CAPITULO 1

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WonSik se encontraba revisando por ultima vez unos documentos los cuales se usarían para la siguiente junta con los inversionistas del próximo proyecto que realizaría aquella empresa en donde trabajaba, estaba sumido en su trabajo hasta que alguien irrumpió en su oficina de manera bastante escandalosa lo que le provoco dar un respingo sobre su asiento, estaba a punto de llamarle la atención según él a su secretaria quien a veces tenia la costumbre de entrar sin previo aviso, pero sus palabras quedaron en su garganta al escuchar aquella voz tan familiar.

- ¡Ravi! -le llamo el recién llegado utilizando el apodo perteneciente al chico que momentos antes trabajaba tranquilamente, además le llamó con un tono de voz bastante alto a pesar de que estaban a unos cuantos metros, lo que hacía que aquel llamado parecido a un grito fuera innecesario, probablemente HakYeon estuviera enojado en esos momentos, cosa que su semblante indicaba. Cha HakYeon compañero de trabajo, jefe y además mejor amigo desde la infancia de WonSik.

- ¿Qué pasó, N? -le cuestionó el de cabellos negros al recién llegado llamándolo de igual manera por su apodo, un apodo muy corto a pesar de la gran explicación que había tras este, a veces era más fácil dar la explicación de que era su letra favorita, aunque resultará extraño.

- ¿tú qué crees? -respondió con otra pregunta la cual fue formulada con un tono de voz evidentemente molesto.

- Por tu cara y ese tono de voz supongo que es debido a tu padre ¿no es así? -hablo el pelinegro mientras dejaba de lado los documentos que había estado revisando anteriormente para poner su atención en su amigo, ya que sabia que si no le ponía la atención debida podría enojarse más y por experiencia sabia que no terminaría bien, más si era en esos casos donde tenía que ver el padre del moreno de por medio.

- ¿qué comes que adivinas?, si es por él nuevamente... -respondió al tiempo que se dejo caer en el sofá que se encontraba en aquella oficina- como siempre ya te imaginas la razón, cada vez que hablo con él es para que me diga lo de siempre "madura HakYeon, debes comportarte como un hombre de tu edad y bla bla bla" -imitó el moreno el habla de quien era su padre, acto que hizo que su amigo riera tras su escritorio- no te rías, no le veo lo gracioso, ¿madurar? Ni que fuera fruta y además sí me comporto conforme a mi edad... -hizo una pausa antes de soltar un suspiro y proseguir- bueno en algunas cosas, pero es que simplemente no quiero ser un aburrido como él, Ravi dame la razón.

El mencionado alzo una ceja mientras trataba de controlar sus ansias de echarse a reír ante aquella diatriba de su amigo, la cual parecía una lamentación sobreactuada, siempre era la misma historia, no importaba cuantas veces el señor Cha tratara de hacer que su hijo cambiara nunca lo lograba, HakYeon era único, además siempre había sido así, desde que WonSik lo había conocido hasta la fecha, aquel chico de piel morena no había cambiado en nada con respecto a su forma de ser o actuar, cosa que al pelinegro siempre le había gustado. HakYeon a pesar de tener veinticinco años no daba indicios de cambiar esa personalidad tan explosiva que tenia, le gustaba marcar la diferencia y darse a conocer por esa personalidad única, un claro ejemplo era el color rojo que poseía en su cabello, ¿desde cuando un empresario tenia un color de cabello así?, más siendo prácticamente el presidente de dicha empresa. Pero para HakYeon era algo completamente normal ya que su cabello siempre tenía cambios radicales de color, bueno cada vez que el moreno quería cambiar de estilo.

- Kim WonSik te he dicho que me des la razón -volvió a insistir el pelirrojo con un tono de voz grave que denotaba seriedad o eso trataba de transmitir, antes de acostarse en aquel sillón, el pelinegro sin evitarlo más soltó una carcajada, escuchar su nombre completo dicho con una mala imitación de un tono de voz serio fue el detonante de sucumbir ante la risa, no podía evitarlo, aunque HakYeon intentara ser intimidante ante WonSik no lo lograba, lo único que lograba era que el pelinegro riera.- Eres un tonto ¿sabias? -reclamo el moreno a su amigo quien ahora trataba de recuperar la compostura, se incorporo y se cruzo de brazos- además eres un mal amigo, siempre me tomas a chiste.

Mi Riesgo es AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora