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NA vez que terminaron de merendar y pudieron descansar, se reunieron en el puentecito de madera en la laguna a repasar el plan: uno de los gemelos debía usar el amuleto, que ahora, gracias a la agilidad de artesano de Elliot, se había convertido en el dije de un collar; y bucear hasta el reino escondido.
El amuleto no sólo le permitiría ubicarse en el reino, sino que también brindaba transformaciones fisiológicas.
- Cuando un humano entra al agua con el collar puesto-explicaba Elliot, mientras merendaban - su cuerpo tomara la forma de un slaig de forma temporal, permitiéndole así mejor respiración, visión y movilidad; también podrá comunicarse y camuflarse sin problemas entre los demás, nadie notará que son criaturas de afuera, a menos que se topen con alguien de la realeza o con los Viejos Sabios, por eso es importante recolectar la mayor información posible manteniendo un perfil bajo.
<< - El que baje, debería sacar toda la información lo más rápido posible para luego volver y comunicar lo recolectado. Mientras tanto, el resto de nosotros hará guardia en la superficie hasta antes de que amanezca, el tiempo límite para que el otro regrese; si no vuelve a la superficie a tiempo se quedaría atrapado en Seramithia y su cuerpo se transformaría en un slaig de forma permanente. >>
Entonces, el primer paso era decidir quién iría y quién se quedaría.
-¿Por qué uno de nosotros tiene que ir en tu lugar? - Preguntó Fred
-Por dos razones: una, mi cuerpo, en tal estado de fragilidad, no soportaría otra vez semejante cambio, aún si es temporal; y dos, no puedo volver como si nada luego de lo que hice. Me exiliaron, creo que se los dije el primer día. -Exclamó Elliot.
Dejó que los gemelos se arreglaran para decidir, y así lo hicieron: con Piedra, papel o tijeras; el ganador se quedaría y el perdedor se convertiría en una no-muy-sensual-sirena. Después de unos tres minutos de juego, Fred se convertiría en slaig.
Todo por no ser tan bueno en ese estúpido juego para niños.
- En unas horas anochecerá por completo -Dijo Elliot.-; hasta entonces leé esto. - Y le entregó el cuaderno de notas de Milay¾ Vas a necesitar saber determinadas cosas antes de ir.
-Pero si Milay sabe más sobre ellos, ¿por qué no va ella?
-Prefería que lo decidiera el azar, supongo.
Por primera vez en su vida, estaba nervioso ante un nuevo desafío. Una aventura bajo el agua, y en soledad, de sólo pensarlo terminaba mordiéndose las uñas. Mientras los otros dos platicaban, Fred se dirigió a su habitación y, acostado en su cama, se dispuso a leer las notas de su hermana.
* * * * *
- ¡Fred! - Llamó Elliot, desde detrás de la puerta de su habitación -¡ya es hora!
En un abrir y cerrar de ojos habían pasado las horas y el sol había desaparecido por completo. Se incorporó con pesadez y notó que el cuaderno negro de su hermana estaba en el piso. ¡Se había quedado dormido luego de leer las tres primeras páginas! Iba a exámenes sin siquiera leer ni estudiar justamente porque cuando le tocaba hacerlo le costaba horrores concentrarse, y terminaba por dormirse encima del libro y no leer nada.
Sinceramente, no sé qué será de mí en la universidad.
Le restó importancia al asunto y se encaminó hacia donde estaban sus amigos esperándolo. La luna llena iluminaba desde lo alto a las tres figuras en la laguna, quienes preparaban todo lo necesario mientras El Ojo de Exón se hacía presente.
Una vez que el agua se tornó totalmente plateada, Milay abrazó a su hermano y le puso el collar en el cuello.
- Mucha suerte- suspiró- ¿te sirvieron mis notas?
-Sí, sí, claro que sí- mintió él. Empezaba a sentir que no era de tan poca importancia el asunto de no haberlo leído como él pensaba.
- Tomá-Elliot le entregó una pulsera de piedras rojas, como su cabello, con puntos negros y Fred se la ató alrededor de la muñeca derecha. - Ésta pulsera marca una hora por piedra, así que en total son seis horas las que podes divagar en Seramithia, no más que eso, acordáte; tenés que volver antes de que las piedras se tornen completamente negras. No creo que puedas ver la luz del día desde tan profundo, así que es mejor que te guíes de esto.
-¿Otro súper invento de Dashik?
-- Yo también colaboré un poco- rió el ex Guardián.
- ¿Cómo sabré hacia dónde ir? - Fred ya empezaba a sentirse inseguro.
- El amuleto te guiará, simplemente cerrá los ojos y dejá que te guíe- Fred asintió, y Elliot sonrió. Lo estaba haciendo mucho más seguido.
Se despidió de los otros dos, y estaba a punto de meterse al agua cuando se volvió.
-No dolerá, ¿verdad?; el cambio de cuerpo, me refiero.
- No, sólo te dolerá cuando te conviertas de forma permanente. - Fred asintió, respiró hondo y se metió al agua de un chapuzón, buceando cada vez más y más profundo, estando fuera del alcance de la vista de sus amigos.
-¿Estará bien? - Preguntó Milay, un tanto preocupada. -No creo que a mi papá le guste la idea de tener un hijo mitad pez. Suficiente rareza conmigo y mi abuelo...
- No son criaturas peligrosas; si todo va bien, nadie se enterará que no es uno de ellos.
Por ahora todo dependería de Fred, los que permanecían en la superficie no podrían hacer nada más que ser pacientes y esperar.
-¿Qué pensás que pase allá abajo?
-Conociendo a tu hermano-dijo Elliot mientras se sentaban en el puente-no creo que sea capaz de mantener el perfil bajo, es muy despistado. Probablemente los soldados reales lo arresten y lo lleven ante alguna autoridad, probablemente a Los Viejos Sabios.
Milay pensó en silencio.
-Por eso lo mandaste a él, en lugar de a mí, ¿no es cierto? -Exclamó la niña- sabías que haría todo lo contrario a lo planeado.
Elliot mantenía los ojos en la laguna, sonriendo.
-" ¡No contaban con mi astucia!" -Dijo guiñándole un ojo. Ambos rieron; a pesar de la situación, se sentían relajados, cómodos.
Entre bichos raros nos entendemos.
Cuando la gracia pasó, la niña volvió a ponerse seria. Había una pregunta que le afligía bastante.
-¿Creés que podrá volver?
-Esperemos que sí.
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Ojos Púrpura © [en edición]
Misteri / ThrillerUn pueblo "aburrido", Villa Scarlet, Una mansión abandonada en la punta de una colina que guarda los secretos de la familia Van Votten, y cuyo acceso está prohibido; Un asesinato,quizá dos; Visiones de una adolescente, Criaturas mágicas que caminan...