La cara sonriente -parte 3

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Desde esa fecha mi madre decidió que la mejor opción era dejarlo encerrado en una habitación para que no se convirtiera en un peligro para mí. Puede que esta actitud resulte egoísta y absurda, pero en los ochenta, así solían tratar a las personas con cualquier tipo de problema mental. Era toda una cuestión cultural de la época.

Descubrí un mundo nuevo. Estudié, hice amigos, conocí lugares y me distancié cada vez mas de mis
padres. De vez en cuando llamaba para saber Cómo estaba mi padre. Siempre era el mismo, con las mismas crisis nocturnas. Mi madre continuaba cansada cuidando de él. Yo seguía demasiado ocupado con mi propia vida. Las únicas ocasiones
en que los visitaba era para llevar dinero, las cosas Se habían puesto difíciles desde que mi padre dejó
de trabajar.

A pesar de todos esos acontecimientos de la infancia, nada me pudo preparar para la perdida que vendría.
Me quedé helado con el teléfono en el oído.
Tener que escuchar aquellas palabras: "Tú madre falleció", me golpeó como una puñalada en el vientre. Como si una parte de mí hubiera sido arrancada. Tener que identificar el cuerpo y verla con el rostro completamente desfigurado fue una tortura.

La casa no tenía señales de allanamiento o cualquier tipo de invasión. La policía fue hasta el lugar solo porque los vecinos escucharon gritar a mi padre durante horas. "Yo la maté, Yo la maté". El problema es que por más que mi padre gritara que él la había asesinado y que debía ser encarcelado, nadie le hacía mucho caso a una persona fuera de sí. Y lo más extraño fue cuando los peritos confirmaron que las heridas habían sido hechas por una persona diestra. Y ya que mi padre no tenía el brazo derecho, él no podia ser el asesino.

Ahora, era mi responsabilidad cuidar de él. Pero ni siquiera podía mirarlo a los ojos. No importaba lo que la policía dijera, yo sabía la verdad. Yo sabía quién había matado a mi madre. Mi padre era un hombre común y eso era lo que más me asustaba. Era como Hannibal Lecter. Transpiraba psicopatía con una calma y tranquilidad indescriptible.


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