CAPÍTULO VIII

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Llego el día sábado y todos los involucrados en el paseo se preparaban desde temprano para salir antes del alba.

Miraron el amanecer cuando ya llevaban un buen trecho andado.
La formación fue la siguiente:
El señor Arkwright y el señor Ringewood encabezaban el grupo seguidos de Margaret y Dorothy y por ultimó Allysa que se cuidaba de no perder el control del vehículo,ya que para variar blake,sunny y marlo no podían estar tranquilos.

El señor Ringewood estaba muy intrigado por la personalidad de Allysa,sabía que tenía un lado divertido y agradable lo había notado la primer noche y después durante la visita que les hicieron.
Pero por algún motivo que le era desconocido ella tomaba una actitud diferente en su presencia,era una especie de reticencia a entablar contacto o por lo menos conversación con él. Incluso había llegado a pensar que con su amigo sucedía lo mismo,pero noto que sus aseveraciones no eran las correctas y se preguntaba el porque de tal cambio en ella. Seria,¿por qué conocía a Edward desde siempre? o ¿por qué él no le agradaba? No lo sabía. Pero de algo estaba seguro,lo averiguaría. Y empezaría en aquel momento.

Fue disminuyendo el paso de su cabalgadura hasta quedar lo mas disimulado que pudo junto a ella y se demoro pensando como abordarla. Nunca había conocido a una joven como aquella y no encontraba la forma de comenzar a hablarle. Esto le estaba resultando difícil,se le daban bien las conversaciones con cualquier persona pero no ahora con Allysa. Se armo de valor y comenzó diciendo:

—Es un día hermoso ¿no lo cree?—se arrepintió al instante de abrir la boca ¿pero que rayos le ocurría? hablando del clima,inaudito. Aun así espero una respuesta.

—Sí,lo es— le respondió en tono calmo y ni siquiera lo miró.

Dios,esto seria mucho mas difícil de lo que imagino. Bien,ya que parecía no tener opción se decidió por ser directo, no era su costumbre darse por vencido.

—¿No le agrado señorita Hardy?— preguntó muy interesado por saber cual seria la respuesta y obtuvo parte de lo que quería cuando lo miró con los ojos muy abiertos y negando enérgicamente.

—No...em...quiero decir— se estaba poniendo nerviosa,frotaba sus manos y sostenía muy fuerte las riendas causando que el caballo detuviera su marcha—,usted me agrada ¿que le hizo pensar de ese modo?

—Nada,es solo que usted es muy callada.

—Lo lamento—dijo y sintiendo la necesidad de explicarse empezó a hablar sin parar—.Le aseguro que no era mi intención ser desconsiderada o grosera en ningún sentido yo quisiera que usted no me considerase una mala persona,en realidad hace poco no estaba segura de como tratarle,no soy buena conversando con personas que no conozco,es muy extraño,lo sé, pero espero que me comprenda... ¿podrá hacerlo?

Él la miraba con una enorme y perfecta sonrisa.
Habia logrado lo que deseaba: sacarle mas de una palabra seguida. Ahora que ya tenia la primer victoria asegurada iría por la segunda.
Se apeo del caballo y acorto la distancia entre ellos,tomo las manos de Allysa y le dijo mirándola fijamente a los ojos:

—Lo haré. Pero solo si usted me considera desde este momento su amigo.

—Por supuesto,señor Ringewood.

—Por favor,llámeme William.

—Esta bien...William.

Fue solo un suave murmullo pero haber escuchado su nombre en labios de ella lo había llenado de felicidad y comenzaba a creer que lo que le inspiraba era algo mas fuerte que una simple atracción.

Volvieron del trance mutuo solo para percatarse de que los demás ya no estaban y ellos tenían que alcanzarles lo mas pronto posible. Por fortuna Allysa conocia bien el lugar y no tardaron en encontrarse. La mirada que Dorothy le dedicó a su hermana fue todo menos discreta y era seguro que el interrogatorio seria aun peor tendría que estar preparada.

Cuando hubieron llegado al lago,los caballeros acomodaron y ataron las monturas.
Las damas por su parte se dedicaron a preparar el lugar y adecuarlo para servir el tan esperado almuerzo.

—¿Recuerdan la primera vez que estuvimos aquí?-

—¡Que si lo recuerdo!—exclamó Margaret—,fue por mi cumpleaños y gracias a ti—le enterró un dedo en el pecho a su hermano—Allysa casi se ahoga.

—No entiendo,¿que fue lo que ocurrió Edward?— su expresión se endureció,pero el instinto protector que el señor Ringewood tenia para con Allysa le obligaba a cuestionar y sentirse enojado con su amigo.

—Fue algo tonto en realidad—respondió restandole importancia al asunto y a la actitud de William.

—Eso no es verdad. Si le interesa saber, señor Ringewood—,Margaret hizo una pausa y continuo a pesar de que Allysa le suplicaba con la mirada que no lo hiciera- resulta que ese día Edward quería tener la completa atención de Allysa. Pero para su total molestia ella no dejaba de leer,entonces en un arranque mi hermano tomo su libro y lo aventó al lago.
Claro esta que Allysa se enfado mucho mas y decidió que lo sacaría,así que intento jalarlo pero no pudo y cayo al agua.


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Allysa Hardy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora