-Ven, te llevaré con Niall.
-Por favor…
Su llanto ya había cesado, no mucho pero ya no era nada comparado como en el momento en que su padre la golpeó tras decirle que era una ramera. Llegó a la cocina y al ver a su novio no pudo contener más el llanto.
-¿_______?- Se restregó los ojos- ¡_______!
Se limitó a abrazarla, él sabía mejor que nadie como tranquilizar a ________ en estos momentos; con ternura, amor y paciencia, esa era la combinación perfecta. Niall besó su cabeza y pasó los dedos por su cabello, sabía que el que la peinara siempre la calmaba en los momentos difíciles.
-Quiero irme.
-Te iré a dejar…
-A tu casa- Le mostró la mochila que cargaba en su espalda.
-¿Te fuiste de tu casa?
-Sí- Le mostró el otro lado de su rostro.
Al rubio lo invadió la impotencia. Quería golpearlo pero… ¿Qué sacaría con ello? La última vez que enfrentó al padre de ________ casi acabó con la nariz sangrando y un costilla quebrada, sin duda golpearlo sería demasiado esfuerzo para finalmente acabar en lo mismo.
-¿Dónde estaban tus hermanos?
-Ayer se fueron a Canadá.
-¿Y tu madre?
-De compras…
-Gracias por todo Harry- Le dio un abrazo a su mejor amigo- Adiós.
Acto seguido de susurrar un “Te amo y todo estará bien” guió a su novia a la salida para entablar el viaje rumbo a la casa de los Horans. Ninguno hablaba, él por miedo a decirle todo lo que pensaba acerca de su padre y ella para no caer en el llanto una vez más.
-No creo que haga falta decirte lo que pienso de tu padre.
-Sé lo que estás pensando… que es un narcisista que no merece que gaste mis lágrimas en él.
-Sí y no. Tienes derecho a gastar todas lágrimas que quieras en él, es tu padre y a pesar de todo sé que te ama.
-Sé que me ama pero a veces es demasiado estricto y duro conmigo.
-¿Por qué te golpeó?
-Se enteró de lo del lavado y…
-¿Y?
-Me preguntó por mi cruz.
-¿Qué le dijiste?
-No pude decir nada, antes de contestar me dijo acabaría embarazada antes de cumplir los dieciocho.
-No quiero que te separes de mí- La tomó de la mano- Hoy creí que te perdería.
-Necesitaba pensar.
-¿Qué pensaste?
-Que te amo y no sé qué haría sin ti- Lo miró.
-Podrías hacer mucho sin mí, él que sería un desastre sería yo… Eres mi equilibrio y mi soporto, si tú no estás yo simplemente me derrumbo.
-No me digas eso- Lo agarró por el rostro- No te dejaré- Lo besó- Jamás- Volvieron a unir sus labios.
-¿Qué diremos en mi casa?
-La verdad- Tocó el timbre.
-Espero que comprendan.
-Estoy segura que tu madre lo hará.
-Hola- Sonrió la mujer hasta que vio el rostro de ________.
-Lo que…
-Tu padre te golpeó- Concluyó.