Apresuradamente abrió el agua de la ducha, se metió en ella y por la cintura la metió a ella junto a él. _______ tiritó ya que el agua estaba fría, él chico de inmediato puso el agua caliente.
-¿Ya?
-Sí, mamá.
-¿No viste mi teléfono por acá? Lo he buscado por toda la casa y nada.
-No, de seguro está en la sala.
-Tal vez, gracias amor y cuando salgas procura no despertar a _______.
-Lo haré- Le besó el cuello.
-Tengo toda la ropa mojada- Se quejó la chica.
-Te ves linda así.
-Hasta mis zapatillas están mojadas.
-No importa, te prestó algo mío después.
-De acuerdo.
-¿En qué estábamos…
-No creo que podamos seguir, estoy mojada y no sé- Rió.
-No quiero que te resfríes.
Le besó el cuello y comenzó a bajarle el cierre de la espalda, tiró lejos la prenda para poder observar aquel adorado sujetador. Sintió ganas de apretar como siempre sus pechos pero ahora solo le desabrochó el sujetador. Ya teniéndola semidesnuda queso más y fue por el cierre de su falda, la quitó y ahora solo le quedaba la ropa interior. Se restregó los ojos quitándose el agua de los ojos y bajó su vista desde su cabeza a los pies; sencillamente maravillosa.
-Salgamos- Salió primero y la ayudó a salir.
-Gracias.
-¿A dónde vas?
-Afuera- Dijo cubriéndose con una toalla.
-No- Le quitó la toalla- No nos iremos todavía.
Entre la confusión de su novia tendió una toalla en el piso, y después arrugó otra y la puso en una esquina de la primera. Tomó a ________ de la mano y la recostó con cuidado y con la cabeza descansando sobre la toalla arrugada. Se tendió sobre ella y la comenzó a besar desaforado, la tocó por completo y saboreó casi cada rincón de su cuerpo. Le quitó las zapatillas y los calcetines dejándola solamente con su prenda interior, sin dejar de besar el valle de sus pechos paso su mano delicadamente por su feminidad que estaba levemente húmeda. No lo pensó y tan solo le quitó esa prenda pero esta vez viéndola a los ojos, introdujo un dedo cuidadoso esperando que su acción fuese bien recibida, lo fue; ________ se mordió el labio y lo tiró de vuelta a sus labios. Comenzó a introducir sus dedo cada vez con más presión, se estaba estresando, por más fuertes que fuesen sus penetraciones, ella no gemía ni para respirar.
-Me caben tres dedos- Susurró sensualmente en su oído.
-¿Tres?- Le mostró tres dedos con su mano desocupada.
-Sí- Le mordió el lóbulo de la oreja.
-¿Cómo sabes?
-Lo he intentado.
Saber eso solo excito más al rubio, quien oído eso quiso darle lo que pedía añadiendo dos dedos más, está vez si jadeó, fue un suave pero pronunciado jadeo. Dejó de besarla y se dedicó a ver como como actuaba ante tal estimulación, aumento la velocidad y de a poco sus dedos se comenzaron a correar.
-¿Qué tal?
-Genial- Sonrió con la respiración agitada.
-Te amo- Sacó su dedos y los lamió uno por uno.
-Yo también bebé- Cambiaron de posición y ella descansó la cabeza en su pecho mientras el jugaba con su cabello.