Obsessed 4: Hasta mi final

CAPITULO 22

1 MES DESPUÉS.

—No te muevas, Andrea—me dijo Karina—solo falta el último toque.

Mis amigas estaban en mi habitación mientras me ayudaban con los últimos detalles de mi arreglo.

—Estás lista, puedes voltear a verte—dijo Karina y yo me di media vuelta para verme en el espejo, me mire de abajo hacia arriba, mi vestido blanco de ensueño y sonreí ampliamente conteniendo mis lágrimas.

—Estas hermosa, Andrea—dijo Maribel viéndome en el espejo.

Tocaron a mi puerta y mi madre asomo la cabeza por esta.

—Las están esperando, señoritas—la mirada de mi madre cayo en mí y sus ojos se humedecieron—princesa...—camino hasta mí y me abrazo con cuidado—estas más que hermosa. Bueno será mejor que bajemos.

Mi madre y mis amigas se adelantaron, cuando salí de mi habitación y baje por las escaleras vi a mi padre ahí, estiro su mano para ayudarme a bajar los últimos escalones y ambos sonreímos.

—Te vez preciosa, hija.

—Gracias—deje un beso en su mejilla y en ese momento entro Trenton.

—Muy bien, Tom ya se fue a la iglesia con Ben y Luke, es hora de que la novia vaya a la iglesia. —Trent volteo a verme y sonrió—Tom se cagará cuando te vea.

— ¡Trent! —lo regaño Karina.

—Muy bien, será mejor apurarnos o Tom va a creer que Andrea lo dejo plantado.

Rápidamente nos subimos a la camioneta que nos esperaba fuera de mi casa. El trayecto fue tranquilo aun que los nervios me devoraban. La camioneta se detuvo en la iglesia "Cristo el rey" de Londres. Cuando baje de la camioneta todo se transformó, todos corrieron de un lado a otro gritando: "Llego la novia, llego la novia" Mi padre y yo nos detuvimos en la entrada y la marcha nupcial comenzó a sonar.

Cuando comencé a avanzar por aquel pasillo sentía que me iba a desmayar, alce la mirada y entonces lo vi, sus ojos azules se encontraron con los míos y nos sonreímos. Tom se veía tan guapo vestido de novio, su pantalón negro, su cabello bien arreglado, camisa blanca, moño negro, saco negro, sus zapatos negros bien lustrados y pude ver en sus ojos cierto brillo especial. Su sonrisa se ensanchaba con cada paso que estábamos más cerca.

Cuando llegamos al altar, mi padre me entrego en las manos de Tom.

—Tom, perdóname por lo que dije y pensé antes de ti—dijo mi padre—ahora estoy seguro de que no hay mejor hombre para mi hija.

—Gracias, señor—mi padre y Tom se sonrieron y mi papá se fue a su lugar con mi madre.

La ceremonia dio inicio y todo fue bastante hermoso, la verdad estuve luchando todo el tiempo por no ponerme a llorar de la felicidad. En eso llego un momento muy crucial.

—Thomas William Hiddleston. ¿Acepta a Andrea Del Rio como su esposa, para amarla, respetarla, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y la pobreza hasta que la muerte los separe?

—Acepto—dijo Tom viéndome a los ojos.

—Andrea Del Rio ¿Acepta a Thomas William Hiddleston como su esposo, para amarlo, respetarlo, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y la pobreza hasta que la muerte los separe?

—Acepto— sonreí ampliamente.

—Entonces, los declaro marido y mujer, puede besar a la novia.

Tom me dio un dulce beso en los labios y todos aplaudieron emocionados, aquel era nuestro primer beso como esposos.

Cuando caminamos por el pasillo de salida a la iglesia todos gritaron de felicidad y nos abrazaban felicitándonos por nuestra unión matrimonial.

La fiesta fue divertida, pero yo solo recuerdo mi baile con Tom y como me miraba con desesperación por estar solo nosotros dos.

Para la luna de miel, Tom me llevó a Paris, le había comentado que era mi sueño ir a aquella maravillosa ciudad y conocerla. A la luz de la luna de Paris que entraba por las ventanas de nuestra habitación consumamos el acto que nos unía en cuerpo y alma.

Tom y yo al fin estábamos unidos en matrimonio y nuestros cuerpos habíanconsumado aquel pacto. Jamás me había sentido tan feliz.25?V]