De nuevo al camino

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    Nos introducimos en el bosque y llegando al centro y creyendo que nada podía salir mal, caímos en su trampa. Una enredadera nos había atrapado sin poder hacer algo. Estábamos en una red verde.

-¿Qué hacemos?- preguntó Mike.

-Tengo un cuchillo en mi bota- dije- pero tú debes alcanzarla Mike.

    Mike trató de acercar lo máximo que pudo y encontró la cuchilla. Primero cortó las lianas que sujetaban mis pies y luego sus manos.

- Eh... Chicos, deberían apresurarse.

-Mierda...- Mike empezó a cortar más rápido. Una cosa gigante, parecida a una araña verde y café se acercaba para acabar con su presa: nosotros.

   Llegó cerca de Mike y éste aún no acababa. Cuando estuvo muy cerca de él, clavó en lo que parecía ser sus ojos la cuchilla. Ésta cosa chilló horriblemente y empezó a esparcir un líquido blanco y verdoso por la abertura, moviéndose frenéticamente.

-¡Rápido!- Mike terminó por soltarse y saltó al suelo. Luego empezó a ayudarme; y soltó uno de mis brazos. Ese líquido cayó en su brazo y comenzó a arderle, era una especie de ácido.

-Pásame la cuchilla, yo termino.

    Mientras yo cortaba las lianas, esa araña se acercaba a Ben.

-Maldición...- Mike sacó un arma y acabó con esa cosa en varios disparos -Muere perra.

     Mike encontró una navaja en uno de sus bolsillos y ayudó a Ben. Yo terminé de soltarme.

-¿Está bien tu brazo?

- Arde,  pero creo que estaré bien.

-Julia traía consigo alcohol, debemos encontrarla y además curarte.

    Seguimos caminando y algo andaba mal, de vez en cuando Ben miraba hacia algún lugar con cierto nerviosismo.

-¿Qué te sucede?- pregunté.

-Tengo miedo, ¿acaso ustedes no?, estamos rodeados de putas plantas.

    Comencé a desconfiar. De pronto oímos un grito, obviamente no era de Julia, porque era de hombre, luego sentimos como la tierra se movía bajo nuestros pies. Era Soria, pero sólo pasó y no nos notó. El grito cesó ahogadamente. Entonces nos dirigimos de donde venían los gritos, a pesar de que sabíamos que allí se había dirigido Soria. Debíamos tener cautela.

(Julia)

-Julia... - oí un susurro. Por lo débil que estaba, me había desmayado de nuevo. Esa voz era muy familiar... Pero era imposible que esa persona estuviera aquí... Sólo fue mi imaginación.

-¿Julia?, Julia despierta- ahora la voz era diferente, sabía perfectamente de quién provenía.

-Michael - pronuncié apenas. Abrí los ojos y era él, junto con Mike y Ben, habían vuelto por mi.

-Te sacaremos de aquí Julia- cerré mis ojos pero ahora conciente de todo.

(Michael)

   Nos costó mucho de sacarla de esa cosa. Pero lo logramos. Julia llevaba una mochila, se la quité y se la pasé a Mike.

-Allí busca el alcohol y creo que lleva vendas, si no te curas se puede infectar.

-¿Ahora qué?- preguntó Ben.

-Tenemos una misión. Aún no estamos fuera de peligro.-le dije subiendo a Julia a mi espalda.

-¿Iremos por la niña y su mamá?

-Exacto

-¿Vale la pena?

-Sí, si es que queremos sobrevivir.

   Salimos sin ningún problema de ese pequeño bosque, lo cual me extrañó bastante. Ahora me parecía raro no estar en peligro. Regresamos a aquella colina donde Mike y yo habíamos escapado de Soria. Nos sentamos a idear un plan. Dejé a Julia en el suelo y la remecí para despertarla. Le di de beber agua, y volvió a recostarse, seguro estaba agotada.

-Ahora iremos por la chica, buscaremos un lugar donde pasar la noche y por la mañana iremos por la señora. Faltan unas horas para que oscuresca y debemos apurarnos.

-Pero Julia nos retrasará.-dijo Mike.

-Yo no seré la carga de nadie - dijo Julia incorporándose, sus piernas temblaban.

-Julia siéntate y descansa.

-¿Desde cuando sigo las órdenes del vaquero?

-Julia no es una orden, es por tu bien.

    Me lanzó una mirada de furia, se sentó, y bebió más agua.

-Bien, ya descánsamos bastante -dijo Mike luego de un rato- tenemos cosas que hacer.

   Todos nos levantamos y seguimos el camino inicial que traíamos con la cuadrimoto. Debíamos llegar a esa zona rocosa.
    Caminamos durante un buen rato, a veces ofrecía llevar a Julia a mi espalda; pero la terca no aceptaba; yo sabía que estaba débil.

-¿Será eso? - dijo Ben indicando unos cerritos de roca dura.

-Seguramente ahí es, miren, ahí se ve una pequeña cueva -dijo Mike.

-¿Crees que esté ahí?- preguntó Julia.

-Si es una niña inteligente, es lo más seguro; ya que es un lugar en lo alto. Y apresurémonos, que va a oscurecer.

   Ahora íbamos trotando; no había tiempo que perder. Si algo le pasaba a esa niña, nuestra vida corría peligro.
   Ya estábamos a unos veinte metros de la cueva, pero algo ocurrió, nuevamente la tierra tembló y se abrió, y ya sabíamos que significaba esto.
   Una flor salió del suelo y ésta vez aquellas sanguijuelas saltaron por todas partes, incluyendo la grieta.

-¡Mierda!, ¡Mike impide que las de la grieta salgan, quema a las perras!, ¡Ben, acaba con las que puedas!, Julia ven conmigo.

    Esas cosas crecían rápidamente y con Julia matamos a las que se acercaban, había que llegar a la cueva.

-¡Arghh!- gruñó Julia, una de esas cosas había tomado su pie y la había echo caer al suelo. Ella le dio varios disparos hasta que ya no se movió - Ya no se meterán más conmigo.

   Subimos a la cueva y al estar en la entrada vimos a una sanguijuela gigante, con la cual acabé de un disparo.

-¡¿Sofía?!

-¡Sí!- respondió Sofía.

-¡Soy Michael, tu padre me a enviado a buscarte!- la habíamos encontrado.

NO ONE IS SAFE© PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora