-Gracias.
-De nada- Le entregó la bolsa.
< Hasta que por fin se digna a llamarme >
-Hola… Amiga.
-Hola- Respondió nerviosa.
-¿Qué pasa contigo Vane? Has estado rara, no me has llamado o hablado.
-Conmigo nada es solo que…
-Me escondes algo.
-Ven a mi casa y hablamos.
-No puedo estoy haciendo unas compras.
-Pero…
-Tengo otra llamada, te hablo después- Colgó- ¿Diga?
-¿Señorita ________?
-Si, soy yo.
-Estoy llamando de Party’s.
-¿Es sobre lo que pedí?
-Si… una cama saltarina tamaño jumbo, globos de helio con formas de animales y un castillo inflable ¿No?
-Si, ¿Hay algún problema?
-No, solo llamaba para avisar que están disponibles para el 13 de septiembre.
-Gracias.
-De nada, suerte con el cumpleaños del niñito- Cortó.
< ¿Niñito? >
Se encogió de hombros y siguió su camino, ya con la camiseta que le había comprado y los preparativos de la fiesta estaba todo listo, sin duda eso de pedirle 50 euros a cada uno de los chicos había sido más que una excelente idea.
< ¿Dónde estas? Te extraño, ven a verme >
¿Por qué no vienes a verme tú? Le respondió el mensaje a su novio. Casualmente pasó por la casa de Niall, bueno, no tan casualmente ya que esta estaba en su camino pero lo que no se esperaba era encontrarse con el rubio saliendo de ahí en ese preciso momento.
-¡Amor!
-Bebé- Le sonrió.
-¿Cómo estas?- Besó sus labios.
-Bien.
-¿Qué haces acá? Tú me dijiste que fuese a tu casa.
-Lo se, ahora iba a casa.
-Son las 12:00 AM. ¿De donde venias?
-Del centro comercial.
-¿Fuiste sola?
-Si.
-Te he dicho que no me gusta que salgas sola allá.
-No me va a pasar nada.
-Eso mismo dijiste la otra vez y…
-No me recuerdes eso- Se vio la seriedad en su rostro.
-¿Qué es esa bolsa?
-Nada.
-¿Una bolsa de una tienda de futbol?
-No- Mintió.
-Déjame ver- La abrazó.
-No.
-Te doy un besito- Estiró los labios.
-No gracias- Le robó un beso.
-Ladrona de besos déjame ver- Le quitó la bolsa- No puedo creerlo… ¡Es la nueva camiseta del Manchester United!- Empezó a dar brincos mientras se la ponía.
-Pero Niall… arruinaste tu regalo de cumpleaños- Se cruzó de brazos.
-¿Era mi regalo?- Ella asintió- Si quieres la puedo guardar y fingir sorpresa el día de mi cumpleaños.
-Niall, es obvio que no te la vas a poder quitar.
-Bueno, tienes razón- Ladeó la boca.
-Dame dinero.
-¿Para que?
-Para comprarte un nuevo regalo de cumpleaños.
-Mmm… ya no tengo más dinero.
-¿Por qué no?
-Me dijeron que no me darían más dinero hasta noviembre.
-¿A ti también? Mi padre me dijo lo mismo.
-¿Quieres entrar a la casa? Ya que estás aquí.
-Claro.
Con las manos enlazadas entraron a la casa; no había nadie a la vista pero se oían unos pequeños ruidos, ambos se extrañaron y caminaron al cuarto de Liz ya que era de ahí donde se escuchaban.
< Oh mi dios >
-¿Viste lo que yo vi?- Cerró la puerta rápidamente.
-Si.
-Tengo que decirle a Harry.
-Bebé no le digas.
-Es mi amigo, tiene que saber que su novia o lo que sea lo engaña.
-Pero…
-No importa si es con una mujer, está engañándolo.
-Debe haber una explicación.
-Lo único que me parece es que Liz volvió a su pasado lésbico.
-Shhh…- Le tapó la boca- No sabes en lio que se mete Liz si tus padres se enteran.
-Al menos déjame llamar a Harry.
-Está bien, hazlo.
< ¡Contesta, contesta! >
-Niall…- Dijo ________ al oír como un teléfono sonaba en el cuarto de su hermana.
-¿Harry?
-Emm… si- Sonaba agitado.
-¿Dónde estás?
-En mi casa.
< Maldi’to mentiroso >
No se aguantó la rabia y abrió la puerta del cuarto de Liz. Aterrador, sencillamente le pareció aterrando el ver a Harry observando atentamente como Liz y la otra chica se besaban. El rizado se percató de la presencia de su amigo y miró el teléfono.
-Eres un enfermo.
-Yo… nos pareció divertido.
-¿¡Te parece divertido ver a mi hermana besándose con mujeres!?
-¿Qué acabas de decir?- Preguntó la señora Horan.
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