CAPITULO 1: EL DÍA QUE ELLA SE FUE

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[TOM HIDDLESTON]

SEIS MESES ATRÁS

Todo estaba para esta velada tan romántica y magina, llena de emociones para mí y Andrea. Hoy ella sería mía para siempre, era nuestro tercer aniversario, hoy era el día en que nuestras vidas cambiarían, hoy le pediré a Andrea que sea mi esposa. Todo estaba listo para ser una velada sencilla pero romántica.

Me encontraba parado frente al espejo, terminaba de arreglarme mi corbata para después pasar por Andrea. Debo admitir que ha sido difícil todo esto que hemos pasado, ella en silla de ruedas, las criticas, su baja autoestima. Pero todo eso la verdad es que no me importa, no importa que digan que ella es una "carga" no me importa por simplemente la amo.

Llegue a la casa de Andrea y cuando toque el timbre me abrió su madre, le di un beso en la mejilla a modo de saludos.

—Hola Tom. Te ves muy guapo hoy—dijo la madre de Andrea con una cálida sonrisa maternal—En un minuto vendrá.

—Gracias—le sonreí y a los minutos vi a mi hermosa chica salir, se veía tan hermosa y reluciente, ella era como una estrella, más bella que una estrella.

—Hola—dijo ella con una sonrisa.

—Hola, querida—me acerque a ella, me incline para darle un tierno beso en mis labios— ¿lista?

—Sí.

—Bien, primero te voy a vendar los ojos.

—Está bien.

Rodee la silla para colocarle con delicadeza una venda en los ojos, después de asegurarme que ella no veía nada, nos despedimos de sus padres y comencé a empujar la silla de ruedas para llevarla hasta mi casa que se encontraba a unos escasos pasos de la casa que le había conseguido a los padres de Andrea para que se sintieran cómodos en su estadía aquí en Londres.

La lleve hasta el patio de mi casa, en el centro de este había una mesa con un mantel blanco, velas, flores y petadlos de rosas regados por todas partes. Le quite la venda a Andrea con cuidado para que ella pudiera verlo todo.

— ¿Qué hacemos en el jardín de tu casa? —preguntó.

—Bueno, quería que esto fuera algo muy especial, sencillo pero romántico y además lo hice con mis propias manos, yo hice todo, la comida, acomode la mesa y las flores.

—Tom—murmuró y la acerque a la mesa—es perfecto.

Comenzamos a comer, todo estaba demasiado delicioso. Ambos conversábamos animadamente y muy felices entonces de pronto los dos nos pusimos serios. Creo que la hora llego, ahora es cuando debo preguntarle a Andrea si quiere casarse conmigo.

—Tengo algo que decirte—dijimos los dos al mismo tiempo—No, tu primero... bueno yo... no, tu primero—le tape la boca.

—Tu primero, querida.

Andrea se quedo sería por un momento pensando, yo sentía que aquella pequeña cajita me estaba quemando moría de las ansias por mostrársela y arrodillarme frente a ella. Andrea soltó un pesado suspiro y dijo las palabras que jamás me imagine escuchar.

—Tom... nos vamos a mi ciudad—dijo. Será genial con ella casarnos en el lugar donde nuestro amor comenzó a fluir.

—Perfecto—dije con una sonrisa y ella me miró confundida—solo déjame preparar mis males y nos vamos—ella bajó su mirada y supe que algo no estaba bien—espera... cuando dices "nos" te refieres a....

—Mis padres y yo—murmuró y aquello me cayó como un balde de agua fría.

— ¡¿Qué?! ¿Por... por qué?

—Es lo mejor para los dos.

¡Ja! Esto de seguro solo era una cruel y jodida broma, ella me hacía demasiado feliz. ¿Acaso ella no es feliz conmigo?

—No, no es cierto—dije molesto—si haces esto por que estas en silla de ruedas sabes que no me importa.

—No es eso— ¡¿Acaso no es feliz conmigo?!

—Si es por lo que dijo Kat, eso no es nada.

—Nada comprado a lo que piensan los otros.

Pensé que a ella jamás le importaría eso, que solo le iba a importar lo que ella y yo pensáramos solo nosotros dos y nadie más.

— ¿Y lo que yo pienso no importa?

—Eres muy joven para saber lo que quieres.

Solté una carcajada internamente, ella de seguro estaba de joda.

— ¡¿Qué?! Debes de estar de joda. ¡Soy más grande que tú!

—Tom, solo soy una carga para ti.

—No—dije tajante. Joder, ¿Qué rayos le estaba pasando?

—Mira Thomas, esto se acabo—dijo sin dudar.

—No te voy a dejar ir si no contestas esta pregunta—la miré a los ojos intentando buscar una respuesta sincera en aquellos ojos— ¿ya no... me amas?

—No—dije sin dudar.

¡¿Qué?! Eso quiere decir que... ¡¿Todo fue un juego?! ¡¿Jamás me amo?! Vaya... creo que esta es la primera vez que una fan juega con un artista... y que una fan me rompe el corazón.

—Eso cambias las cosas—murmuré dolido.

—Sí y lamento haber dejado que esto llegara tan lejos, Tom prométeme algo.

—Ah.... —No sabía que decir después de romper mi corazón me pedía que le prometiera algo... ¿en qué cabeza cabe?

—Prométeme que no me buscaras jamás y te prometo que esta será la última vez que me veras, todo será como si yo jamás hubiera existido—Me encontraba totalmente en shock, ni siquiera podía respirar, yo estaba a punto de pedirle que se casara conmigo, que viviéramos los dos juntos para toda la vida y... ella se estaba yendo de mi vida como si no fuera nada—adiós Tom.

La vi acercarse a mí en su silla de ruedas, me dio un pequeño beso en la mejilla, se dio media vuelta en su silla y se fue siendo ayudada por Trenton. Sentía que no podía mover ningún musculo o pronunciar alguna palabra, sentí mi cuerpo paralizado. Había escuchado la puerta principal cerrarse y fue cuando pude comenzar a gritar su nombre.

—Andrea, Andrea, Andrea. ¡Andrea, Andrea! ¡ANDREA!

Me levante de golpe y comencé a correr con desesperación para intentar alcanzarla. Cuando estaba a centímetros de llegar a la puerta Trenton y Ben me detuvieron.

—Déjala ir—dijo Ben.

— ¡No! —Grité desesperado— ¡Andrea, por favor regresa! Maldición, déjenme ir. ¡Suéltenme! —forcejeé con ellos para librarme de su agarre.

—No, Tom. Reacciona.

— ¡No, no! ¡La necesito, la quiero conmigo! ¡Ella es mía, hoy iba a ser mía!

— ¡¿Qué?! —pregunto Trenton confundido.

— ¡Sí, hoy le iba a proponer matrimonio! ¡Necesito decirle!

En eso la puerta se abrió pensé que era ella pero eran Karina y Maribel entrando.

—Tranquilízate, Thomas—dijo Trent.

—Debo ir por ella.

Me logre zafar deellos y corrí hasta la puerta, vi la camioneta alejarse, no, ella se había idosin mirar atrás, me dejo aquí, solo con el corazón destrozado. Caí de rodillasen medio de la calle, un estruendo se dejo escuchar y un destello para despuéscomenzar a llover a cantaron. Golpee el asfalto con todas mis fuerzas gritando.Me quede ahí tirado en el pavimento llorando. No recuerdo que sucedió, solo séque desperté en mi cama y... jamás volví a querer salir de esas cuatro paredes.Lo había perdido todo, ella era mi todo.+^


Obsessed 4: Hasta mi finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora