CAPÍTULO 6

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- Ra-Ravi...

WonSik había logrado llegar a la residencia a la cual HakYeon llamaba hogar, durante el trayecto tuvo pequeños inconvenientes y tal vez un par de altercados con otros conductores, para su suerte no pasó a más que sólo palabras cruzadas, aunque tal vez una palabra soez pudo haber sido pronunciada por parte del pelinegro al igual también pudo recibir alguna, pero al menor corrió con suerte ya que llegó a su destino sin ningún daño, bueno en su persona porque en lo referente a su automóvil no estaba tan seguro.

- N... -simplemente eso salió de los labios del pelinegro en forma de susurro.

HakYeon sólo pudo atinar a quedarse parado en la puerta sosteniendo esta para mantenerla abierta aun sin terminar de procesar del todo que WonSik se encontrará frente a él, era algo que ni en su más loco pensamiento creyó capaz de presenciar, pero ahí estaba... sin importar la hora lo había ido a buscar, quizá, sólo quizá aquello era una obra del destino y si era así no dejaría pasar esa pequeña oportunidad, más si esta fue quien toco a la puerta de su casa, literalmente.

- Ravi... yo... -se quedó callado, en silencio se hizo a un lado en la puerta para indicar de esa manera que el pelinegro podía entrar- entra, afuera... hace mucho frío.

WonSik parpadeo un par de veces orientándose antes de siquiera dar un primer paso, aún se sentía bastante mareado, es más aún estaba bastante alcoholizado cómo para cometer imprudencias... como lo fue el manejar ebrio a mitad de la noche. Al recibir la invitación del moreno no dudo en aceptar, tratando de mantener el paso firme entro a la morada, camino hasta situarse cerca de dónde los sillones se encontraban, se volteó y sin más extendió uno de sus brazos mostrando colgado en su mano el objeto que le había hecho ir hasta aquel lugar.

- Esto... esto es -un hipido se le escapo, mal momento- tuyo...

- ¿Eh? -el moreno quien acababa de cerrar la puerta nuevamente se volteo con una expresión de total confusión reflejada en su rostro, confusión que no tardo mucho en ser disipada al momento de ver el objeto que WonSik tenia en su mano, una pequeña sonrisa se formo en los labios de HakYeon y sin esperar más tomó aquella prenda entre sus manos- ¡oh! Muchas gracias, creí... -se quedo en silencio y observo a WonSik quien le veía fijamente- creí que lo había perdido -finalizó.

- De... de nada -murmuró- yo... ya... me tengo que ir, descansa -el pelinegro esbozo una sonrisa chueca y se dispuso a caminar nuevamente hacia la salida, pero un paso fue lo único que dio antes de tropezarse con sus propios pies, dando así un traspiés que lo mandaría al suelo... ó eso era lo que creía.

- ¡Ravi! -el moreno ya se encontraba sosteniendo al pelinegro en el momento que pronuncio el nombre de este- no... no puedes irte... en este estado. -susurró al final mientras hacía el esfuerzo por enderezar al contrario.

- Yo no quiero... molestar más -WonSik se enderezó saliendo a la vez del agarre que tenían sobre él- ya cumplí... lo que venia a hacer. Debo irme... ahora.

- No puedes manejar en ese... estado -alego el moreno una vez fue completamente consciente de la ebriedad del contrario.

- Sí puedo... llegue hasta acá ¿no?

- Pero tu casa queda muy lejos de aquí... Ravi -el moreno observo alrededor de manera impaciente- puede pasarte algo.
- ¿Acaso importa? -el pelinegro volvió a acercarse al moreno y torpemente le tomo el rostro entre sus manos- ¿te importo?

- Ra-Ravi... -el moreno trago saliva ante semejante cercanía, podía sentir el aliento de WonSik, olía a alcohol, pero eso era lo que menos le importaba, solo podía ser consciente de las palabras y cercanía de este- claro que si... me importas.

Mi Riesgo es AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora