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-Insisto en que es muy apresurado -insiste Erik, cambiando de canal.
-No es para tanto -le digo, metiendo una gomita a mi boca- Además, me gusta, es lindo, buena persona, de mi edad..
-Lo conoces apenas hace una semana Dian. -me interrumpe.
Le conté a Erik de mi relación con Mario, lo entiendo, es muy apresurado, pero la vida no dura para siempre.
-Pero.. -resoplo- Está bien, es un poco apresurado, pero, hay que averiguarlo.
Erik rueda los ojos, y sigue viendo "La Era De Hielo"
-¿Entonces, vamos a la playa? -dice Mario, llegando con su cabello húmedo.
-Cómo quieran.
-Ya hemos ido varias veces, ¿No quieres ir a caminar?
Mario me responde con un "Okay" y besa mi frente.
* * *
El sol se comienza a ocultar, la gente comienza a salir, unos van al centro, otros van a cenar o unos chicos saliendo de la escuela. La tarde se ve bonita, el amanecer es bello, el medio día no tanto, el atardecer es bello, y la noche también.
Erik camina a mi lado izquierdo, Mario a mi derecho y me toma de la mano. A lo lejos vemos un pequeño local con un letrero grande, dónde dice "Tatuajes"
-Ey -les digo- ¿No les gustaría hacerse un tatuaje?
Los dos me miran sorprendidos.
-Me dan miedo las agujas. -Erik responde rápidamente.
-¿Enserio?
Mario deja soltar una sonora carcajada, y me uno a ella. Pero el pelinegro no le encuentra la gracia.
-Vamos, será divertido. -lo animo, con mi mejor sonrisa.
-Te ponen anestesia. -le informa Mario.
Erik suspira con nerviosismo, después asiente, un poco dudoso.
Mario y yo le sonreímos animándolo, entonces lo tomo de la muñeca y nos encaminamos hasta el pequeño local.
Adentro, hay muchos recuadros de arte, y está obscuro, en las paredes, hay luces de colores, me gusta su estilo.
El chico que está en el mostrador, le cálculo cómo unos 18 años. Deja de dibujar unos lentes en su bloc, y nos mira, sonriendo.-Hola ¿Se van a tatuar?
-Así es, ¿Tienes diseños? -le pregunta Mario, amable. Yo le sonrió al chico, mientras Erik se muerde su labio.
-Claro -mete las manos en uno de sus cajones- ¿De que diseños?
Mario me mira expectante, esperando a que yo responda.
-De... Amigos. Un trío, por favor.
El chico asiente y nos da muchas hojas, cada uno comienza a buscar un diseño, después de 5 hojas, uno llama mi atención. Son tres triángulos pequeños en el antebrazo, cada uno iluminado en escalerita.
-Me gusta éste. -se los enseño.
-También a mi. -me dice Erik, sonriente.
-Entonces ese será.
El chico asiente y llama a un tal "Adrián".
-¿Que paso? -le pregunta, un chico saliendo de un pequeño cuarto el cual supongo que es Adrián.
-Se van a tatuar.
-¿Los tres?
El chico no le responde, se concentra en su dibujo.
-Carlos -lo llama.
-¿Que? -sigue dibujando.
-¿Los tres?
Carlos le responde con un "Mmju" y sigue en lo suyo. Adrián nos voltea a ver, con una sonrisa.
-¿Quien será el primero?
Los tres respondemos al mismo tiempo, pero no la misma cosa.
Erik: Dian.
Yo: Mario.
Mario: Erik.
Adrián nos mira confusos, entonces,Mario se arma de valor y es el primero.
-Carlos, ¿Te importaría ayudarme? -le pide el chico mayor.
-¿Con que?
-Con la señorita. -entran en el cuarto con luces neutra, no vemos nada, pero al poco tiempo se escuchan los quejidos de Mario..
Carlos me lleva a otro cuarto, me sienta en un sillón y apoyo mi brazo en una mesa, dejándole el antebrazo a su alcance, Carlos prepara algo que no tengo ni idea de que es, se pone unos guantes de látex y toma lo que parece un bisturí, pero creo que son las agujas.
-¿Me va a doler? -le pregunto, antes de que comience.
-¿Es tu primer tatuaje? -asiento- Un poco.. -me sonríe. Le devuelvo el gesto y me concentro a mirar todo lo que hace, contemplando cómo la tinta se queda estampada en mi piel.
* * *
-Me gusta el mío. -miro por décima vez mi antebrazo, caminando lentamente.
-Pero dolió -se queja Erik.
-Valió la pena -dice Mario.
Todos nos quedamos en silencio, pensando en qué decirle a nuestros padres.
-¿Que les diremos?
Nadie me contesta.
-Que es uno de henna. -propone Mario.
No contesto nada, solo le doy un apretón a la mano de mi novio.
Llegamos al hotel, dónde nos esperan los adultos en los sillones para ir a comer, nos acercamos con nuestras mejores sonrisas, y sus vistas llegan a parar a nuestros antebrazos.
-¿Que.. Les pasó? -pregunta Anna, horrorizada.
-Fue idea de Dian. -Mario y Erik me señalan.
-¿QUE?
Mi mamá toma aire, para darme un sermón.
-Mamá.. -le digo, antes de escucharla.