Simplemente yo.

Injusticias.

Considero una injusticia el hecho de que las personas a las que más aprecio sean aquellas a las que poseo a mayor distancia de mí; quisiera sostenerlos fuertemente y nunca permitirles apartarse, pero entonces recuerdo que probablemente nunca los llegue a ver en persona. No sé si estoy siendo pesimista o quizá sólo me encuentro abriendo la mente a la realidad, pero puede que los amigos por internet sean simplemente eso, algo que ocurre a través del internet.

Considero una injusticia el hecho de que nada es duradero; nuestra estadía en el mundo está compuesta por millones de cosas efímeras. Quizá ahorramos durante meses para así poder adquirir algo que al final quedó en el olvido, o para realizar una travesía que ahora permanece en las memorias solamente. Las sonrisas se borran, las lágrimas se secan, los corazones se rompen y las ilusiones se agrandan para finalmente ser destrozadas; la vida es un segundo simplemente.

Considero una injusticia el hecho de que la felicidad tenga precio; y no, no me refiero a aquel sentimiento de alegría que te causaría tener un celular nuevo o prendas de alguna marca reconocida, sino a una diferente. Los boletos de avión son caros y tú estás demasiado lejos; sólo anhelo abrazarte durante horas y hacer tonterías hasta tal punto de llegar a cuestionar nuestra salud mental.

Considero una injusticia el hecho de que el corazón normalmente logra vencer a la inteligencia; no sabes lo mucho que me hubiese gustado poder elegir al hombre perfecto y entregarle mi alma sin cuestionamientos, pero lamentablemente tuviste que cruzarte en mi camino; y no, no estoy diciendo que seas malo para mí, ya que siendo sincera has sido una completa bendición, pero toda sonrisa me cuesta una lagrima. Hubiese sido menos difícil de otra manera.

Creo que sería sumamente sencillo concluir que la vida es un juego injusto, pero recuerda que siempre se puede considerar hacer trampa; no se trata de ser un estafador, sino de conocer el juego; a lo que te estás enfrentando.