CAPITULO 7: AHOGANDO LAS PENAS

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FEBRERO

Todo pasa lentamente, a veces todo es muy aburrido. Anoche llovió, así que hoy está algo nublado y el pavimento está demasiado mojado. Típico clima de Londres.

—Thomas, la comida esta lista—grito Trenton.

Ahora no podía decir que no quería a comer, mis amigos se preocuparon por aquella vez que estuve en el hospital.

Baje a comer con muy poco ánimos –como siempre- me senté y ahí estaba Luke con Trenton y conmigo. Comíamos en silencio, solo se escuchaba el ruido que hacían los tenedores al chocar contra los platos. ¿Qué hacía Luke aquí? Definitivamente si él estaba aquí no era algo bueno, siempre que lo veía era para decirme algo sobre que mi carrera se estaba yendo a pique. Simplemente no le di más vueltas y seguí comiendo en silencio, mi mirada estaba perdida en mi plato.

—Muy bien, fue suficiente—dijo Luke cuando mi mano se detuvo a medio camino entre el plato y mi boca— ¡Se acabo Thomas, no más!

Deje el tenedor en mi plato y lo voltee a ver sintiéndome demasiado confundido.

— ¿De qué rayos hablas Luke?

—Luke, tal vez no es manera...—intento intervenir Trenton pero Luke lo hizo callar.

—Se acabo tu "depresión" —dijo haciendo comillas con los dedos—no más caras tristes, ojos llorosos, ni "hay pobrecito de mi, mi novia se fue" —Bien, aun que no lo mostrará aquello me había dolido. — Vas a salir, vas a retomar tus actividades, salir a correr, estar con tus amigos y a volver al mundo de la actuación. ¡No más estúpida depresión!

Baje la mirada al plato, sentí una rabia que me hizo sentir como si me hirviera la sangre, apreté los puños y me levante de golpe que incluso la silla en la que estaba sentado termino en el suelo.

—Voy a salir—dije con un gruñido.

Regrese por las escaleras, tome una chamarra de cuero negro, tome mi cartera y mi celular, baje por las escaleras dando fuertes pisotones, tome las llaves de mi auto, abrí la puerta y voltee a ver a Luke y a Trent, Luke sonreía victorioso mientras que Trent me miraba con preocupación.

—No me esperen. —dije.

—Voy contigo—Trenton se levantó de su silla.

—No, quiero recorrer la ciudad yo solo.

—Ve y saluda o cógete a algunas fans Thomas, incluso el chisme de que cogiste con fans pueda ayudarte a llevar tu nombre de nuevo a la fama.

Gire el rostro para que Luke no viera la repulsión en mi rostro, salí de mi casa cerrando la puerta de un portazo. Subí a mi auto y sin importarme lo resbaladizo del asfalto acelere sintiéndome uno más de los de "Rápido y Furioso".

Llegue al centro de Londres y estacione mi auto donde fuera, salí poniéndole la alarma y guarde las llaves en mi pantalón. Camine por las calles de Londres con la cabeza baja y más manos metidas los bolsillos de mis pantalones. A pesar de caminar entre la multitud de la gente, nadie me reconocía, hoy no era ni sombra de "El gran Tom Hiddleston" que solía ser.

El sol comenzó a ocultarse en el horizonte y las gotas de lluvia volvieron a caer, rápidamente busque un lugar donde refugiarme y protegerme de la gélida lluvia. A unos pocos pasos de mi vi un lugar donde podía refugiarme, me metí quedándome solo parado en el marco de la puerta, un fuerte olor a cigarro y a alcohol golpeo mi nariz, música estrepitosa se escuchaba en el lugar. Me adentré más a aquel lugar y vi que había llegado a una cantina de mala muerte, hombre bebiendo hasta perder la conciencia y otros con prostitutas sobre sus piernas. Me di media vuelta para salir de ahí cuando me tope con dos tipos corpulentos y casi de mi mismo tamaño, en sus manos traían tarros de cerveza.

— ¿Ya te vas? —pregunto con voz áspera uno de ellos, lo miré por un momento, era calvo pero con mucha barba, los brazos de su camisa cortados dejando ver la enorme cantidad de tatuajes.

— ¿Te vas sin probar una gota? —preguntó el otro sujeto que tenía cabello largo amarrado en una coleta.

—Si... es que yo...tengo que irme a otro lugar.

—Vamos quedate—El tipo de tatuajes dio una palmada en mi hombro en gesto de camarería.

—Si, quedate y prueba uno de estos. —El tipo de cola de caballo acerco a mi rostro un tarro de cerveza.

—Ah...—No sabía si negarme puesto tenía miedo de que me rompieran todos los huesos si decía que no.

—Esto te hará sentir mucho mejor—el calvo mostro sus dientes amarillentos en un intento de sonrisa.

—Sentirás como que regresas a la vida, hermano—dijo el de cola de caballo mientras ponía un tarro en mi mano. Los miré a ambos y por un momento sentí como si ellos supieran todo lo que había estado sufriendo por meses.

—Bueno, solo uno—accedí.

Me tome el tarro entero y gritaron victoriosos y los demás se unieron a ese grito aun que no sabían que había pasado.

Después de eso no supe cómo me convencieron de irme a sentar en la barra con ellos mientras pedía tarro tras tarro de cerveza.

—Mujeres—dije sintiendo mi lengua algo...bien, muy adormecida por el alcohol—no puedes vivir con ellas pero tampoco sin ellas—bufé— Además ¿Quién las entiende? —Pregunte viendo al cantinero—Primero se hacen las victimas—un hipido salió de mis labios—ellas nos hacen ver como los malos de la historia ¿Todo para qué? —Otro hipido salió de mis labios y me tambalee ligeramente—Para darnos una bofetada en la cara y una patada en los huevos y largarse como si nada.

—Disculpe, señor—dijo el cantinero mientras limpiaba una de las copas—ya estamos por cerrar.

— ¡¿Qué?! ¡¿Pero... pero borqué?! —golpeé la mesa con la palma de mi mano.

—Lo siento, señor—dejo la copa a un lado—es hora de cerrar.

—Bien... bien—saque dinero de mi cartera y sin contar cuando era solo lo deje en la barra y a trompicones me baje del taburete.

Salí medio tambaleante del lugar, la lluvia se había detenido pero el pavimento estaba más mojado que antes y lo supe por qué me resbalé mientras intentaba llegar a mi auto. Veía las cosas dobles pero pude distinguir cual era mi auto. ¿Cómo no? Si era un Jaguar único, regalo que la empresa me dio por los comerciales que hice para ellos. Después de quince intentos de intentar abrir el auto al fin pude. Subí y arranque el auto a toda velocidad. Pude ver a los lejos las luces de un semáforo, no distinguí bien las luces así que supuse que era verde. De mi lado izquierdo alcance a ver una luz blanca algo cegadora. Lo siguiente de lo que fui consiente fue un chirrido de llantas que no eras las mías y un fuerte impacto.

No supe cuando tiempo paso cuando desperté, estaba de cabeza, me dolía la cabeza y todo el cuerpo, sentía un liquido caliente recorriendo mi mejilla, Mi auto estaba de cabeza, la ventana de mi lado estaba rota, como pude me moví para salir del auto, sentía como me dolía mucho una de mis piernas. A la distancia oía las sirenas de las patrullas acercarse. De mi pantalón saque mi celular, solo estaba ligeramente estrellado pero aun funcionaba, use el marcado rápido para llamar a Trenton, mi vista iba y venía de borrosa a negro.

— ¿Tom? ¿Está todo bien? —dijo Trent al instante en que cogió el celular.

—Tuve un accidente—murmuré.

— ¡¿Qué?! ¿Dónde estás?

No sabía donde rayos estaba, con la vista entre borrosa y negra no podía sentir nada y de la nada comencé a sentir sueño, en ese instante escuche las campanadas del Big Ben.

—Big Ben—murmuré y caí batido por el sueño.

Obsessed 4: Hasta mi finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora