos, no sabemos quién es realmente de fiar, escápate y que nadie te vea. Quema la carta, es mejor no dejar rastros"

Termino de leer la nota y la guardo debajo de la almohada. Tengo un lío en mi cabeza, ¿es buena idea ir al bosque?¿o es mejor hacer como que no leí nada?

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He vuelto!!! Siento mucho la tardanza pero por fin les traigo un nuevo capítulo. Me ha costado hacerlo porque no me sentía conforme con lo que escribía. Les comunico también que empezaré otra vez a actualizar más seguido. Espero que el capítulo les guste.

Besos y abrazos de una semiescritora ;-).

Briana. [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora