Había pasado mas de una semana sin noticias de los Arkwright y era extraño pero parecía que ya no recibirían ninguna otra invitación de su parte.
Allysa no lo entendía y menos que Margaret no la hubiese ido a visitar en tanto tiempo,pero se consoló pensando que estaría ocupada con su hermano y con el señor Ringewood,al cual por cierto no había podido sacar de sus pensamientos,se encontraba en constante recordando cada gesto o palabra que le hubiese dirigido.
En definitiva se estaba volviendo loca ¿o con que otra palabra se podría calificar si apenas y lo había visto una sola vez?Aun así ella se encontraba bien; Dorothy sin en cambio estaba un tanto decaída después de todo montar era lo único que le gustaba hacer,al menos Allysa leía,cocinaba o daba largos paseos pero ella no tenia otra cosa en la cual ocupar su tiempo,se la pasaba en el sofá acariciando a « borla » su gata.Una tarde Allysa decidió que sacaría a su hermana de ese estado tan lamentable y aprovechando que estaban solas en casa y que había prometido a la señora Tate tener listos los pastelillos para la hora del té, le dijo:
—Dory,haré unos pastelillos ¿quieres ayudarme?
De inmediato el rostro de Dorothy se ilumino y salto del sofá exclamando:
—¡Gracias Ally!
Ya en la cocina intentaban recrear al pie de la letra la receta que eligieron y en cuanto lo lograron llenaron moldes y los pusieron en el horno.
—No te preocupes Ally,que yo vigilo el horno— tomo una silla, la coloco frente a este y en seguida se sentó,parecía una profesional.
—Esta bien,por lo pronto yo iré limpiando un poco.
Empezaba a recoger los utensilios sucios y viendo la masa sobrante en uno de ellos se le vino una idea,
aprovechando que la otra estaba distraída tomo un poco de masa la unto en la mejilla de su hermana que se puso en pie sorprendida por el ataque pero de inmediato contraataco y le lanzo harina.
Entre risas comenzaron a perseguirse y ensuciarse con lo que encontraban a mano. En un momento llamaron a la puerta y ambas se detuvieron.—Espera,iré a ver quien es.
—Pero Ally tienes...
No alcanzo a escuchar lo que decía su hermana por que salio a toda velocidad.
Un gran error fue ese;se había olvidado que estaba toda embarrada de masa y harina pero no lo recordó hasta que abrió la puerta y se encontró con las risas de Margaret y Edward que al verla no se pudieron contener.Ese era solo el principio puesto que el señor Ringewood también iba con ellos,por suerte él solo se limito a sonreirle.—¿Qué paso contigo?- pregunto Margaret aun riendo.
—Dorothy y yo preparábamos pastelillos,comenzamos a jugar y este es el resultado— se señalo de arriba a abajo.
—Me imagino que Dorothy esta igual— dijo Edward que seguía divirtiéndose a costa de ella.
—En eso se equivoca señor Arkwright— lo miro muy seria — ella esta peor.
Hubo un pequeño silencio y después mas carcajadas. Excelentes amigos eran aquellos,sin duda alguna.
Mas en fin,los hizo pasar los condujo al saloncillo y pidió un momento para poder adecentarse un poco.Fue en busca de Dorothy le contó lo que paso y ambas subieron a limpiarse y cambiarse.No paso mas de media hora hasta que se presentaron en el saloncillo.—Y dime Margaret ¿a que se debe su visita después de tantos días?—inquirió y se notaba molesta.
—Solo...es que...pues— estaba claramente nerviosa — estuvimos ocupados ¿verdad Edward?— lo miro suplicando ayuda.
—Sí,en efecto— su sonrisa de un momento antes se había disipado y estaba incomodo bajo lo mirada de Dorothy él y Margaret se comportaban como si fueran culpables de algo— pero hemos venido a reparar el error,invitándolas a una excursión...
—¡A una excursión!— gritó Dorothy muy contenta se moría ya por salir de su encierro— ¿y adonde iremos?
—Puesto que no he tenido el tiempo de mostrar al señor Ringewood nuestras tierras— se explicó —decidí que el sábado próximo seria un buen momento y quisimos invitarlas— aclaro su garganta y prosiguió— tenemos planeado ir a caballo y mas tarde tomar algún refrigerio cerca del lago ¿que dicen? ¿les agrada la idea?
—Oh,sí mucho. Gracias.
—Me temo que yo no podre acompañarlos.
—Pero, ¿por que no?— preguntó Dorothy desilusionada,sabía que si Allysa no asistía ella tampoco lo haría.
—Sabes que no se montar Dory ¿como iría con ustedes? ¿caminando? Creo que no sera posible lo siento.
—Sí me permite,señorita Hardy— intervino Edward mirándola solo a ella— estuve pensando en eso y si usted gusta me ofrezco a llevarla conmigo.
Allysa quedo sorprendida con esta invitación y Dorothy ni se diga ¡su hermana y Edward en el mismo caballo! ¡jamas lo permitiría! Entonces se le ocurrió una idea.
—Espera,Ally eso no es necesario mira tú puedes ir en el dogcart y así también llevas a «blake,marlo y sunny»
—Concuerdo con Dorothy,es una gran idea.
—Esperen, ¿quienes son ellos? Estoy confundido.
—Son mis perros Señor.
—Nunca hubiera imaginado que le gustaran los perros— observó el señor Ringewood que se había abstenido de participar en la conversación hasta que escucho este peculiar hecho —sí me permite preguntar ¿que raza son?
—Collie Barbudo. Fueron un regalo de nuestra tía Rosse.
El señor Ringewood no se esperaba esta respuesta y menos se imaginaba como una chica de 19 años podía tener tres de esos enormes perros,cada vez le gustaba mas lo que iba descubriendo sobre ella.
Finalmente todo quedo arreglado ya solo quedaba esperar que llegara el sábado.
¡HOLA!
GRACIAS POR LEER
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Allysa Hardy
Historical FictionHija tercera de un matrimonio de clase media en la Inglaterra de finales del siglo XVIII,con un padre ausente y poco cariñoso,una madre que no posee voluntad propia y unas hermanas mayores que no tienen nada que ver con ella. Solo cuenta con su herm...