-¿Estás molesta?- Cerró la puerta.
-No- Sonrió.
-Si me dices para que yo te regalo el dinero.
-No puedo.
-¿Para qué quieres ese dinero?
< Para comprarte la camiseta del Manchester United que tanto quieres >
-¿Qué tal si jugamos?
-No me evadas el tema.
-Juguemos, Niall- Le puso seguro a la puerta- Es una pequeña apuesta.
-Te escucho.
-Por cada prenda que yo te logre quitar serán 15 euros y, por cada prenda que tú me quites se descontaran 5.
-No entiendo.
-Es fácil, tú me quitas la ropa y yo te quito la tuya.
-¿A la fuerza?- Arrugó la frente.
-No- Rió.
-¿Entonces?
-Hay que usar algo llamado fuerza de voluntad- Se sentó sobre sus piernas- ¿Has escuchado de eso?- Mordió su cuello.
-Sí- La rodeó con los brazos.
-¿Aceptas o no?
-No lo sé.
-¿Tienes miedo a perder, bebé?
-No tengo miedo.
-¿Entonces qué?
-¿Me dirás para qué es el dinero?
-Para eso es este juego, no preguntas, te diviertes y después solo entregas.
-¿Hay alguna regla que debiese saber?
-Como dije, no puedes quitar la ropa a la fuerza, puedes intentar sacarla pero si el otro te detiene tienes que ir por otra prenda.
-¿O sea tiene que ser con consentimiento del otro?
-Sí, solo cuando el otro no haga nada para detenerlo.
-Acepto pero… si te quedas sin ninguna prenda me dices para qué es el dinero.
-Trato hecho.
Con una enorme sonrisa lo recostó sobre la cama, tomó de adrede sus manos y las puso en su trasero. Él apretó y yo ella comenzó a mover las caderas sensualmente sobre él. Apoyó ambas manos a los costados de su cabeza y se inclinó para besarlo, pero él en una ágil movimiento la giró dejándola bajo de él. Repartió desesperados besos por sus hombros y cuello, no estaba apurado, sino que, estaba buscando el momento preciso para comenzar a deshacerse de prendas; primero que nada necesitaba excitarla.
________ bufó, estaba siendo derrotada en su propio juego, ya llevaba menos cinco euros en su marcador y no estaba dispuesta a perder ni uno más. Uso un truco sucio y barato… acariciar el miembro de él con la pierna, era un arma segura y que por su puesto funcionó a la perfección, Niall se dejó llevar tanto por el placer que ni se percató cuando ________ tan solo con los pies se deshizo de sus zapatillas y calcetines; ya tenía prácticamente esos 55 euros en el bolsillo. Niall bajó la vista, ya había perdido cuatro prendas, no podía quedar como el débil y aunque lo fuese sentía la necesidad de ganar, siempre había sido un chico muy curioso, y esta no sería la excepción.
Observó a su novia por unos segundos en busca de sus puntos más vulnerables, por la presión no logró hallarlos por lo cual se limitó a aferrarse a aquel punto de ventaja que le llevaba; su pecho desnudo, había partido excelente quitándole la polera sin problemas, pero ahora estaba en una notable desventaja… estaba a punto de perder, sin duda aquello no soportaría más encerrado en sus pantalones.
-No me aguanto a ver que hay bajo tus pantalones- Le deslizó los dientes por el cuello para acto seguido montarse sobre él.
-Tendrás que aguantarte mucho tiempo.
-No lo creo- Se sentó precisamente sobre su miembro.
-Dios…- Gimió.
-¿Ves? Niallcito no aguantará mucho tiempo encerrado.
-¿Niallcito? Ya no creo que haya un Niallcito allá abajo.
-Ver para creer, muéstrame Niall.
-No, intenta con otra prenda.
-Me quitó el sujetador si tú te quitas la polera.
-Ya- Se mordió el labio.
-Uno, dos y tres- Niall rápidamente se sacó la polera mientras _______ se aguantaba la risa.
-¡Hey! Me engañaste.
-Sí.
Dejó besos por todo su pecho y abdomen. Niall estaba al borde de la locura y más allá del séptimo cielo, ________ lo tenía sobre las nueves e incluso más arriba.
Ella llegó con sus besos hasta la parte más baja de su estómago, con los dientes agarró el elástico del pantalón y lo jalo hacia arriba, lo soltó y al ver como el miembro de Niall se inclinaba hacia el lado izquierdo fue por el y lo mordió con cuidado. Un pronunciado jadeo salió de la boca del rubio, como no, el pobre estaba tan excitado que era cosa de que _______ intentara cualquier otro tipo de estimulación –por muy leve que fuera- para que este acabara finalmente eyaculando dentro de los pantalones.
-¿Hace calor, no?- Subió la vista.
-Emm… yo… sí- Titubeo.
-¿Qué tal si me deshago de tus pantalones?- Él calló- Lo tomaré como un sí.
Definitivamente _________ lo logró, tenía 85 euros ya en el bolsillo, más que suficientes para comprar la camiseta que el muchacho tanto deseaba. Sonrió al verlo solo los bóxers recostado en la cama con los ojos cerrado esperando que ella continuara.
< Otros 15 euros no me cabrían nada mal >
Le bajo aquella ultima prenda, a lo cual él ni se inmutó. Recogió su polera del piso para luego ponérsela y besar la coloreada mejilla del chico.
-Creo que ya van a ser las ocho ¿Me acompañas a mi casa?
-¿Cómo, que paso con esto?- Se levantó apuntando su erección.
-Me debes 100 euros, el juego termina cuando ya no hay más prendas.
-Pero tú todavía tienes prendas.
-Sí pero bebé tú ya perdiste.
-No me gusto este juego- Se molestó.
-No siempre puedes ganar.
-Jamás ganó, tú siempre eres la que ganas.
-Tienes razón, ¿Sabes que es lo mejor que he ganado en toda mi vida’
-¿Qué?
-A ti bebé, eres mi premio más grande.
-¿De veras?
-Sí.
-Llevamos dos años y cada día se siente como el primero.
-Bésame.
-Niall…
-Por favor.
-Lo haría pero me da cosita acercarme mucho a eso- Vio su miembro.
-Bueno- bajó la vista.
-Ven aquí- Se lanzó a la cama sobre él- Te daré todos los besos que quieras.
-Ahora que lo pienso tu juego no es tan malo- La besó.
-Nada es malo si estás conmigo
