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-¡Pero ella lo hizo! -gritó el pelinegro señalándome.
-¡NO ME IMPORTA! ¡EL TRABAJO ERA EN PAREJAS! ¡LOS DOS A LA DIRECCIÓN! -gritaba eufórica la profesora.
Por eso nadie la quería.
Me quité los lentes de protección sonriendo, tomé mis cosas y salí de ahí hacia la dirección. Erik venía atrás mio. Subimos escaleras hasta llegar a la oficina del director. Estaba ocupada, nos sentamos en las sillas a esperar. Después de media hora, salió un profesor y la profesora de química entró a la oficina dejando la puerta entreabierta.
-Estás loca. -me dijo Erik- Por tu culpa nos mandaron hasta acá.
Yo solo rodé los ojos.
-Tal vez nos castiguen. Eres una busca problemas. -siguió quejándose- ¿Así eres siempre? Seguro lo hiciste a propósito para que me regañaran. -no contesté y lo miré- ¡Felicidades! Lo conseguiste. Es mi segundo día de clases y ya estoy en la oficina del director. ¿Que impresión voy a dar?
¿Que nunca se calla?
-¿Te imaginas que hablen mal de nosotros? -siguió- Eres una bad girl. Me pondrán a barrer, y a lavar los platos de la cafetería. Tal vez nos pongan un examen sorpresa. Tal vez reprobemos el bimestre.
-No seas chillón. -le dije conteniendo una carcajada.
Erik puso los ojos en blanco por mi "preocupación".
Los minutos pasaban, de vez en cuándo Erik me lanzaba miradas y las despegaba. Claro que yo también estaba nerviosa, pero no tanto como el. En la primaria el era un poco más rebelde que yo, ahora creo que habíamos cambiado papeles.
Si el había cambiado en eso, creo que debió cambiar más. Y me gustaría averiguar eso en una aventura. Cosa, que creo que sería imposible.
Entonces sentí el ambiente diferente; triste, imposible y cosas indescriptibles, que podía decir que no era alegre.
La puerta se abrió completamente dejando a la vista la oficina del director, la maestra nos indicó que pasáramos y así lo hicimos.
-Jóvenes -habló el director- Adelante, tomen asiento -señaló las dos sillas de cuero frente a el.
Erik tomó asiento un tanto nervioso. El director me miró esperando a que imitara a Erik
-Estoy bien así -hablé cruzándome de brazos.
El director asintió y apoyó los codos en su escritorio.
-Dian Gallagher. -habló el- Jamás creí que causaría problemas. -el director esperó un segundo callado, no respondí y se dirigió a Erik- Usted señor Sans. Se que los chicos son problemáticos, pero no me lo esperaba de usted.
-Lo siento mucho. No volverá a pasar.
La profesora estaba detrás de nosotros con sus brazos sobre las caderas.
-¿Y? ¿No les pondrá un castigo? -habló esta.
-Se quedarán 1 hora más en la escuela. -dijo el director.
-¿Ya me puedo ir? -pregunté irritada, el director asintió levemente. La profesora me lanzó una mirada venenosa.
«Al carajo, nadie la quiere.»
Sonreí por mi pensamiento y salí de ahí.
Las clases pasaron normal, y con normal me refiero a aburridas. Me dirigí a la biblioteca, me saltaría francés. Pues la profesora está loca y dijo que jamás me quería ver en sus clases. Me confundió con una tal "Debby" Y me llamó roba "novios"