Capitulo 3. Segundo peor día.

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No me escuchó y siguió tocando el piano.

La música era tan triste y sentimental.

Recuerdo cuando la tocó por primera vez para mi.

Fue el primer momento feliz que tuve en mi vida.

De manera inconsciente entro al salón.

No nota mi presencia.

Siento pánico, si voltea...

No se de lo que será capaz.

La partitura casi llega a su final, ese triste final. Justo como nosotros.

El final llegó.

El silencio reina en el lugar.

—Hola Ángel —dijo sin voltear a verme.

Tragame tierra.

Estoy asustado, no puedo dejar de temblar y llorar. Quiero correr y correr sin parar hasta que porfin me sienta seguro, el dolor no tarda en lastimar mi corazón.

Se levanta.

Da una gran bocanada de aire.

No lo hagas.

No quieres hacerlo ¿cierto?.

Por favor no voltees.

Los pedidos que gritaba en mi mente no lograron salir por mi boca.

De manera lenta gira.

Su mirada se cruza con la mía, siento como si un cuchillo ha atravesado mi corazón.

Quedé petrificado.

Siento miedo combinado con dolor, pero este dolor es distinto...

Es un dolor más hiriente de lo normal.

Quizás por que era dolor combinado con recuerdos de amor.

—Ángel necesito que me escuches —da un paso hacia adelante acercándose a mi.

Asustado, comienzo a retroceder unos pasos.

Thomas lo notó, bajo la mirada y pude notar la tristeza que tenía en ese momento.

—Me lo merezco, —dice aceptando mi miedo hacia el— sólo escuchame.

—¿Q-qué... —traté de hablar pero fue un fallido intento.

—¿Qué hago aquí? —leyó mis pensamientos— después de que te fuiste, te estuve buscando por cielo y mar; fue muy difícil encontrarte pero porfin lo logre.

—¿Cómo? —Pregunté.

—Gaste una gran cantidad de dinero sólo para dar con tu paradero —su mirada se volvió triste—. Quería perdirte... Perdon, por todo, lamento todo lo sucedido. —se arrodilla y sube la mirada, está llorando— Perdón.

No podía creer lo que veía

Me estaba suplicando perdón

Arrodillándose y llorando.

No aguante más, ver eso me hizo entrar en razon. Thomas ya me había pedido perdón ciento de veces anteriormente pero nunca de esta forma, fue mucho para mi.

—Perdoname por favor —seguía suplicandome.

Sin saber que hacer, solo se me ocurrio uir y correr el cual era mi plan inicial cuando me habló.

Salgo disparado del salón, me sentía muy triste Thomas me había buscado y me encontró; no sólo eso, me siguió.

Estoy corriendo, sin un destino en especifico. Veo un letrero que dice “Baños”.

Frágil (Pausada) (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora